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CHAPTER SIX " sortilegios weasley "
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—¡Muy bien, todos junto a la chimenea!
Los niños, uno por uno, se dirigieron hacia la gran chimenea, tomando un puñado de polvo del cuenco que sostenía la Sra. Weasley. Se suponía que el grupo saldría para ir al Callejón Diagon hoy, la tienda de George y Fred tenía algún tipo de gran inauguración. Los gemelos le habían contado a T / N y a Harry, pero querían verlo por sí mismos.
Todos se apiñaron en el pequeño espacio mientras la Sra. Weasley les sonreía — ¡Ahora, recuerden, tengan cuidado, todos ustedes! Harry, T / N, si alguna vez necesitan algo, no duden en escribirnos una carta a Arthur o a mí. No se metan en problemas ahora.
Los dos primos sonrieron con un asentimiento — No se preocupe, señora Weasley — Dijo Harry — Estaremos bien. Estoy seguro de que todos nos ayudarán a mantenernos bajo control — El grupo de amigos asintió mientras la mujer les sonreía.
— Muy bien entonces, será mejor que vayan.
Hermione tomó la mano de T / N entre las suyas mientras todos levantaban las manos con el polvo, mirándose antes de gritar: '¡Callejón Diagon!' Arrojaron el polvo mientras se envolvían en llamas verdes y, en cuestión de segundos, estaban al final de una de las calles empedradas.
Parados afuera de algunas tiendas, miraron a su alrededor con una sonrisa — ¿Y bien? ¿Qué estamos esperando? — Preguntó Ginny con una risa suave, agarrando el brazo de Harry mientras lo arrastraba por el camino — ¡Vamos! — Las mejillas del chico de cabello negro se tornaron de un rosa brillante cuando Ginny lo arrastró por el callejón, todos lo seguían mientras observaban a los dos con sonrisas satisfechas.
— Son tan inconscientes ¿verdad? — Hermione se rió suavemente, balanceando su mano y la de T / N de un lado a otro mientras caminaban. La chica se rió mientras asentía.
— Lo son, creo que tendremos que hacer de casamenteras con esos dos — Un brazo se colgó alrededor de su hombro, haciendo que las dos chicas se giraran para ver a Brianne mirándolas con una sonrisa — Actúan como si ustedes dos no fueron iguales que ellos.
— Eso es porque no lo éramos — Respondió Hermione con un giro sarcástico de los ojos.
El grupo pasando por algunas tiendas más. Oyeron burlas a su alrededor — Oh, por favor — Karan dijo con una sonrisa — Ambas eran dolorosamente inconscientes. Pensé que tendríamos que encerrarlas en una habitación por un día para que finalmente se dieran cuenta.
