Hay tan solo una regla para ser reina: casarse con un hombre con sangre de oro.
Iris von Seinfeld, una princesa obligada a casarse con un hombre que prácticamente no conoce, es hija del rey y la reina de Knoxville, Alemania. De cara al público parec...
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REUBEN
Un mes y medio después
Durante el último mes todos hemos estado tan ocupados en nuestras propias responsabilidades que apenas hemos tenido tiempo para reunirnos. La vida ha sido una montaña rusa de tareas, compromisos y obligaciones, dejándonos agotados y sin apenas tiempo para el descanso.
Iris trabaja codo con codo con Maya en todo lo referente a las leyes monárquicas, Declan trabaja en su propia empresa para que nadie sospeche sobre nuestros planes y yo llevo ocupado en mi trabajo de escolta desde que terminaron los cumpleaños de las hijas del rey.
Una vez comenzado el mes de octubre, todo se volvió un lío en el palacio.
Empezaron las preparaciones de la boda y la coronación. Cada día Iris se tiene que ir a probar un vestido nuevo para complacer a su madre y a la de Declan.
Cada mañana al despertarnos llora al saber que tiene que ir con ellas a estar presente en las decisiones que tomen por ella. Odio verla tan indefensa que me gustaría poder estar con ella, apoyándola en esos momentos, pero se me negó el paso la primera vez que la acompañé a esas reuniones con la mujer que organizaba la boda.
Iris se negaba a dejarme ir, pero al final su padre me encargó otro trabajo debido a que la princesa no estaba en peligro estando en casa.
Lo odié en ese momento, pero luego me calmé al darme cuenta de que tenía razón y no debería de hacer un espectáculo por algo así. El rey no tenía la culpa de nada.
Sé que en secreto Iris está preparando la boda de sus sueños por una libreta que encontré en el suelo de su habitación. No pude evitar sonreír al ver que quería una boda pequeña al aire libre, incluso había dibujos de bocetos para vestidos no tan despampanantes como los que se probaba cada día.
Los que estaban ahí estaban creados por su hermana, vestidos que son considerados como sencillos para una boda como la que tendría con Declan.
Había todo tipo de cosas en esa libreta, con esa información se podría hacer una boda perfectamente.
No le dije que la había visto porque sabía que se avergonzaría al saber que conocía sus deseos. Siempre se sonroja al contarme uno de sus sueños o deseos.
Si le dijera que quería una boda así para nosotros, probablemente se moriría de vergüenza.
Y es cierto, quiero que ella sea mi esposa en algún momento de nuestras vidas si es posible. Ahora que veía un futuro más claro, tenía más expectativas para nuestra relación.
Esta misma mañana en el desayuno, el rey pidió que Iris fuera a hablar con él en su despacho. Además, también me pareció raro que llamara a Declan.
Así que por eso ahora estoy esperando a que los tres salgan del despacho para que Iris me diga sobre lo que han hablado. Me da miedo que el rey esté influenciado por su padre y haga un movimiento inesperado, pero, por otra parte, no creo que Anton sea una mala persona a ese nivel y le haga daño a su propia hija.
