Extra 4°

1.7K 119 3
                                    

Jennie estaba ligeramente arrepentida, ahora, en el vestidor de las animadoras.

¿Cómo termino aceptando ser novia de Kai?

La respuesta era simple: apariencias.

El era un buen jugador de futbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. Tambien era popular todas querían salir con el.

Además, Jennie era una animadora, era casi por equilibrio social colocarse de novia con el. Era lo normal, lo correcto. Pero se negaba a aceptar la razón mas probable, quiso salir con el para sentirse bien consigo misma, que era como cualquier otra chica linda y popular.

Que no era aquella Jennie Kim que le incomodaba, esa extraña chica con mariposas en el estomago y tontos pensamientos sobre Lisa Manoban. Esa Jennie era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor de la ojiverde y sentía extraños impulsos de agarrarla de la mano y entrelazar sus dedos, al verla en el pasillo.

La castaña prefería a la otra Jennie, la normal, con preocupaciones tales como si recibiría un vestido para navidad o si los chicos la invitarían a salir, la cual era ella misma hace un año atrás, antes de conocer aquella chica gótica del demonio. Kai era lo único que la mantenía cuerda, o la hacia sentirse asi, que le gustaban los chicos.

Jennie se repetia asi misma que lo que sentía por Lisa, si es que se podía definir como un sentimiento, era extraño e incorrecto y sobre todo seguramente un encaprichamiento juvenil.

Nada mas. Jennie estaba segura, creía, de que era heterosexual. Claro. Jennie Kim aseguraba ser completamente heterosexual.

¿lo que le sucedia? Posiblemente un lapsus, una incoherencia en su crecimiento adolescente.

Respiro profundo, se sentía mas segura al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que Lisa apareció en su vida, vaya que habia escrito... varias páginas en el.

--¡Por supuesto, chicas!—se escucho la voz de la amiga de la ojiverde, aquella que le caia tan mal, Jihyo.

Frunció el ceño, aun sin verla, irritándole su voz, aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la pelirroja. La chica entro a los vestidores, despidiéndose de unas amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevas en el equipo, pero llevaban una pequeña rivalidad, quien hacia mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.

Jennie casi siempre ganaba, debería de sentirse victoriosa al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos. Pero cualquier felicidad desaparecia al recordar que Jihyo era amiga de Lisa, tenia derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida de la ojiverde.

Jennie sentía envidia, y se enojaba muchísimo con ella misma por aquellos pensamientos absurdos. Por ellos detestaba a esta versión de Jennie Kim, la verdadera no sentiría celos por semejante tontería.

La castaña sonrio con sorna, mientras terminaba de hacerse una cola de caballo.

--¿Lista para comer el polvo hoy?—cerro la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.

Jihyo sonrio, pero con diversión, hizo lo mismo que la otra chica, ladeando la cabeza.

--Esa serás tu, plástico—le rectifico antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida –No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Kim.

Jennie apretó los labios, aun sin dejar de sonreír falsamente.

--Eso crees tu, me das lastima—soltó con desprecio.

Jihyo siguió avanzando sin dignarse a voltearse y mirarla, se detuvo en la puerta.

--Por cierto, hoy mis amigas me estarán observando entrenar... --dijo con una extraña vocecita burlona, arrastrando las palabras.

Rivales - Jenlisa -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora