Introducción

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El de rubios cabellos miraba de reojo a su acompañante quien se había quedado dormido en el asiento del copiloto.

Manejaba tranquilamente, pronto llegarían a aquella casa que habían alquilado.

Se habían ido rápido.

Apenas tuvieron tiempo de hacer las maletas y alistarse.

Tomaron el auto del estadounidense y se fueron lo más lejos que pudieron.

El sol caía sobre sus ojos, era un día muy lindo como para la situación a la que se enfrentaban.

No sé quejaba. Su plan, aunque fue improvisado, logro salir bien después de todo.

Se había quedado pensando en lo ocurrido, hasta que sintió aquel leve movimiento.

Miro una vez más.

-Se que llevas despierto hace rato.- habló el de lentes.

No obtuvo respuesta.

Pensó en que decir detenidamente. Lo que estaba ocurriendo era una locura y sabía que el de cabellos negros se sentiría mal.

Volvió a mirar hacia su derecha.

-Estaremos bien... Nada nos ocurrirá ahora.- soltó.

-Se que... Estás asustado, también lo estoy... Lo que hicimos es una locura. Pero... Si no hacíamos algo... Quien sabe dónde estarías ahora.- dijo.

El silencio reinó.

El contrario parecía no querer hablar.

USA detuvo el auto. Orillandose a un lado de la carretera.

No saco las manos del volante. Simplemente dejo estás sobre el y agachó la mirada.

-Perú, por favor...-

-¿Por qué lo hiciste?- escucho por fin su voz.

El estadounidense levanto la mirada hacia el contrario, quien yacía arrecostado contra la ventana del asiento del copiloto.

-Yo... No... No lo sé.- respondió.

-¿No sabes?- preguntó otra vez.

Está vez quien se quedó en silencio fue aquel al volante.

USA miro otra vez hacia delante, apreciando como el sol apenas salía.

-Lo suponía.-

Perú se acomodo, tomando asiento una vez más.

Su expresión estaba cansada. Por más que había intentado descansar, no lo había logrado bien.

Ninguno se miró.

Ambos callaron.

El sonido del viento y de uno que otro auto que pasaba eran incómodos incluso para los dos.

USA se arrecosto un poco, necesitaba relajarse.

-No podía dejar... Que te hicieran esto.- respondió.

Perú le miro.

Se le notaba más que incómodo.

-Si te soy honesto... No. No sé por qué lo hice.- siguió.

-Dejarte sin más, a tu suerte, frente a aquellos idiotas mientras que nadie más se digno a interrumpirlos o siquiera hablar por ti. Fue...- se hundió un poco en su asiento. -Inaceptable.- agrego con ese tono tan molesto.

-Los odio... ¿Qué mierda se creen?... Si, entiendo que trabajemos para ellos. Pero... ¿Decidir si vivimos o no?...- preguntó.

-USA, yo estaba listo.- respondió en ese tono molesto el peruano.

[USPER] Two birdsWhere stories live. Discover now