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JEREMIAH♡

—¿Debemos estar quietos para el retrato, en serio?

Steven se mueve a mí al rededor, no me deja concentrarme del todo en lo que estoy cocinando y empiezo a pensar que todo se me va a caer en mi uniforme del cual no tengo más copias, así que la alejo un poco con mi cuerpo, no se da por vencido, eso me hace reír.

—¿No puede solo usar una foto y ya?

—¡Steven! Déjame.—me quejo riendo, el también lo hace y, finalmente, al ver que ha conseguido molestarme decide alejarse.

Muevo la sartén con cuidado, Conrad está tumbado en el sofá sin ni siquiera poder moverse, se pasó demasiado bebiendo ayer, bueno, ayer y últimamente, he intentado entender el por qué, pero lo cierto es que cada vez que me acerco a él siempre sale corriendo o trata de cambiar de tema, así que me conformo con que aún me necesita para algunas cosas, aunque esa cosa sea hacerle un batido para la resaca.

—Es para capturar que aún sois jóvenes y tenéis esperanza.—frunzo el ceño y miro a Steven, el moreno mira a su madre con la misma cara que yo, ambos carcajeamos, ella también lo hace.

—Esas fueron exactamente las palabras de Susana.—dice con una sonrisa divertida, yo asiento, es algo que diría mi madre, sin duda.

—Esa esperanza ya ha muerto en Conrad.—recuerdo haciendo que mis dos acompañantes le dediquen una mirada.—Menos mal que tengo mi batido para la resaca y revivirá, ¡de nada, Conrad!

—¡Date prisa!

—¡Acuéstate!

Sonrío al escuchar como mi hermano se queja, aunque últimamente esté tan distinto algo que me reconforta es saber que hay cosas que nunca cambiaran, como pelearnos por quién come más helado o por quién salta más alto en la piscina.

—¡En serio, Steven! Aléjate o tu respiración arruinará la yema de mi huevo.

Steven bufa y camina al rededor de la isla de la cocina, yo apago el fuego con cuidado, paso una mano por mi pelo, últimamente está un poco rebelde, tras eso agarro la sartén y camino hacia la batidora.

—Os hizo retratos cuando erais pequeños, es bonito que también tenga unos de vosotros de mayor, ¿no creéis?

—Cuando sea mayor habrá hologramas donde poder verme.

—Steven...—su madre le pelea con la mirada.—No os quejéis tanto, Conrad no se queja.

—Conrad está muerto.—le señalo con la cabeza y, tras eso, activo la batidora y rió al ver como mi hermano pega un pequeño bote en el sofá.

Vacío la batidora echando su contenido en un vaso y, tras eso, camino hacia donde Conrad está prácticamente luchando por su vida y se lo entrego. Me preocupa que se refugie tanto en beber, porque es evidente que hay algo que esconde, pero él solo dice que es algo normal en un adolescente y yo tampoco he decidido llevarle la contraria, mi madre dice que hay que darle espacio y creo que tiene razón, Conrad siempre ha sido más independiente, aunque nunca tanto.

—¡Date prisa! No quiero llegar tarde a mi primer día de trabajo.—la voz de Steven hace que no pueda conectar ni siquiera una frase con mi hermano, aunque a él no parece afectarle mucho.

MOON | Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora