15. La Ira de BeniYasha

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"¡Moroha! ¡No lo hagas!" Towa gritó con desesperación. Intentó acercarse a ella, pero Sesshomaru le impidió el paso. "¡Déjame ir con ella!"

"Te matará si te acercas. En este momento, Moroha no tiene control sobre sus acciones. Lo que ves es su energía demoniaca en su estado más crudo."

"Tiene que haber una forma de detenerla..." Observó Setsuna, quien lucía igual de preocupada que Towa.

"Si trabajamos juntos, podríamos contenerla—" sugirió Hisui, pero Ayame negó con la cabeza.

"En este momento, los poderes demoniacos heredados de Inu no Taisho están expresándose en su forma primitiva, consumiendo a Moroha en el proceso. Es como cuando enciendes una vela," explicó Ayame con el ceño fruncido. "Inuyasha no podrá detenerla por su cuenta."

"¡Debes ayudarlo, por favor!" Towa le rogó a su padre con desesperación. Necesitaban ganar tiempo para pensar qué hacer con Moroha, y sabía que Inuyasha no podría detener a BeniYasha por mucho más tiempo. "Te lo suplico... No dejes que ella muera."

Sesshomaru miró a su hija contemplativamente, para luego dirigirse al lado de su hermano sin decirle nada. Observaron horrorizados que, incluso con la fuerza combinada de los dos hijos del Gran General Perro Demonio, no eran capaces de contener a BeniYasha. Era como si la chica tuviera la fuerza de todo un batallón. Además, no ayudaba mucho que tanto Inuyasha como Sesshomaru se estaban restringiendo en sus ataques, intentando no dañar a Moroha.

Tenían que hacer algo, y tenían que hacerlo rápido.

"¡Pero qué terrible! ¡Parece que la Ama Moroha está en problemas!" la irritante voz de Myoga fue seguida por Aome aplastándolo y removiéndolo de su rostro.

"¿Anciano Myoga? ¿Qué haces tú aquí?" preguntó Setsuna, confundida.

"No se preocupen, este cobarde seguramente huirá dentro de un rato," Aome dijo, entrecerrando los ojos hacia él.

"¡Ay, pero Señorita Aome, me ofende!" Myoga fingió estar dolido por sus palabras. "Yo simplemente he estado..."

"¡No nos importa! ¡Nadie sabe más sobre la sangre de Inu no Taisho que tú!" Towa le gritó a la pulga, aplastándolo entre sus dedos. "¿Cómo podemos salvar a Moroha?"

"Creo que es bastante obvio, niña. La única forma de detener a ese monstruo será matándola..." Jaken comentó, haciendo que todos le fulminaran con la mirada, y fue Setsuna quien le golpeó la cabeza con la culata de su naginata. "¡Ay, Setsuna, no me trates como mi Amo Bonito! ¡Rin, dile algo a tu hija!"

"Usted se lo buscó, Maestro Jaken," Rin dijo, riéndose levemente.

"Creo que yo puedo ayudar," Ichiro habló, llamando la atención de todos. Ayame corrió a abrazarlo en cuanto lo vio.

"¡Ichiro! ¡Estoy tan aliviada de verte!"

"Madre..." Ichiro la abrazó brevemente, pero regresó su atención a las gemelas y Aome poco después. "No nos queda mucho tiempo. La Señora Irasue dijo que el sello de Moroha podría ser destruido usando el arma que puede cortar aquello que no puede ser cortado. Moroha dijo que esto era..."

"Mi Yukari no Tachikiri..." Setsuna dijo, observando su naginata detenidamente. "Pero... Podría matarla si la uso en ella. Debe haber otra forma."

Ichiro suspiró pesadamente. "Me temo que es lo único que podemos hacer por ahora. Si rompemos el sello, probablemente podremos controlar nuevamente los poderes de Moroha para volver a sellar a BeniYasha."

"Pero si fallan... No. No, no, no. No puedo permitirlo. La vida de Moroha no es algo que estoy dispuesta a apostar en algo que dijo Irasue," Aome declaró firmemente.

¡Mi nombre es BeniYasha! [Inuyasha/YashaHime]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora