Giros II: Vista al pasado

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⚠️ AVISO ⚠️

Este escrito forma parte de Giros, no afecta si no lees una parte sin la otra, ya que este es el pasado y explica brevemente como se conocieron.

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Es muy egoísta pensar que el humano es el único ser que existe en la tierra, hay personas que nacen con habilidades especiales y pasan las costumbres de generación en generación.
Conforme a la evolución de la humanidad donde todo es comprobado con el método científico se detuvieron ciertas creencias que no pasaban por dicho método, pero debe quedar claro que brujas, magos, hombres lobo, nahuales, espiritistas entre muchos otros, existen entre nosotros ocultos para no ser señalados ni criticados.

Izuku Midoriya, desde muy a corta edad podía observar seres que se supone ya partieron, siendo solo un niño de siete años su madre lo encontraba platicando solo, acción que la ponía temerosa a que tuviese una enfermedad mental. Pero todo cambió cuándo empezó a hablar con alguien que le decía papá, el padre de Izuku falleció mucho antes de que él naciera incluso no llegó a enterarse que él llegaría a este mundo nunca supo que Inko estaba embarazada.
Cuando ella le preguntó ciertos sucesos como dónde fue su primera cita, que sucedió cuando le propuso matrimonio o situaciones muy específicas donde solo lo vivieron ellos dos y su hijo respondió correctamente al preguntarle supuestamente a su padre, entonces creyó en la habilidad de su hijo, en uno donde podía hablar con almas o espíritus llámale como gustes.
Al pasar los años dicha habilidad solo fue el incremento nunca se detuvo, sin embargo el pecoso empezó a cuidar sus espaldas, se dio cuenta que lo que él hacía no era del todo normal, sus compañeros se burlaban si empezaba a hablar de la nada con alguien todos empezaron a llamarle loco o esquizofrénico.
En su adolescencia al ingresar la preparatoria se encontró con un compañero con una vibra extrañamente agresiva, entonces mantuvo su distancia y no quería nada de relación con él. A diferencia de ese chico rubio se notaba que le llamaba la atención y buscaba cualquier excusa para hablarle cosa que lo ponía nervioso.
Hasta que un día supo el porqué, su padre nunca se despegó de él, iba a todas partes y un día cuando les tocó hacer el aseo y estaban solos con ese chico rubio Bakugo, tomó uno de sus extraños collares donde por primera vez miro una luz roja que salía dentro de él el alma de su padre retrocedió e Izuku entró en pánico

—¡No! — se puso frente al alma —¡No lo lastimes! Es mi padre.

Katsuki curveo su ceja, comprobando que ese chico pecoso podía ver las almas.
— Punto número uno, no puedo lastimar a un espiritu. Punto número dos él ya no pertenece aquí, debe irse.

El peliverde mira a su padre con pesar, tienen años conviviendo mucho, le es difícil dejarlo ir.
—No, yo lo necesito.

—Ya veo, sus cadenas — apunta hacia los brazos  donde se muestran pesados fierros —son por tu culpa. Estás siendo muy egoísta, él ya debe partir no pertenece aquí, déjalo descansar. — El pecoso cierra los ojos con fuerza para negar con su cabeza con gran velocidad. — Hey — se aproxima a sujetar esas regordetas mejillas que por tanto tiempo ha tenido ganas de sostener — estará bien y tú también, tiene suerte de continuar esa alma pura, lo has cuidado bien, pero si continúa aquí se hará un espectro y no querrás verlo tratar de lastimarte por querer controlar tu cuerpo.

El pecoso retrocedió para no tener contacto.
—¿Cómo sabes eso? ¿Cómo puedo creer en tí?

—Principalmente porque yo también puedo verlo, heredaste la forma tan peculiar y desordenada de su cabello. — Agita un poco su esponjoso pelo verde importando poco el espacio personal — además yo me dedico a esto, para que no existan los exorcismos ni nada de ello, debo equilibrar lo más que pueda al mundo. No somos tan diferentes.

El corazón de Izuku se sobresalto, bueno debe admitir que es la primera vez que le pasa eso pero ¿Y si le están jugando una broma?
—¿A qué te refieres?

—Tu raza y la mía nos relacionan, eres un ser de luz, llegaste a este mundo a ayudar, tienes habilidades sobrenaturales y puedo comprobarlo.

Toma su mano para ponerlo en su pecho, se miran directamente a los ojos y ahí es dónde de inmediato la mente de Izuku viaja, observa la familia de Bakugo, nota como se transforman en un canino grande, fuerte, feroz y aullador, un lobo. Sus entrenamientos, de como esos extraños collares sirven para combatir seres sobrenaturales de todo tipo.

Todas las dudas se despejaron, no estaba loco existe un mundo mucho más grande.
—¿Cómo hiciste eso?

El rubio le regala una sonrisa al gustarle la expresión que hizo.
—Yo no lo hice fuiste tú, hay dos partes del humano que no puedes engañar ni mentir, el corazón y la mirada, cuando haces conexión con ambos tienes una especie de visión, porque repito eres un ser de luz, mejor conocido como ángel caído. Tu misión es salvar a la humanidad evitando que se mezclen con lo espiritual. 

El menor juega con sus dedos nervioso por la siguiente pregunta.
—Entonces tu, ¿Realmente eres...?

—Un hombre lobo, los mejores para combatir cuerpo a cuerpo. —Expresa con orgullo —Nuestra fuerza es la clave de la victoria. — Sujeta a Izuku de los hombros para hacerlo girar — Ahora, cumple tu primera misión, libera a tu padre y haz que parta a su descanso eterno.

Aún con pesar, se pone frente a él, quien solo observa atento.
—Papá — ladea su cabeza esa fría alma — he disfrutado mucho estos años contigo, creeme que nada me hace más feliz que tenerte a mi lado — concluye con un gran nudo en la garganta — pero pensar que no estás descansando, me llena de culpa. No tienes que continuar a mi lado, puedes irte, mamá está bien, yo igual nos cuidaremos juntos, así que ve a descansar. No tienes nada que hacer aquí, te libero de esta carga.— las cadenas se evaporan frente a ellos.

—Ahora dale el último adiós. — ordena Katsuki, da un leve empujón.

Izuku abraza a su padre, con lágrimas en los ojos, siente como poco a poco su presencia y energía desaparece.

— Gracias.... Izuku — Se escucha por última vez la voz masculina en un eco, partiendo a la nada.

Unos leves sollozos salen del pecoso, limpia sus lágrimas pero de inmediato salen una tras otra.
—Lo hiciste bien — la mirada fría hacía su persona no parecía conforme con esa respuesta — se que te duele, pero tranquilo, después de que pase el duelo de su partida, pensarás con claridad, ¿Cuánto tiene de fallecido?

— Dieciocho. — Responde mientras succiona su nariz.

—¿Días? ¿Meses?

—Años, tiene dieciocho años que falleció, ni siquiera supo de mi existencia. — Concluye con dolor.

Katsuki se congeló ¿cómo puede ser posible tantos años y ese alma no se haya corrompido? No lastimó, dónde en general no hizo nada malo. Eso definitivamente no era normal, pero al parecer ese chico tampoco lo era. Ahí se dio cuenta de lo especial que era Izuku Midoriya y que sería un excelente compañero para sus combates sin darse cuenta que en el futuro sería también el compañero de su corazón.

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Tal vez no es lo que querían pero fue lo que salió 😩 preferí explicar de dónde viene todo ❤️
En el futuro primero escribir algo más extenso del tema paranormal/espiritual.

~Naty Bemon 🫀

Drabbles BakuDeku/DekuBaku Where stories live. Discover now