capítulo -4-

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-señorito Gogol- dijo el director del monasterio observandome cuál si tuviera una muy mala noticia

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-señorito Gogol- dijo el director del monasterio observandome cuál si tuviera una muy mala noticia

-que sucede?- interrogé ladeando la cabeza

-es sobre tu padre- dijo el señor kunikida más serio de habitual

Mi... padre?...

Hice una mueca de sorpresa

El jamás tubo el valor de verme en años, debido a la muerte de mi madre, jamás se interesó en mi, ni siquiera una mísera carta en años...

-el duque desea que su primogénito venga a la capital para tomar su lugar como hijo de su alteza- aquellas palabras me tomaron por sorpresa, pues en el pasado esto no sucedió hasta dentro de dos años más

Giré mi rostro implorante, observando a la señorita Akiko y el señor kunikida, sus rostros tan solo reflejaban tristeza

-la comitiva con dirección al palacio partirá dentro de poco tiempo, le sugiero que se despida apropiadamente, señorito gogol- dijo el hombre de tez clara que hacía de mensajero

-no iré- dije firme, aferrándome al vestido de la señorita Akiko, que se mantenía neutral ante la situación

-nikolai- el señor kunikida se arrodilló frente a mi para igualar mi altura -debes ir, es tu padre-

-no, no iré, no los dejaré aquí-

-estaremos bien, te espera un brillante futuro en la capital, no puedes desaprovechar esta gran oportunidad-

-kunikida tiene razón, debes irte-

Si bien sabía que este momento llegaría jamás creí que sería tan pronto, no deseaba abandonar la vida que aquí llevaba, en especial porque la capital es considerada un matadero para los jóvenes de la nobleza

-...

Me mantuve firme en mi decisión, pues no quería abandonar este lugar, por más nefasto que fuera, le había tomado cariño

El señor kunikida asintió suavemente en dirección a los caballeros que aguardaban que subiera al resplandeciente carruaje, con finos detalles, dignos de un noble

Uno de ellos me cargó hasta estar dentro del carruaje, aún en contra de mi voluntad

-hey! ¡¿Que cree que hace?! Suelteme! Suelteme!-

Y así es como mi momento dramático fué arruinado por un persiste caballero que no se rendía en su intento de hacer que yo me calmara y cooperase

Podía observar como el monasterio se hacía cada vez más pequeño a medida que la comitiva avanzaba por la resplandeciente pradera que estaba a su máximo esplendor debido a la estación en la que nos encontrabamos

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2023 ⏰

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