All sabe lo que quiere y a lo que viene. No tiene tiempo para polémicas o shipeos, y se ha mantenido como Allcore desde un inicio llegando a donde esta por si sola. Y Tory, su mejor amiga, la acompañó en su escalada a la fama, mientras entre ambas...
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Foolish me ayuda a levantarme en cuanto sus amigas me sueltan y se sientan en el suelo. Intento contener la risa que me causa la situación mientras Tiburonsín sostiene mis mejillas y las aplasta intentando observar con cautela mi nariz.
Esa confianza repentina me sorprende.
—Como la nariz le vuelva a sangrar por todos esos movimientos bruscos que hicieron, voy a... — se detiene a media frase, dejándome de observar en busca de alguna herida nueva para ver sobre mi hombro hacia las dos muchachas que solo estaban emocionadas por la llegada de la rubia— ¡Pues no sé qué voy a hacer, pero ya lo veré si le llega a sangrar la nariz! —termina de amenazarles provocándome una risa. Aparto sus manos de mi rostro y me recargo a la pared para tener una mejor vista de todos y poder sentir que nadie me quita el aire.
Karl y Nolan aún están de pie en la puerta, y Tina y Sylvee apenas se están levantando del suelo, están despeinadas y tienen la cara roja e iluminada y se les nota el cansancio por haber soltado tantos gritos, pero se ven felices.
Le ofrezco mi mano a la rubia para ayudarla a levantarse y ella me agradece en cuanto está de pie a mi lado.
La verdad es que este pasillo se hace muy pequeño para seis personas y comienzo a agobiarme, sobretodo porque los chicos están del lado de la puerta de entrada observándonos mientras Tina, Sylvee y yo nos sacudimos el polvo y tratamos de recuperar el aire.
—¿Por qué le sangraría la nariz? —inquiere la recién llegada, con la vista fija en su amigo y el ceño fruncido. El chico abre los labios para explicarle, pero inmediatamente los cierra, rascándose la mejilla con vergüenza al recordar el suceso. Karl y Nolan se ríen de él mientras la muchacha intercambia la mirada entre ellos y mi nariz.
Tina, por su parte, se mantiene a la raya con una simple sonrisita.
—Digamos, que ayer no era mi mejor día y ya está— le sonrío amablemente.
—Y que Noah se lo arruinó un poquito más— interviene Nolan, el mencionado le da un golpe en el brazo murmurándole algo que no logro entender y causando una risa burlona de Karl.
Me apresuro a señalar el final del pasillo.
—¿Y si pedimos algo para comer? —ofrezco, intentando cambiar el tema para bien mío y suyo.
Una ola de gritos pidiendo entre pizza, hamburguesas y sushi salta en el pasillo poco amplio. No es hasta que sobre todas sus habladurías se escucha un grito más alto que todos se sobresaltan y se detienen a mitad del pasillo, girando a verme a mí, que me he quedado de última.
Karl se lleva una mano al pecho, Tina pregunta que ha sido eso y Foolish me pregunta a mí si estoy bien. Nolan se endereza con los ojos bien abiertos y Sylvee frunce el ceño, asustada.
—No he sido yo— aclaro, y eso provoca la mirada confundida de todos.
Otro grito se escucha claro y fuerte desde mi habitación. Pego un respingo, con el corazón latiendo contra mi pecho por la simple confusión mental que me estoy creando.
