XVIII

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Marcus Walker

Hoy era su cumpleaños, pero seguía enojada conmigo.

Ella se iba muy temprano en la mañana y llegaba tarde.

En ocasiones ni llegaba a cenar.

Con Andrés le tenía la ley de hielo.

Solo hablábamos lo necesario para los días que me tocaba dar clases como hoy.

-Buenos días- entre a la sala

Todos estaban ahí sentados esperando por casi dos horas de aburrimiento.

-Bueno hoy como saben discutiremos un poco sobre los animales exóticos y como se trabajan en el país- ellos asintieron para iniciar a tomar notas.

Al principio todo era teórico y después pasamos a realizar casos hipotéticos.

-Amaya Rivera De la Cruz- mire el registro cuando la llame

-Si-

-Quédese hasta el final que debo hablar con usted- ella asintió asustada

Me recosté del escritorio mientras los estudiantes iniciaban a salir.

-¿Qué hice mal?-

-Tú no, mi esposa- ella se sorprendió cuando la llame así

-Se que hablan a diario en las noches por lo que sabes que es mi esposa- ella asintió asustada

-Necesito que hoy ella este en nuestra casa para su sorpresa- ella asintió

-Hare lo que este en mis manos para que ella este ahí-

-¿Por qué te quieres divorciar?- sabía que mi esposa le contaba todo

-Yo no me quiero divorciar, fue el hijo de puta de mi amigo que inicio con esa estupidez- cruce mis brazos

-Eso le dolió mucho-

-Lo sé, pero siempre que quiero hablar con ella me ignora-

-Intentare que hoy se la pase en tu casa- sonreí hacía ella – Pero todo tiene un costo profesor- sabia por dónde venia

-Cinco puntos de bono en tu próximo examen-

-Eso me gusta- estiro su mano

-Me botaran si se enteran- ella negó

-Solo dime la respuesta del bono y ya está- mire a todos lado

-Es un trato, pero tu número para poder cuadrar cuando la necesito en casa- le pase mi celular

Luego ella guardo mi número en su celular.

Haría lo que fuera por lograr tenerla a mi lado hoy.

Espere a que Amaya se fuera para salir del salón de clase.

-Ya el plan va en progreso-

Hoy no iría a trabajar por motivos obvios.

Fui a una floristería un poco cerca de mi apartamento.

-¿En qué puedo ayudarlo?- una chica se acercó a mi

-Me gustaría un ramo para mi esposa- ella asintió

-¿Tiene alguna flor en particular?- no sabía que tipo de flor le gustaba

-Jamás la escuche hablar de flores- pase mi mano por mi cabello

-No se preocupe le hare un ramo de las tres flores que más se venden- asentí

-Si me puede hacer una bolsa con pétalos de rosa se lo agradecería- ella asintió

Relación "Arreglada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora