Capítulo 5

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They left us alone

The kids in the dark

To burn out forever

Or light up a spark

We come together

State of the art

We'll never surrender

The kids in the dark

-All Time Low

"¿Qué se supone que signifique eso? Tremenda estupidez"

¿ALGUNA vez has llegado a casa y te has encontrado tu habitación hecha un lío?

¿Acaso algún alma caritativa [Sally] ha intentado "limpiarla" y, de repente, ya no logras encontrar nada?

E incluso si no falta nada, ¿no has tenido la inquietante sensación de que alguien había estado husmeando entre tus pertenencias y sacándole el polvo a todo con cera abrillantadora al limón?

Así es como me sentí al ver el Campamento Mestizo de nuevo.

A primera vista, las cosas no parecían tan diferentes. La Casa Grande seguía en su sitio, con su tejado azul a dos aguas y su galería cubierta alrededor; los campos de fresas seguían tostándose al sol. Los mismos edificios griegos con sus blancas columnas continuaban diseminados por el valle: el anfiteatro, el ruedo de arena y el pabellón del comedor, desde donde se dominaba el estuario de Long Island Sound. Y acurrucadas entre los bosques y el arroyo, las cabañas de siempre: un estrafalario conjunto de doce edificios, cada uno de los cuales representaba a un dios del Olimpo.

Pero ahora el peligro estaba en el aire y podías percibir que algo iba mal; en vez de jugar al voleibol en la arena, los consejeros y los sátiros estaban almacenando armas en el cobertizo de las herramientas.

En el lindero del bosque había ninfas armadas con arcos y flechas charlando inquietas, y el bosque mismo tenía un aspecto enfermizo, la hierba del prado se había vuelto de un pálido amarillo y las marcas de fuego en la ladera de la colina resaltaban como feas cicatrices.

Alguien había desbaratado mi lugar preferido de este mundo, y no me sentía... bueno, ni medianamente contento.

Mientras nos encaminábamos a la Casa Grande, reconocí a mis hermanos, los Stoll, pero nadie se detuvo a charlar.

Nadie nos dio la bienvenida.

Algunos reaccionaron al ver a Tyson, pero la mayoría pasó de largo con aire sombrío y continuó con sus tareas, como llevar mensajes o acarrear espadas para que las afilasen en las piedras de amolar.

El campamento parecía una escuela militar, y sé de lo que hablo, créeme, a mí me habían expulsado de un par.

Incluso estuvieron apunto de meterme en uno en mi vida pasada.

Nada de todo eso le importaba a Tyson, pues estaba absolutamente fascinado por lo que veía.

¿Qués-eso? ─preguntó asombrado.

Los establos de los pegasos ─le dijo Percy

Los caballos voladores ─añadí yo.

¿Qués-eso?

Ah... los baños.

¿Qués-eso?

The raise of a g̶a̶y̶ king #⁰²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora