OWN MY MIND [Bakudeku]

01

¿Qué era más jodidamente emocionante que un concierto?

Vaya, puede que muchas cosas pensándolo bien, pero el "Bakusquad" esa noche estaban eufóricos, habían conseguido boletos VIP con todo y un meet and great incluido para la banda que más amaban en ese momento.


"Lost in the dream"


¡Dios! Haber trabajado todo el verano había valido la pena para ese precioso momento de ver a sus ídolos frente a frente y claro disfrutar de la música embriagante que hacían.


A medida que caminaban al recinto, más se acelera el corazón de los jóvenes, Katsuki sentía que se caería por la debilidad de su cuerpo, nunca se había sentido tan débil y tan fuerte.


La gente alrededor no le importaba, además que estaba con sus amigos, lo dijera o no en voz alta, eran la compañía perfecta para ese instante.


Cuando las luces se apagaron, fue como si todos se hubieran puesto de acuerdo para gritar con emoción, los reflectores del escenario encendiéndose en parpadeos, dejando expectantes a los asistentes.


El humo empezó a rodear a la multitud y el escenario, apareciendo en la batería con habitual seriedad: Shoto, haciendo que el grito femenino resonará en todo el lugar, entonces comenzó a golpear los tambores con las baquetas, con una emoción y pasión que nadie pensaría que albergaba ese chico de cabello bicolor que vestía con un traje de camisa semi abierta, el más sombrío al vestirse.


Pronto las luces se apagaron de golpe y el sonido cesó, para aparecer entre luces púrpuras la guitarrista: Kyoka o mejor conocida como Earphone Jack, también solía participar con la voz, pero por la presentación, Katsuki intuyó que la canción de inicio no llevaría su voz, con unas medias de red, un short de mezclilla rasgado, un top morado con una chaqueta negra que le daba un toque más rockero y rudo junto a sus pesadas botas llenas de cadenas plateadas.


Después de un asombroso solo que hizo gritar a todos cuando el sonido de la guitarra quedó resonando en el lugar, el calor y la euforia cada vez más llenaba su cuerpo, Bakugo juraría que jamás había sentido nada igual.


Las luces púrpura fueron haciendo una agradable transición al rosa entonces el sonido rítmico del bajo empezó a hacer que todos movieran la cabeza, Ochako o Uravity, con una playera blanca sin mangas, un short negro, bastantes collares plateados en su cuello, además de una chaqueta de cuadricula blanco y negro, como tablero de ajedrez, con unos converse que se veían mucho más comodos que las botas, tocó maravillosamente, relajando un poco el acelerado ambiente que se sentía.


Las luces se apagaron, el sonido dejó de escucharse, los gritos disminuyeron hasta quedar en completo silencio... Entonces la voz que tanto anhelaba Katsuki escuchar, sonó...


— ¡Chicos! ¡Gracias a todos por venir...! ¿¡Están listos!?


Katsuki podría jurar que, a pesar de ser bastante gritón, ningún grito le había salido tan sincero y ansioso como ese junto a las voces de muchos más ¡Sí!


— ¿¡Están listos!? ¡Levanten sus manos y griten! - El chico sobre el escenario era el flautista encantador de un montón de roedores debajo de él y para el orgulloso Bakugo Katsuki nunca se había sentido tan bien ser una simple rata seguidora.


Las luces verdes y blancas se encendieron, dejando a la vista a la persona más sexy que Katsuki podría siquiera haber imaginado, largas botas negras de cuero con un tacón increíble, una licra verde que le quedaba como segunda piel al chico, un top verde oscuro con franjas negras en sus costados, además de unos largos guantes del mismo color con franjas.


Una sonrisa coqueta en ese rostro pecoso, esos alborotados rizos, Katsuki se sintió hipnotizado, tanto que solo se quedó embelesado observando.


— Bien, no conozco tus secretos, no soy un visionario...


Y Katsuki no fue el único que quedó hechizado, las esmeraldas del cantante se fijaron en él, pero lejos de distraerlo, el pecoso sonrió de manera más arrogante, nunca había agradecido tanto aceptar ese vestuario tan sexy.


— Sí, no conozco tu historia pero me gusta lo que veo


El de cabellos verdes guiñó el ojo haciendo que todo el público gritará mientras movía sus caderas al ritmo de la música, entonces el rubio sintió algo extraño... ¿Lo estaba viendo?


— Entonces, dime lo que te has estado perdiendo... Haré cualquier cosa para motivarte... Y tú podrías ser la respuesta al pecador en mí, oh...


Katsuki sentía esa mirada penetrarlo, volteó alrededor, todos saltaban, gritaban y cantaban, pero sentía una mirada fiera verlo como si quisiera devorarlo.


— Es automático... Sabes que solo tengo que tenerlo, haré que tu cuerpo sea un hábito, sabes que hay algún tipo de magia, uh-huh

Oh, mierda, eso le gustó y más sentir que lo estaba mirando directamente, así fuera su realidad completamente distorsionada, mierda, se compraría la fantasía de que esa belleza en el escenario le estaba cantando, entonces sintió el brazo de su mejor amigo atraerlo.


— Hermano, definitivamente te está mirando - Oh, mierda doble, no era el único esquizofrénico que percibía eso entonces.


— ¿Qué...Tú crees? - Preguntó con escepticismo el rubio cenizo pero entonces solo necesito ver como el pecoso se acercó un poco más a donde estaba él, mierda, esos ojos jade lo miraban con más intensidad.


— ¿Quieres...? ¿Quieres...? ¿...poseer mi mente? ¿...poseer mi mente? ¿Quieres...? ¿Quieres...? ¿...todo el tiempo? ¿...todo el tiempo? ¿Quieres saber cómo se sienten las buenas, muy buenas cosas malas?


No sabe ni cómo alcanzó a reaccionar pero el rubio logró sacar su celular, tomando una foto al sensual chico frente a él, con el pecoso semi inclinado, su mano apoyándose en su rodilla y Dios lo perdone por haber agradecido tomar tremenda perspectiva de su trasero.


El pecoso sonrió y volvió a guiñar el ojo para continuar cantando el coro de la canción, dejando aún más estupefacto al rubio.


Fue entonces que recordó un pequeñísimo detallito.

Estaba en una zona VIP... Pagó para tener una convivencia con la banda... ¡Vería a ese Dios pecoso a la cara, probablemente a menos de un metro de distancia!

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Canción referenciada: Own my mind
Banda: Måneskin