MONGREL- Sunki♡

XIII

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-¿Sabes cómo hacerlo?-  Ni-ki preguntó viendo a Sunoo encima de él.

-No... pero puedo aprender- saltar era difícil así que empezó a mover sus caderas en círculos y luego de adelante para atrás sintiéndolo todo en el fondo de él -Ah~

-Lo haces bien- sujetaba sus caderas mientras se movía.

-¿T-te gusta?- se movía lento, pero era muy difícil hacerlo más rápido, aunque trataba de mantenerse constante, la estimulacion combinada con el cansancio era totalmente placentera.

-Me encanta- aunque era algo lento para él, era una lenta y tortuosa estimulacion. 

-M-más adentro- trató de saltar, empujando más abajo sus caderas para sentir más a Ni-ki, pronto empezó a saltar más rápido.

-¿Más adentro?- entre sus dos manos sujetó sus nalgas, separandolas a la par, moviéndose a la par de Sunoo, embistiendo su interior,  llegando tan profundo que Sunoo perdió el equilibrio arqueando su espalda para atrás sosteniéndose de las rodillas de Ni-ki para no caer, ahí fue cuando se vio algo sobresalir en su vientre, un bulto que señalaba hasta donde estaba Ni-ki. 

-¡¡Ah!!- era un pequeño grito pues era totalmente diferente a lo que sé podría haber imaginado antes de experimentarlo.

-Mira, estoy aquí- presionó ese bulto provocando un fuerte y sonoro gemido en Sunoo viendo cómo se corrió en ese momento.

-Y-yo... ah~... Ni-ki... y-yo...

-Es muy cruel que tu termines antes que yo- agarró su cadera, colocando a Sunoo debajo de nuevo.

-Y-yo estoy sensible, acabo de--

-Pero yo no- le dio la vuelta, sujetando su muñeca derecha, embistiendo con ayuda de ese impulso.

-¡Ah!- sus brazos no tenían fuerza.

Estaba de cara contra las sábanas, con su cadera levantada para que Ni-ki entrará lo más adentro posible.

-¡P-por favor! ¡S-solo un respiro! ¡Ah!

-Solo un poco más- y dentro de poco, volvió a correrse dentro viendo que el interior de su príncipe estaba comenzando a rebalsar.

-¡Ni-ki!- su cuerpo temblaba, estaba tan metido en las sensaciones que no sentía nada más que eso- su cabeza era un desastre, solo podía pensar en Ni-ki y en lo bien que se estaba sintiendo todo.

-Respira, ¿quieres un poco de agua?- aún no salía de su interior, pero le dio la vuelta para estar cara a cara.

-S-sí.. por favor- sentía espasmos por todo su cuerpo, sin poder respirar del todo bien.

-Bien- tomó el vaso de agua que siempre estaba en su habitación y sin tratarlo se lo pasó por medio de un beso.

Vio como Sunoo lo tragaba de inmediato, sonriendo en el acto.

Ni-ki empezó a besar su mejilla, bajando por su mandíbula hasta un poco abajo de su oreja, donde susurró algo que paralizó a Sunoo, dejando sus mejillas rojas. 

-N-no digas... esa clase de cosas- se cubrió el rostro con sus manos, cerrando sus piernas de igual modo.

-Mantenlas abiertas- sujetó sus rodillas haciéndose paso otra vez en medio de estas. -Aún no hemos terminado.

-P-pero yo estoy cansado...

-Y yo estuve esperando a encontrarte toda mi vida, no sabes lo emocionado que estoy de llenarte por completo- besó su cuello creando un chupetón-y que todos sepan, que eres mío.

-Deja de decir esas cosas... me da vergüenza.

-¿Porqué te avergüenzas?- besó su mejilla -con alguien tan bonito como tu, hacer esto es lo mejor del mundo.

-S-solo... no hables y hazlo- en un acto de valor sujetó sus propias piernas para darle espacio a Ni-ki. 

-Pero que lindo eres- besó sus labios antes de seguir.

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Era de mañana, el sol en el rostro de Sunoo lo despertó, pero simplemente se acomodó más al lado del pecho desnudo de Ni-ki. 

-Buen día- Ni-ki besó la frente contraria, sujetando su cintura entre sus brazos.

Sunoo pronto reacciono más, tomando en cuenta que estaba acostado en el pecho contrario, y recordó todo lo que pasó anoche, bueno, hasta como hace unas cuatro o cinco horas.

-Oh... Dios- trató de moverse, pero sus piernas estaban sin fuerza y sus caderas dolían bastante. -Ouch...

-¿Quieres desayunar?- Ni-ki se sentó.

-Sí...- le daba pena mirarlo otra vez.

-Sunoo.

-¿Si?

-Te amo.

Cami~