Jimin se traga el nudo en la garganta y trata de ignorar el zumbido en sus oídos. Intenta apartar las manos de Hoseok de su cara, manos temblando por las réplicas de su corazón roto. Hoseok sigue sonriendo, bonito, dulce y tan jodidamente amable. Jimin quiere borrar su bonita sonrisa de su rostro cruelmente hermoso.
Hoseok tararea, aún abrazando la cara de Jimin, frotándose los pulgares en las mejillas, "Dije que sería tu compañero de rutina", se ríe Hoseok. Y Jimin odia lo absolutamente genuino que suena.
"Hyung, por favor--" La voz de Jimin no es más que un susurro entrecortado. Faltan tres meses para su rutina, pero el concepto de Hoseok ofreciéndose así lo tiene absolutamente destrozado.
"Jiminie, hablo en serio", suspira Hoseok, inclinándose y tocando sus frentes.
"Déjame ayudarte como tú me ayudaste. Dios, Jiminie, no tienes idea de cuánto me ayudaste durante mi celo. Me salvaste del dolor más insoportable. Y si puedo, de alguna manera, devolverle el favor", Hoseok sonríe brillante y feliz, acariciando la nariz de Jimin con la suya, incluso mientras continúa lastimando a Jimin infinitamente más con cada palabra.
"Déjame ayudarte esta vez", se ríe Hoseok, sin saber la angustia que le está causando a Jimin con sus palabras y acciones.
Los hombros de Jimin se desploman cuando se da cuenta de lo ajeno que es Hoseok a sus sentimientos, a pesar de que Jimin siente que se está quemando en las llamas de mil soles. "Hyung, estarías consciente y tomando mi nudo una y otra vez. No sabes lo que estás diciendo".
Hoseok frunce el ceño, y Jimin siente que le escocen los ojos porque aún encuentra a Hoseok tan condenadamente bonito y es jodidamente injusto.
"Por favor, Jiminie", Hoseok parece decidido mientras habla. "Hiciste lo mismo por mí. Está bien, estoy bien. Déjame hacer esto por ti. Déjame devolverte el favor".
Jimin resopla, el corazón le duele una vez más, reflexionando sobre cómo toda su relación con el amor de su vida se ha reducido a un favor, un mero servicio. "Hablo en serio, Jimin", Hoseok tira de la cabeza de Jimin hasta que están cara a cara, Jimin se pone serio y quiere perderse en las pequeñas motas doradas en los ojos de Hoseok.
"Además, será fácil. El sexo fue realmente bueno, increíble. Fácilmente uno de los mejores que he tenido", sonríe Hoseok con descaro. Y Jimin sabe que se supone que ayuda a aligerar el ambiente, pero falla miserablemente. Le dan ganas de arrancarse el corazón y llorar. No quiere ser uno de los mejores sexos que Hoseok haya tenido, quiere ser el único sexo que Hoseok quiera tener.
"De hecho, iba a sugerir que siguiéramos adelante de todos modos", continúa Hoseok, mientras se frota la nuca, luciendo casi avergonzado. Jimin lo encontraría adorable, si no tuviera ganas de sacudir al omega tontamente.
"Pero hyung, somos amigos". Las palabras son amargas en la lengua de Jimin, pero es la verdad.
"Por supuesto que somos amigos", Hoseok hace un puchero. "Y es precisamente por eso que es tan fácil. Me gustas y me gusta tener sexo contigo. Es simple de esta manera. No necesitamos joderlo con sentimientos, Hoseok frunce el ceño, sacando la lengua como si fuera obvio.
"Está bien", dice Jimin, riéndose entre dientes. "Sí, tienes razón. Gracias, hyung". Su corazón se rompe en polvo fino con cada palabra que dice, el pecho se obstruye con el peso de su dolor y se siente reprimido. "Gracias."
Hoseok sonríe, empujando a Jimin hacia la cama. Jimin intenta devolverle la sonrisa, las piernas pesadas, el corazón más pesado. Él pone su mejor sonrisa falsa cuando Hoseok lo empuja sobre la cama, el omega ríe alegremente. Hoseok no lo sabe. Hoseok no sabe lo que le está haciendo a Jimin. No sabe cuánto daño le está haciendo.
"Sellemos eso con un beso", susurra Hoseok.
Enjaula a Jimin y se inclina para robarle los labios. Jimin jadea contra la sonrisa de Hoseok, invitando a la lengua codiciosa de Hoseok a entrar en su boca. Él gime cuando siente el roce del trasero de Hoseok contra su media panza a través de las dos capas de mezclilla que separan su carne desnuda.
Él abre sus ojos manchados de lágrimas para ver a Hoseok sentado sobre él, sonriendo pecaminosamente. Hay un aroma sensual de vainilla flotando en el aire. Es el olor de la excitación de Hoseok. Si nada, al menos Hoseok se siente atraído sexualmente por él. Jimin suspira temblorosamente. Está bien, él puede hacer esto. Jimin cierra los ojos y se enfoca en el beso, permitiéndose perderse en el aterciopelado roce de sus lenguas y la calidez de la mano de Hoseok deslizándose en sus pantalones.
Y cuando Hoseok se agacha lentamente sobre la polla ahora dolorosamente erecta de Jimin, se las arregla para devolverle la sonrisa de alguna manera. Slick gotea muy lentamente sobre las sábanas, la habitación huele a sexo, sudor, Hoseok y Jimin.
"Alfa", tartamudea la voz de Hoseok mientras engulle a Jimin hasta la empuñadura. "Alfa, se siente tan bien". Jimin se ríe, con el corazón rompiéndose de nuevo, mientras agarra las caderas de Hoseok y empuja hacia arriba a un ritmo rápido. Hoseok maúlla, clavando sus uñas en los muslos de Jimin mientras muele con igual fervor. "Alfa, Jiminie".
Jiminie no dice una palabra, con los ojos fijos en el hermoso rostro de Hoseok, mientras continúa follando en las paredes cálidas y acogedoras de Hoseok, en un rostro furioso, llevando al omega a un delicioso clímax de extremidades laxas y huesos fluidos, sale chorreando de su verga y pintando el pecho de ambos de blanco. Jimin sostiene a Hoseok a través de las réplicas de su liberación mientras continúa persiguiendo su propia euforia.
Pero a pesar de todo, Jimin no se molesta en corregir a Hoseok sobre cómo aún faltan tres meses para su rutina.
Y cómo ahora está seguro de que se ha impregnado en el omega.
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