Capítulo I

599 53 8
                                    

POV Terry

Y que, si corriera a buscarla, no puedo más con esto, siento que estoy cayendo en un abismo, ya ni el alcohol adormece mi dolor.

- ¡Oye muchacho!, ya estamos por cerrar, será mejor que te retires.

- ¡Usted no me va a decir que hacer y sírvame otra botella!, ¿Qué no ve quién soy?, ¡Soy Terrence Graham, el gran actor de Broadway!

-No me hagas reír, aquí tu solo eres, un borracho, que solo bebe, para olvidar su fracaso.

- ¡Como te atreves, no sabes con quien te estás metiendo!

- ¡Ay si, su excelencia!, discúlpeme, pero es hora de que se marche.

- ¡No déjenme!, ¡No me toquen!

Sentí un golpe en mi cara y como mi cuerpo cayó directo al suelo.

Me levanté tambaleando y caminé balanceándome de un lado a otro, estaba muy mareado, mi mirada era borrosa, pero conocía muy bien el camino hacia mi departamento.

Todos los días se repetía la misma rutina, acudía a ese bar, al terminar la función de ese teatro de mala muerte en el que trabajaba, era lo único que podía obtener, después de haber sido echado por Roberts de su prestigioso teatro.

Flash back:

- ¡Terrence, esto ya no lo voy a tolerar!, es la tercera vez que nos dejas plantados, y tenemos que posponer la función por tu irresponsabilidad, y encima te presentas en ese deplorable estado, cuando no sabes ni quien eres.

- ¡Si yo soy Terrence Graham, el primer actor de Broadway! - Dije haciendo una reverencia y cayendo al suelo por el estado ebrio en el que me encontraba.

- ¡Fuera Terrence!, me das mucha pena, no entiendo cuál fue el motivo para que arruinaras así tu vida.

- ¡Silencio!, no te permito que la nombres, ella es un ángel, que no merece ser pronunciado en tus labios, pues al nombrarlo ensucias su nombre.

- ¡Basta Terrence, toma tus cosas y márchate!

***

Entro a mi departamento, el cual se encuentra, todo oscuro y vacío, tropiezo, con objetos los cuales he tirado por mi ira incontrolable, que me ataca, en esta triste soledad.

Solo el piano he podido conservar. Estoy a punto de que me echen por mi falta de pago de alquiler de este departamento, pero mi piano, es mi único alivio, el que me tranquiliza y no he querido deshacerme de él.

Empiezo a tocarlo, mis dedos se mueven solos, y la música, me lleva a esos lugares, cuando aún era feliz con ella, incluso recuerdo la melodía que mi madre tocaba para mí, cuando era un niño.

Sigo tocando, hasta que mis ojos se cierran, y mi cuerpo cae vencido sobre el piano, por el cansancio y sueño.

Abro los ojos, cuando el sol se cuela por la ventana y da de lleno en mi cara, renuente, me incorporo y me dirijo a tomar una ducha.

Al salir de la ducha, tocan mi puerta y deslizan una nota por debajo.

Terry:

Cuánto tiempo más tengo que soportar para que te dignes en verme, no puedo más con esta situación, mi madre insiste en que debemos marcharnos e irnos a vivir fuera de la ciudad, con la única familia que nos queda, pero yo no quiero, Terrence yo te necesito, tienes que volver a mí, ¡entiendes!, no puedo vivir sin ti, vuelve Terrence ¡por favor!

Tuya por siempre: Susana Marlow.

Arrugo la hoja entre mis manos, y la lanzo junto con las demás, sin importarme su contenido.

Mi corazón está muerto, Susana esta mejor sin mí, no soy buena compañía para nadie, será mejor que desista y se marche, yo no podré hacerla feliz.

Quedan pocas horas para asistir a esa porquería de teatro, pero es el único trabajo que he encontrado, nadie quiere contratarme, después de mi mala fama, la cual me la gané a pulso, ya no es fácil confiar en alguien como yo.

Antes de llegar al teatro, me detengo en una tienda a comprar el licor, que hace darme el valor, para actuar ante ese público morboso, que solo va a ser testigo de mi rotundo fracaso como actor.

Mis compañeros de reparto, son un asco, no tienen ni una pizca de talento, y esa mujer regordeta, que actúa como mi pareja, no hace más que tocarme descaradamente y acosarme directamente, ni, aunque fuera la última mujer de la tierra me acostaría con ella, es más no quiero a ninguna otra mujer, yo solo la quiero a ella.

Después del segundo acto, mis pies se tambalean, escucho los abucheos del público, y siento como me golpean algunos objetos, que son lanzados por mi pésima actuación.

Cuando de repente un destello de luz, hace girar mi cabeza y poner mis ojos ante el público.

¿Qué es lo que ven mis ojos?, ¿Acaso es mi ángel, que llora por mi eminente fracaso?

¡No amor no llores! Lo menos que quiero es ser el causante de tu sufrimiento, me tropiezo y caigo al suelo y escondo mi cabeza, no quiero que me vea así, ¡Tu no amor!, ¡Tu no mereces esto! ¡No soy digno de ti! Y siento como mis lágrimas salen de mis ojos sin control. 

¿Quién soy sin ti?Where stories live. Discover now