❪ 𝟑𝟗 ❫

3.2K 276 271
                                    

CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE | LA PALABRA CON T !




Una vez que llegué en donde sería la sesión de fotos de los chicos, toqué la puerta del camerino dos veces por las dudas que alguno se estuviera cambiando o algo por el estilo, para evitar momentos incómodos pues. No quería decir que fue por experiencia pero... Fue cuestión de segundos para que la puerta fuera abierta. Con Lexi nos dimos una mirada al observar a la persona que nos abrió, era una chica morena, con cabello afro muy bonito y algunos tatuajes en sus brazos, tenía las pestañas largas y arqueadas, y una perforación en su nariz.

Sonreí al verla.

— Hola... tú debes ser Vanessa, ¿verdad? —saludé animada. Bill me había hablado de ella, era la nueva maquilladora y estilista ahora que Maggie se había tomado unas vacaciones y estaba recorriendo todas las playas de Centroamérica, que envidia la verdad.

La susodicha sonrió con timidez, para luego darnos un asentimiento con la cabeza, abriendo aún más la puerta.

— Ustedes deben ser Emma y Lexi, los chicos no paran de hablar de ustedes —mencionó algo risueña, para hacerse a un lado y dejarnos pasar—. Es un gusto conocerlas al fin.

— Lo mismo —contestó la rubia, correspondiéndole la sonrisa. Pues la verdad tenía pinta de ser bastante agradable, y aparte tenía un estilo muy lindo. Ojalá podamos ser amigas.

— ¡Hola, mi amor! —los chicos comenzaron a reír al escuchar el grito de Tom. Al parecer era su turno de ser maquillado porque estaba sentado en una de las sillas frente al espejo, rápidamente me acerqué bajo las burlas de los demás para saludarlo con un beso en los labios—. Te extrañé.

— Pero nos vimos esta mañana —musité, soltando una risita, para luego alejarme y dejar que Vanessa continuara con su trabajo. Sabía que no tenían tiempo que perder y yo no quería estar en medio molestando.

— Bueno te extrañé igual —Tom frunció el ceño, encogiéndose de hombros. Le guiñé el ojo por el reflejo del espejo para voltearme y saludar a los demás. Bill me recibió con un abrazo de oso, como suele decirles, mientras Gus y Georg hacían sonidos de besos imitándonos a Tom y a mí.

— Lo que hace la envidia —me crucé de brazos, observándolos de manera retadora—. El día que tengan novia ya los quiero ver.

— Como sea, estamos por jugar al UNO, ¿te unes? —Georg hizo un gesto con la mano, restándole importancia. Dios mío con ese juego, imagínense nomás que los lleve a un casino. Se volverían adictos y no los sacaba más.

No pude contestar ya que la puerta sonó otra vez. Gustav, al notar que Vanessa estaba ocupada terminando de arreglar las trenzas de Tom se ofreció indirectamente a abrirla él, por lo que Georg comenzó a mezclar la baraja de cartas. Lexi ya había tomado asiento en el sofá junto con Bill por lo que no me quedaba otra opción más que jugar.

— Oh, hola, Patrick. Ya casi estamos listos.

Silencio, sepulcral silencio.

Si no contamos como Georg se aguantó la risa.

— Bueno, solo era para avisarles que está todo listo —avisó, dando una mirada general y sonrió sorprendido al verme, pues ya hace unos días no nos cruzábamos y quizás no se esperaba que los acompañara esta vez—. Hola, Emma.

shameless ;  ❪   tom kaulitz.   ❫Where stories live. Discover now