¡Mi nombre es BeniYasha! [Inuyasha/YashaHime]

8. La Búsqueda Continúa

Towa estaba muy preocupada por Moroha, pero también se sentía bastante pensativa acerca de lo que Setsuna había dicho anteriormente, sobre cómo ella y Moroha se sentían abandonadas. Se había imaginado esto desde el momento en que se volvieron a reencontrar, pero no pensó que le había afectado tanto a Setsuna hasta recientemente. Es posible que, debido a que Setsuna no tenía sus memorias del tiempo que estuvieron juntas de pequeñas hasta hace muy poco, no había podido sentir esto en su totalidad.

La vida de Towa nunca había sido fácil, pero siempre había estado llena de amor. Aún desde pequeña, pasó de vivir una vida con su hermana a tener una familia adoptiva completa, a reencontrarse con su familia biológica. Pero la vida de su hermana había sido mucho más compleja y dura. Había crecido en la era feudal, prácticamente sola, luchando por sobrevivir en un mundo que la odiaba por el simple de hecho de nacer como una mitad demonio. Era difícil pretender que no sentía miedo de que Setsuna la resintiera por ello.

"Has estado demasiado callada, Towa. ¿En qué piensas?" Setsuna nunca había destacado en la sutileza.

"No es nada... Creo que todo esto me tiene bastante preocupada. Siento que le fallé a Moroha, de cierta forma."

"¿Por qué piensas eso?"

"Pues... Ella se estaba sintiendo sola, y la abandoné en un momento donde ella me necesitaba. Como lo que te hice a ti hace mucho tiempo."

"Towa..." Setsuna le dio una mirada que le dio a entender que no quería que pensara esto, pero no podía evitarlo. Por más que le gustaría olvidar el pasado y solo concentrarse en el presente, podía notar a veces la permanente tristeza en la mirada de Setsuna, la mirada de una huérfana perdida en el mundo.

"Está bien. Sé que no había nada que pudimos hacer para evitar que las cosas se dieran de esa manera. Pero me hubiera gustado que hubiéramos podido crecer juntas en casa Higurashi. Ellos nunca me dejaron dudar de que era parte de su familia y que me amaban. Moroha y tú merecían eso también."

Setsuna le dio una sonrisa triste. "¿Los extrañas?"

"Todos los días. No me arrepiento de haberlos encontrado a todos ustedes, pero... A veces siento que los abandoné," Towa suspiró pesadamente. "Viajar en el tiempo no es algo que se hace todos los días. De cualquier forma... Aunque pudiera hacerlo, no sé si sería buena idea. Visitarlos no resolvería el problema de la distancia que nos separa."

Setsuna asintió, tomando la mano de Towa y apretándola con firmeza. "Towa, escúchame bien. Si decidieras en algún momento que quieres regresar al otro mundo, yo iré contigo sin dudarlo dos veces."

"¿Qué? Pero Setsuna... ¿Qué hay de Hisui? ¿De los exterminadores? ¿De mamá?"

"Lo único que me importa es que permanezcamos juntas, tú, yo y Moroha," Setsuna le sonrió con confianza antes de seguir. "Supongo que tal vez se le complicaría un poco a Moroha, ya que su relación con sus padres es muy diferente a la nuestra con Sesshomaru."

"Eso creo. Aunque mamá lo intenta, nuestra familia definitivamente no es como las otras. ¿Cómo pude no molestarle que Sesshomaru se vaya por tanto tiempo sin decirle nada?"

"Jamás lo entenderé. Muchas personas nos quieren atacar por ser hijas de Sesshomaru, asumiendo que conocemos o sabemos todo acerca de lo que eso significa. Pero en realidad, sabemos tanto de Sesshomaru como de la ciencia de estrellas."

"¿Quieres decir la astronomía?"

"¡Como se llame!"

"¿Has estado leyendo los libros que trajo Moroha de nuevo?" Towa alzó una ceja con sospecha.

Setsuna se sonrojó un poco. "Algunos son interesantes."

Towa rió, apreciando la personalidad tímida de su hermana. Observó a Inuyasha, quien caminaba a unos metros enfrente de ellas, olfateando los alrededores como todo un canino auténtico.