UNA HISTORIA EN NUESTRO CAMINO DE ORQUIDEAS [Severus Prince]

V. TEMPORADA I.

CAPITULO CINCO 

TEMPORADA UNO

❝¿RECUERDOS DE OTRA VIDA?❞

''Me gustan tus ojos, porque en ellos está mi horizonte.

Me gustan tus ojos, porque en ellos está mi reflejo.

Me gustan tus ojos, porque son la luz perfecta para tu cara.

Me gustan tus ojos, porque desnudan mi alma.

Me gustan tus ojos, porque sin ellos estoy perdido.

Me gustan tus ojos, porque son tuyos...''

Víctor Liberato.

Es fácil perderse en su mirada profunda y gentil. James, sonreía sin preocupaciones mimando a Severus, olvidando la broma que le hizo Sirius, al más bajo. Solamente quería distraerlo de ese momento tan horrible. Dejando que el sonido de las hojas danzando con el viento les hiciera compañía conversaron de todo y de nada, el tema de conversación surgiría naturalmente, por ahora se dejaran llevar ignorando lo ocurrido anteriormente.

» Estaban almorzando en la mesa Gryffindor, era la tercera semana de clases, se había acostumbrado a la presencia de Sirius y Lucius. James, ya no se encontraba tan irritado por la presencia del Black aun así, se mantenía alerta, de un momento a otro Severus; había escupido en una servilleta la porción que había tomado, su cara era de asco, mientras las risas de Sirius llamaron la atención de James.

—Caíste Sev, fue graciosa tu cara—Sirius entre risas tapo su boca—. ¿Te gusto el sabor?

Severus, no hablo solamente se levantó, fulminando con su mirada al Black, saliendo del gran comedor. James, por otra parte agarro con fuerza los cubiertos apretando sus dientes del enojo sentía que un momento a otro los rompería.

—¿Se molesto? Fue solo una pequeña broma, no fue para tanto.

James golpeo la mesa con sus manos llamando su atención.

—Severus, paso por problemas alimenticios, le cuesta comer. Para él no fue gracioso que jugaras con su comida—dice James, con enojo—. Tú broma no fue del agrado de nadie, no vuelvas hacerlo o de la contrario...—advirtió—te arrepentirás.»

Suspiro ante el recuerdo, como hubiera deseado golpearlo, pero se abstuvo era mejor tranquilizarse y no seguir estresándose. Con una leve sonrisa recostó su cabeza en el regazo de Severus, dejando que las nanas lo arrullaran.

» Cabello negro, piel blanca, labios rosas y una mirada amable llena de dominación disfrazada. Severus le observaba así, como si le disgustara su presencia, pero a la vez estaba cómodo con su compañía. Sus miradas chocaron con intensidad; los rasgos de ese Severus, eran finos y hermosos, cuando iba hablar una vocecita le interrumpió.