Capitulo 28: Lo impredecible pasa factura...

10 1 0
                                    

Robert

*Bostezo*

Es lo primero que hago en mi habitación, llevo horas desde que me desperté y aún sigo acostado aquí en mi cama, sin salir de aquí ¿Qué raro? Después de un rato tomo mi teléfono y noto que son las 12 del medio día.

-¡Mierda!- exalto al ver que ya voy tarde al trabajo.

Rápidamente me levanto de mi cama para comenzar mi rutina matutina, pero es muy tardada asi que me salto unos cuantos pasos y me voy en mi coche al trabajo.

Mientras manejo voy pensando:

(¿Por qué me levanté tarde hoy? Nunca llego tarde al trabajo, siempre he sido puntual ¿Quizás sea el cansancio de esto? Por favor, no estoy cansado, nunca lo hago ¿Abbi?)

Freno de golpe al darme cuenta de que fue esa razón por la cual me levanté tarde, conduje otra vez y me dí cuenta que hoy la mamá de Abbi no me llamó como todos los días, tampoco anoche.

(¿Qué estará pasando? ¿Sabrán algo? ¿Tramarán algo?)

Sin darme cuenta ya he llegado a mi trabajo, estacioné el auto con perfección y me bajé dirigiéndome a mi oficina.

(Quizás si sea el cansancio,  no me dí cuenta que llegué hasta aquí tan rápido)

Mientras camino tomo mi teléfono para revisar y veo que la mamá de Abbi no ha subido una foto de su hija diciendo lo tanto que la extraña.

(Esto es raro, tengo que averiguar)

Cuando entro a mi trabajo noto como todos me ven con cara sorprendido incluyendo a la secretaria la cual me miraba con asombro y morbo, sin entender el porqué solo sigo caminando a mi cubículo y todos me seguían con la mirada.

(¿Estaré soñando acaso?)

Repentinamente un chico el cual lo estaban interrogando quizás por un hurto me dice:

-Bonitos shorts oficial- Dice burlándose de mi.

Rápidamente lo agarran y lo ponen contra el cubículo el cual estaba esposado.

(¡Mierda! Sabía que saltarme algunos pasos estaba mal)

Entré a mi oficina todo apenada y preguntándome como era posible que esto pasara, pero la vergüenza no se detuvo ya que dentro de mi oficina estaba mi compañero el cual me mira aun más impresionados que los demás.

-No días nada- digo viendo como intento hablar.
-Solo quería decir que el de la ropa graciosa soy yo- dice aguantandose la burla.
-Si, como quieras, tenemos algo grande hoy-
-Ya lo sé- dice sin dejarme de mirar el shorts.

(Un segundo ¿Él sabía de esto antes que yo?)

-Tenemos que ir a visitar a la mamá de Abbi- digo mientras toqueteo al azar mis cosas por los nervios.
-¿La señorita Sonya? ¿Por qué?- dice al fin mirándome a los ojos.
-Dejó de llamarme por su hija y dejó de publicar que la busca y que la extraña-
-¿No está bien eso?-
-Realmente no, puede ser posible de que el secuestrado se enterara de el fastidio que fuera ella y la intentara matar-
-Oh ya, así que tenemos que investigar si está viva-
-Si, vamos, no tenemos tiempo que perder-
-Esta bien, pero antes de irnos, no sabías que con esos shorts se te ve un enorme pen...-

Pasaron los minutos y no tardamos mucho en llegar a la casa de Sonya, tocamos y tocamos pero sorpresivamente no salía nada, le dí las señas a mi compañero de que íbamos a entrar forzadamente a la casa, él se movió para entrar por la puerta trasera y yo por la delantera.

Contando el tiempo exacto entramos al mismo tiempo apuntando y buscando a alguien, la casa había cambiado, estaba más ordenada que la última vez que vine.

Perdí mi niñez y no se porqueWhere stories live. Discover now