UNA HISTORIA EN NUESTRO CAMINO DE ORQUIDEAS [Severus Prince]

VI. TEMPORADA I

CAPITULO SEIS

TEMPORADA UNO

ESTRÉS POR LAS CLASES

Estoy lleno de frustraciones, no sé cómo sobrellevar la expectativa de los demás sobre mí, me estreso ahora por lo más mínimo y me cuesta poner límites. Esa niña es tan intensa con su insistencia hace que yo me vuelva irritable, perdóname por haberte tratado mal cuando tú no tienes la culpa.

Perdona a este tonto amigo tuyo Sev.

James Potter.

Las hojas danzaban, el sonido del viento era relajante; el verde de los árboles te daba una increíble paz calmando tu agitada mente, olvidas tu estrés ante la inmensa calma que te brindaba la naturaleza así era como obtenía tranquilidad en ese lugar, Hogwarts podía ser un gran lugar, fascinante para los inexpertos niños, pero para Severus, era un dolor de cabeza.

Sentado en el césped sintiendo la textura de la hierba en sus dedos cerro sus ojos, calmo su respiración. Hace semanas que Sirius se había disculpado con él, Black podía ser asfixiante si así lo quería ya que el contrario pasaba a su lado con James, Remus y Lucius, los cuatro parecían garrapatas pegadas a su alrededor. Acepto su presencia en el escaso pero cómodo círculo de amigos que obtuvo, perdono su estúpida broma, aunque lo hizo con dobles intenciones.

James y Sirius se habían vuelto inseparables, los dos después de haber arreglado sus diferencias se llevaron mejor. Remus era el más calmado de todos podría decir que se la pasaba con Lucius en ciertas ocasiones ya que ambos tenían cierto interés en la materia de Defensas Contra Las Artes Oscuras.

Su abuelo le había escrito, al parecer también el mayor tenía que lidiar con sus propias garrapatas, su sorpresa fue cuando le hablo del señor Abraxas, llegando a la mansión para pasar las tardes con su abuelo, sorpresivamente el señor Potter, también se les unió. Severus rio bajito ante las quejas de su abuelo, por los dos amigos que tenía y las peleas estúpidas que siempre había en la mansión, en cierta forma se alegraba que su abuelo ya no pasara solo en esa gigante mansión lidiando con el montón de papeleo.

Sintió un pequeño jaloncito en su cabello y se sorprendió en ver la criaturita, curiosa la plantita le observo por unos largos cinco minutos para luego correr. Severus rio ante la acción de la criatura llamando la atención de dicha cosita, era un Bowtruckle.

—Hola amiguito, lamento haberte molestado— sonrió al ver como el Bowtruckle hizo un sonidito— No quería hacerte sentir amenazado— se levantó con calma—. ya me voy, fue un gusto conocerte.

La pequeña criatura se acercó para luego lanzarse sorprendiendo a Severus quien se sobresaltó aun así a tiempo atrapo al pequeño en sus manos, el Bowtruckle le golpeo con sus pequeñas manos en su palma.