Destino // Spideypool //

capitulo 20

Durante la hospitalización de Gwen los agentes habían decidido extenderles el tiempo de visita en París, todo esto para que ella no tuviera que vivir su recuperación sola, el que ella estuviera cómoda era una nueva misión que Peter estaba dispuesto a cumplir, después de todo seguía siendo su amiga y la quería muchísimo como para dejarla de lado, Wade había accedido a estar más tiempo en esa hermosa ciudad, una de las razones principales era que quería seguir de vacaciones con Peter, pero aunque no lo pareciera también se preocupaba por Gwen.
Cada día Peter la visitaba en el hospital, le dejaba algunas flores y se mantenía atento al teléfono cada que salía por si era alguna llamada del hospital, pasaba alrededor de 6 horas con Gwen y el resto del tiempo pendiente del teléfono por cualquier situación.
Wade durante ese tiempo nunca reprochó, estaba de acuerdo con que Peter la visitara porque después de todo ella estaba hasta cierto punto grave, los primeros días la rubia se veia terrible pero a medida que pasaba el tiempo su aspecto y salud mejoraban considerablemente, Peter también le había explicado que la recuperación sería más rápida pues su genética no era común y tanto ella como él solían recuperarse de heridas graves muy fácilmente.
Aunque el ex mercenario fuera muy comprensivo e intentara ayudar, llegó un punto dónde incluso comenzó a molestarse por las actitudes que tomaba la chica, él sabía claramente que la rubia podía mover las manos pero ella gozaba de burlarse en su cara.
Ella le insistía a Peter que la ayudara a poder alimentarse argumentando que le dolía demasiado hacer ciertos movimientos, y como él era muy noble le daba de comer en la boca, ante esto Gwen le sonreía cínicamente a Wade cada vez que Peter no la miraba, era como una especie de venganza pequeña y ridícula.

Una burla porque sabía que Peter nunca había tratado así a Wade, pero no pasaba más alla de una broma, Gwen sabía que Peter era feliz con él así que solo quería disfrutar un poco de diversión antes de irse de nuevo a su ciudad.

Todos los días Wade seguía la misma rutina al pie de la letra, primero se levantaba con Peter demasiado amoroso, disfrutaba desayunar con él y charlar un poco mientras sonreían y se daban algunos chistes bobos entre pareja, era como si vivieran juntos, al menos era lo que intentaba imaginar, una rutina muy linda con su novio y lo disfrutaba pero se derrumbaba todo cuando iban al hospital y de nuevo toda la atención del castaño era dirigida a su querida amiga.
Después de aguantar burlas y platicas aburridas era cuando por fin salían del hospital Peter dormía un poco y posterior a eso salían a visitar algún sitio turístico de la hermosa ciudad.

Lo que más disfrutaba eran aquellas horas del día, donde solo eran dos contra el mundo, nada más que eso.

En una ocasión se encontraba Wade de nuevo escuchando la aburridisima conversación de Gwen con Peter, ellos charlaban sobre todo lo que habían hecho tras estar incomunicados por mucho tiempo, Wade estaba más que aburrido y deseaba urgentemente ir al baño, salió de la habitación y corrió al inodoro más cercano, en el camino se chocó con una enfermera pero no le dió mucha importancia, así que solo dijo un " lo siento" para seguir con su camino.

Tras haber salido del baño pudo escuchar una voz seguido del ruido de unos tacones conocidos, se giró inmediatamente y ahí estaba justo frente a él, la chica con la que había pasado mayor parte de su vida, aquella a la que le juró un amor puro y sincero, totalmente idéntica a la última vez que habían hablado, con la misma sonrisa y los mismos ojos, no había duda de que era ella, tenía un uniforme de enfermera y estaba mirándolo tan sorprendida como él a ella.

Por unos instantes sus recuerdos pasaron por su mente como película y de nuevo se encontró donde antes, en aquel día en el que la conoció, los mismos detalles grabados en su memoria, el cabello corto de la chica y su casual rudeza inigualable, ella había sido para él una pieza importante, pero solo era un recuerdo.
Vanessa se acercó con temor y pena, no sabía cómo reaccionaria aquel, la chica acercó suavemente su mano a la mejilla de él y soltó casi como un susurro " eres tú " una sonrisa se formó en la cara de la chica y Wade no podía estar más nervioso, pero antes de ser tocado se apartó rápidamente y giró en dirección opuesta, continuó caminando sin parar hasta la habitación del hospital donde se encontraban Gwen y Peter.
Peter se desconcertó al ver la forma repentina en la que había entrado, se levantó para saber qué sucedia y Wade solo tomó su mano para salir de la habitación a algún lugar más privado, Peter lo siguió porque sentía que algo iba mal pero tenía miedo de preguntar el que.