◆ FORBIDDEN ◆ [Borrador]

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El mensaje de Robert fue claro: se suspendió en enfrentamiento. Cosa que agradecí mucho.

Mi madre no a cesado de interrogar me, me conoce perfectamente y fue quien se dió cuenta que estaba llorando al verme.

Me a tocado encerrarme en el cuarto, ya luego todos quería saber que pasaba conmigo.

Lo menos que quiero es dar explicaciones.

La puerta se abre dejando ver a la perdida de mi prima.

- ¿De nuevo encerrada? - cierra la puerta detrás de ella - todos afuera disfrutando y tú aquí encerrada en estás cuatro paredes.

- No estoy de ánimos - logro articular, mi voz es aguda, eh llorado lo suficiente como para que se vuelva áspera.

- Ultimamente nunca estás. Vamos, ponte lo mejor que tengas. Saldremos.

- ¿No escuchaste? No estoy de humor. - no quiero ser grosera pero lo menos que quiero es salir.

- No tengo problemas auditivos, pero no pienso dejar que te quedes aquí en la miseria. Así que te levanta y te pones linda que vamos a salir.

-Pero...

- Te espero abajo - ladra levantado la voz dejándome sin opciones y sin más sale de mi cuarto.

Por unos minutos me lo pienso, pero conociendo como es la chica termino por cumpliendo su orden.

El vestido que elijo se pega a mi cuerpo y los zapatos hacen juego con la cadena en mi cuello.

La puerta se abre nuevamente y la chica sonríe abiertamente cuando me mira.

- Esa es mi chica.

•••

Karla no deja de hablar mientras conduce, Katy está a la par de ella, ambas hablan por los codos.

Me mantengo en la parte de atrás atenga a su conversación, será una noche de solo chicas.

Nos tenemos en un club nocturno y no recuerdo la última ves que vine a uno. El hombre robusto en la entra nos permite el paso y tan pronto ponemos un pies dentro, nuestro oídos se inundan de la alta música.

- Primero vamos por unos tragos - como las amigas inseparables que nos hemos vuelto, tomadas de las manos atravesamos la maraña de personas hasta llegar a la barra.

- por favor tres Whisky - la miro y antes de que diga algo me suelta - es lo que necesitamos todas. Nada de cosas suaves.

- Te recuerdo que una de nosotras debe conducir de regreso.

- No te preocupes Joel vendrá por nosotras - me asegura ofreciendo me el vaso.

Luego de unas horas, bailamos rodeadas de desconocidos, no tengo una cantidad exacta de cuantos vasos nos hemos tomado, pero para este punto todos se nos hace gracioso.

Katy no suele tomar, pero hoy se a saltado la regla. Está tan ebria como lo estamos las dos primas que se abrazan y cantan a todo pulmón la música de fondo.

Llega un punto en dónde los vasos desaparecen y es la botella, que se ve de mano en mano.

- Estoy borrachiia - me recargo de la barra y el chico que sirve los tragos sonríe al mirarme.

- ¿Lo afirmas o preguntas? - me ofrece un vaso con agua.

- Lo afirmo, que lo estoy.

- ¿Que pasha? - se recarga de mi hombro Katy - te está molestando este cabronchito - arrastra las palabras y puedo deducir porque no suele tomar.