03

351 49 3
                                    


El intenso y vehemente beso hizo que ambos jóvenes, las hormonas haciendo que sus cuerpos se relajaran, la temperatura subiendo y enrojeciendo las tiernas pieles de ambos, por los roces de sus ropas, los vellos corporales irguiéndose con necesidad y no era la única zona en erección.


Las bocas se separaron con jadeos calientes, saliva uniendo ambos labios, todo estaba siendo ansioso, sino fuera porque se habían dicho sus nombres por mensaje, no los sabrían pero tampoco les importaría, ambos sabían que ese encuentro estaba siendo pura calentura, deseo puro y solo placer, una necesidad cruda llena de contradicciones.


No se conocían, pero a la vez sí, fan y artista, desconocidos que al conectar sus miradas sintieron la necesidad de abalanzarse sobre el otro como depredadores a su presa.



— Por favor, más... Más... Katsu... Katsuki... - El rubio tomó la exquisita cintura del pecoso, llevándolo a la cama del lugar, cual bestia el nombrado de ojos rojos rasgó la playera, era tan delgada la tela que el rubio quería saber si con esa facilidad podría quebrar al cantante debajo de él, entonces sintió como su chamarra y playera también terminó en Dios sabrá que parte de la habitación, no porque alguna ráfaga de frio lo recorriera, sino por las uñas que se clavaban de manera desesperada en su espalda.


— Esas garritas, conejito, si solo jadeas de esa bonita manera no se que quieres - La ronca y profunda voz de Katsuki en la orejita del pecoso, lo hizo sentir una descarga eléctrica desde su cabeza hasta sus pies, haciendo que arqueara un poco su espalda.


— Ka...Kats... Katsuki... Hazme un desastre, por favor... - Los ruegos solo enloquecían al rubio, su nombre jamás se había escuchado tan increíble pero esa dulce voz sin duda lo estaba llevando al límite.


La lengua del rubio hizo aparición, para recorrer la caliente y pecosa piel, sus labios chocando como inicio en su cuello para luego pasear por el largo del mismo hasta esa bonita clavícula con los suaves jadeos del pecoso.


Ambos parecían haber olvidado que el joven debajo del rubio era un artista, pues los dientes del joven Bakugo se clavaron en la manchada piel llena de adorables constelaciones de pigmento, enrojeciendo la zona con probables moretones para después.


Era tonto, pero ambos eran vírgenes, pero también estaban extasiados de sus hormonas que funcionaban mejor que una droga, pero ¿Por qué este punto era importante? porque el rubio ya estaba despojando de su short y ropa interior al joven cantante y mierda, se estaba empezando a sentir perdido.


Entonces Izuku se estiró un poco para llegar a la mesa de noche, donde le acercó un sobrecito de lubricante al rubio el cual bufó con una sonrisa arrogante.


— Tenías preparado esto, pequeño pervertido - Habló Katsuki, incorporándose y el pecoso estalló en un color rojo en su adorable carita, ese rubio no solo estaba guapísimo, tenía cuerpo de héroe griego, en otra ocasión debía lamer esos jodidos pectorales y abdominales esculpidos por Dioses.


— Yo... Investigue un poco antes de que llegarás y yo... Bueno, me he tocado... - Confesó el chico y el rubio no evitó reír, eso facilita bastante las cosas y se le ocurrió una pequeña idea, al voltear suavemente y ver el espejo frente a la cama.


— En ese caso, serás un bonito guía para saber que lo hago bien - El rubio jaló del tobillo a su amante y lo acomodó sobre su regazo, haciéndole abrir las piernas.


El cantante vio su propio cuerpo desnudo y vulgarmente expuesto, haciendo que la vista le excitara, su fanático era más alto, tenía más musculatura y obviamente, él era jodidamente sensual, modestia aparte.


Vio como los dientes que hace un momento le habían marcado el cuerpo, rasgaban el borde del sobre de lubricante, el rubio se llenó la mano con el aceitoso contenido, sintió y observó como un solo dedo empezaba a frotar suavemente su entradita cerrada, haciéndolo gemir y temblar, el pantalón tipo militar oscuro del rubio llenándose del lubricante que escurría pero no parecía molestarlo, entonces la mano que el chico de ojos carmesí había estado manteniendo al margen, fue al pecho del pecoso, apretando los pequeños pectorales y frotando uno de los erectos pezones.



— ¡Oh! ¡Oh, Dios, no! ¡Ka...Kat...! - Gemía con desespero el pecoso y el rubio sonrió por la adorable y excitante reacción


— Así que estos bonitos pechos son sensibles... Sigue gimiendo, Deku, quizá debería grabar estos bonitos sonidos - Eso solo hizo temblar al nombrado, pensando que... No era mala idea integrar jadeos o suaves gemidos a una canción.


— Ka... Ka... Kacchan - El apodo calentó al rubio, el cual ingresó al fin su dedo en el apretado interior del pecoso, haciéndolo gemir de manera aguda, mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas de placer, su vista se nubló pero seguía enfocando su mirada en cómo su cuerpo era profanado, eso pareció hacer que el rubio tomara confianza para empezar a meter y sacar su dedo con rapidez, haciendo que el pecoso gimiera.


Uno, dos y tres dedos estiraban el cálido y ahora bastante mojado interior del pecoso, su erección estaba dura, chorreando liquido preseminal, su rostro era un poema, su mirada aún concentrada en el espejo, pero sus párpados semi bajos dejando saber que estaba extasiado, la saliva se escurría por la comisura derecha de su labio, las perlas de sudor también empezaban a correr por la pecosa piel.



— Yo creo que estás listo, mas te vale, apretar así de rico mi pene ¿Entendiste?


El pecoso no pudo ni contestar cuando su cuerpo fue movido tan fácilmente como si fuera una pluma débil sin peso, notando que el rubio se quitaba sus pantalones mojados y su boxer, dejando ver la erección, el pecoso sonrió, no fue el único que estaba sufriendo por querer liberar su placer.


Esta vez el rubio acomodo al cantante para quedar frente a frente, viendo con morbo la espalda pecosa en el reflejo y como su erección dura, caliente y necesitada chocaba en las jugosas nalgas pecosas.


Sin esperar mucho, tomó los dos montículos de carne, separándolos para ir guiando hacía abajo el cuerpo del joven de hebras verdosas el cual se aferró a la fornida espalda del rubio dejando salir agudos sonidos de éxtasis.


Ninguno se movió cuando sus cuerpo al fin se fusionaron, ambos con un agradable cosquilleo en sus vientres, pero también debían ser pacientes por más que desearan empezar a tener sexo desenfrenado.


Las manos pecosas del cantante se enredaron en el suave cabello rubio, necesitaba su soporte, juntaron sus bocas, un beso más guiado, pero con la misma energía de necesidad y cruda sensación de pasión carnal.



— Hazlo fuerte, Kacchan... - La voz del pecoso resonó en un suave susurro, parece que no tenía sentido de preservación, el miembro del rubio se endureció más por esa deliciosa expresión hizo que una llama se encendiera dentro del rubio, bueno, él iba a complacer a esa belleza.


Sus manos fuertes tomaron con decisión la cadera del pecoso y pronto empezó a mover su cadera para embestir el cuerpo de Izuku, el cual comenzó a gemir aferrándose con fuerza al cuerpo contrario, una mano en los rubios cabellos, la otra clavando sus uñas a la espalda de Katsuki, sus piernas se aferraron a su cadera y fue que recordaron un punto importante.


— Puta madre... El condón, Deku... - Pero el artista apretó aún más sus piernas, ni loco dejaba ir esa erección que estaba llenando su interior, llevó sus suaves manos a las mejillas del rubio.


— Estoy limpio y confío en que tu igual... Así que solo sigue - Suplicó el pecoso, ¿Quién podía negarse a esa carita de mirada inocente pero llena de perversión?


— Si así te gusta este juego, así lo haremos, Izuku - El cantante soltó otro sucio sonido de placer, su nombre se había sentido como si el rubio jugará con cada letra como si fuera un caramelo deshaciéndose lentamente por el calor de su boca.


La respiración arrítmica de ambos, entregándose al pecado del placer, con los sucios sonidos de chapoteo por los fluidos y frotes entre los cuerpos, la boca del rubio parecía haberse vuelta adicta a degustar el cuello del pecoso, lamiendo, besando y mordiendo.


El joven artista solo disfrutaba de su interior ser llenado y expandido, sus piernas temblaban, sentía su gordo y bien formado trasero chocar contra los fuertes muslos del rubio, nunca había sentido tanto placer como en ese momento.


Katsuki aceleró el ritmo, sabiendo que ambos estaban por llegar al delicioso y esperado éxtasis, sedientos de llenar sus cuerpos de una explosión de goce, de complacencia.


Y no tardó mucho para eso, por la posición, el rubio descargó todo su semen en el interior del pecoso, jadeando por sentir las cálidas paredes apretarse mientras el orgasmo llegaba como olas a su cuerpo, para Deku la situación no era diferente, manchando el cuerpo de ambos con los hilos de viscoso líquido blanco.


Sus respiraciones descompensadas era el único sonido que ahora se percibía bajo el caliente ambiente, ambos compartieron una mirada agotada y desenfocada, habían probado las mieles del deleite concúbito, lo que siempre llamaban "Fruto prohibido" y esperaban que esa unión prohibida no terminará nunca.


Esta vez fue Katsuki el que tomó los cabellos rizados del contrario, atrayendo al pecoso en un beso impío, el cuerpo de ambos temblando hasta desplomarse juntos en la cama, el calor de la pasión seguía ahí, como una trampa en la que ambos deseaban caer un sin fin de veces para compartir esa maravillosa ambrosía sexual.



Ufff, al finMe gusto la idea de juntar la inexperiencia con la necesidad sexual errática, espero les haya gustado tambiénUstedes siempre usen condón no sean como nuestros homosexuales favoritos c:<

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.



Ufff, al fin

Me gusto la idea de juntar la inexperiencia con la necesidad sexual errática, espero les haya gustado también

Ustedes siempre usen condón no sean como nuestros homosexuales favoritos c:<

OWN MY MIND [Bakudeku]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن