En Una Noche

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Siento el cuerpo pesado ¿Dónde estoy?

Al despertar estaba tan fuera de sí. Me quedé un rato viendo al techo mientras mi vista se aclaraba. No pasaban muchas cosas por mi cabeza, pestañeaba y respiraba profundo con mucha calma. Todo se sentía tranquilo, no sabía por qué sentía tanta paz.

¿Acaso estoy soñando?

—Despierta —escuché una suave voz, algo atenuada, como si estuviera bajo el agua. Luego un chasquido.

Sentí un leve impulso en mi cuerpo, como cuando despiertas de golpe.

—Cherry, ¿me oyes?

¿Nolan? ¿Desde cuándo está aquí?

Me senté en la cama y me quedé mirándolo fijamente.

—Lo escucho.

—¿Cómo te sientes?

—¿Muy... bien...? —dudé.

—Debes estar confundida. ¿Qué recuerdas antes de quedar inconsciente?

Aún me sentía perdida, es como si me dejara llevar por la corriente.

—Había un pasadizo secreto, entré  y... había una gema azul. La toqué y luego empecé a sentirme mal.

—¿Qué más?

—Yo... —me detuve un momento al ver su mano vendada—. ¿Qué le sucedió?

Intentó cubrirla un poco con su mano izquierda.

—Enfócate en las preguntas.

—Está bien.

Frente a mí estaba Pandora, intentaba decirme algo.

—Quedaste inconsciente —me dijo con sus manos.

¿Eso es lo que quiere que diga?

—Cherry.  —Miró hacia donde estaba mirando—. ¿Pasa algo?

Parece que no puede a la niña.

—Perdón, intentaba recordar —respondí—. Yo, empecé a vomitar sangre y luego perdí la conciencia.

—¿Solo eso?

—Sí, ¿acaso sucedió algo más? —pregunté curiosa.

—No. —Suspiró relajado. Puso su mano en mi barbilla y acarició mi labio inferior— ¿Cuándo será que dejarás de preocuparme?

Su mirada era mucho más afilada que antes, podría decir que hasta parecía molesto, aunque trataba de ocultarlo.

—Cherry. —Me miró directo a los ojos— ¿Me estás mintiendo?

No pensé que preguntaría eso. Creo que se le agota la paciencia, voy a seguirlo hasta encontrar una mejor oportunidad.

Tomé su mano y la rodeé con las mías.

—¿Por qué le mentiría? —dije mientras le sonreía.

Nolan bajó la cabeza y se rió.

—Eres un encanto, Cherry. —Se levantó y se acercó a mí, nuestras mejillas se rozaron y luego me susurró al oído—. Traje algo para ti.

Se alejó un poco y sacó una pequeña caja de su bolsillo, dentro tenía un anillo. Tomó mi mano izquierda y lo colocó en mi dedo, luego besó mi mano.

—Este anillo será una promesa de que estaremos juntos, nunca te lo quites.

—Lo prometo.

Él solo sonrió; y sin más se retiró.

El Alma de Pandora - Ruta: Nolan el PríncipeWhere stories live. Discover now