One - Shots (Portiñón/Romi)

"Ojos Marrones" (Portiñón)

Cualquier error prometo corregir despues. Y realmente me disculpo si este OS no es bueno.
También aclaro que es mi primera vez escribiendo sobre una epoca que no es la actual, asi que me disculpo si puse algo erroneo.

Dulce G!P
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POV Omnisciente

Londres, Reino Unido

Siglo XIX

El baile para presentar a las mujeres casaderas seria llevado esta noche, en donde la familia Espinosa y la familia Puente esperaban que sus hijas pudieran por fin encontrar a alguien para contraer matrimonio.

El matrimonio Espinosa Saviñón tenía tres hijas; Blanca –la mayor–, Claudia –la del medio–, y Dulce María –la menor–. Sus dos hijas mayores se habían casado cuando ambas habían cumplido la mayoría de edad, y cuando fueron presentadas ante la sociedad entraron al mercado matrimonial en donde encontraron a sus esposos, a los cuales amaban muchísimos y eran buenos hombres.

Dulce María hace un mes atrás que había cumplido con la mayoría de edad, pero la joven chica de ojos marrones no deseaba casarse. Y ahora que en el baile que se organizaba todos los años para presentar ante la sociedad a las mujeres casaderas y pudieran entrar al mercado matrimonial ella simplemente no quería. Ella estaba más que molesta.

-Dul, cariño, no te enojes –decía su madre mientras le ayudaba a arreglar el traje.

-Es que no quiero casarme, madre, no aun. Tal vez en unos años, pero no aun.

-Lo entiendo, pero Dulce, tu sabes cómo funciona el sistema.

-Odio haber nacido en este siglo –suspiro.

-Cariño, encontraras a alguien que te amé de la misma manera en que tú a ella.

-Ella –rió amargamente.

-Sé que lo de tu condición es difícil, pero no eres la única en Inglaterra, lo sabes.

-Es cierto, pero no conozco a nadie que se vaya a quedar conmigo por mi condición. Cualquiera saldría corriendo y yo no los culparía por ello.

-No seas tan dura contigo misma mi amor, ya encontraras a la indicada.

-¿Y cómo lo sabré? –enarco su ceja.

-Él te lo dirá –poso su mano sobre el pecho de la ojimarron justo donde se encontraba su corazón.

Dulce sonrió suavemente.

-¿Me quisiste?

-Desde el primer día –la tomo de las mejillas. –Cariño, tu condición no me impidió amarte, al contrario, te amé más porque sabía que serias una niña demasiado especial. Y mira, no me equivoque, de ti y tus hermanas, tu eres la del corazón más dulce, amable y bondadoso. Cualquiera que se fije en ti, se ganó a la mejor persona del mundo –dejo un tierno beso en su frente.

-Si tú lo dices –se encogió de hombros.

Blanca rió.

-Tú no eres pesimista, no entiendo que te paso.

-Estoy creciendo, mamá, ya no veo todo de color rosa.

-La vida no es color rosa, tiene sus matices, pero incluso así tu amabas esos matices.

-Es solo qué... –guardo silencio.

-¿Qué? –la incito a seguir.

-Tengo miedo a nunca encontrar a nadie.