Capítulo 7

89 12 4
                                    

-¿Y acaso tu no piensas hacer nada? ¿o es que tus manos de príncipe se pueden romper?- le digo a Eduardo ya que el inútil ese sólo está sentado en una mesa viéndome trabajar.

Se preguntarán como nos habrá ido con el director: pues resulta que no es primera vez que Eduardo es encontrado el algo con una chica ( cabe destacar que antes lo han encontrado en pleno acto sexual) y entonces nos mandaron a limpiar el comedor ya que en este colegio lo que hay son un montón de cerdos que no pueden comer sin dejar un reguero de comida en las mesas y el piso.

No- dice Eduardo con su cara muy despreocupada — si estamos aquí es por tu culpa así que pues a ti es quien te toca limpiar todo- un ataque de furia me empezó y rápidamente solté el trapo quetenía en la mano y fui directo hacia el.

-¡ESTO ES TÚ CULPA!-lo señalo directamente con mi dedo acusador- ¡NADIE TE MANDÓ A ENVIARME ESE PINCHE PAPEL DICIENDO ESO! ¡MIS DEDOS SON DE MANTEQUILLA IDIOTA!— le grito con todas mis fuerzas.

-Bueno si, tienes razón - dice con su mismo tono relajado- es mi culpa por pensar que tendrías la suficiente habilidad como para atrapar una pequeña bolita de papel... Pero ya veo que ni para eso sirves- ahora si que me hizo enfurecer mas y con rapidez tomé el cepillo que le habían dado a Eduardo para que limpiara y se lo tiré a pegar.

Sin ningún problema logró esquivar el golpe pero yo no dejé de intentarlo. El parecía que se divertía mientras que yo hervía más y más de la rabia por no poder darle ni siquiera un golpe.

-¡Quedate tranquilo para que pueda partirte la boca!- él sólo se ríe hasta que de tantos intentos de mi parte se queda quieto y me mira seriamente— ya me cansé de esto dice mientras me quita el palo con el que le quería pegar- ¿segura de que sólo quieres pegarme?— se va acercando mas y más hacia mí y uff ¿Soy yo o está haciendo un poco de calor aquí? ——sabes, los íncubos no sólo podemos hacer que te excites en tus sueños, también podemos hacerlo en la realidad - se va acercando mucho mas, yo intento hecharme para atrás hasta que siento mi espalda chocar con la pared.

No tengo mas a donde escapar, pero tampoco quiero escapar. Siento como mi zona íntima se moja demasiado y mi nivel de excitación no me deja pensar como es debido. Sin darme cuenta y con una increíble agilidad, Eduardo me levanta y mis piernas como si se mandaran solas, se enroscan alrededor de su cintura. El pega su entrepiernas de mi zona íntima y un pequeño gemido sale de mis labios.

——ahora si el misterio ha sido resuelto- digo entre jadeos. Este hombre está bien potenciado.

—¿Que misterio?- pregunta el con una voz muy pero MUY ronca y sexy, intento decir que no es nada pero la excitación que tengo no me deja poner mis palabras en orden. Me refería a que el misterio del tamaño del pene de Eduardo ha sido resuelto y por lo que puedo sentir no es nada pequeño. Su erección se siente cada vez mas dura y mi vagina ya parece un río de lo mojada que está.

Eduardo empieza a rozar nuestras partes de una forma tan lenta que hasta parece tortura, pero a como puedo intento recomponerme por que se que esto no está bien.

——Ya deja de hacerme eso-intento decirlo de manera seria pero de mi boca sólo salen jadeos.

—¿Hacer que?— presiona nuestras partes aún mas y yo sólo suelto pequeños gemidos -¿Andrea?- su voz ronca me vuelve aún más loca.

-Es-to-se que no puedo hacer esto pero aún así lo aprieto con mis brazos y piernas lo mas fuerte que puedo— deja de controlar mi mente o lo que sea que controles para que yo esté así de excitada.

Una pequeña risa muy ronca y varonil sale de sus labios.

——Pero yo no estoy haciendo nada, sólo te dije eso pero en ningún momento utilicé mis poderes contigo- una de sus manos se empieza a meter por debajo de mi camisa hasta subir y tocar mis senos por encima. de mi sostén - - todo esto que está pasando es por que tu, verdaderamente quieres que suceda y no por que esté ejerciendo algún tipo de control sobre ti- siento su dedo pulgar rozar mi pezón derecho y así una nueva ola de excitación llega a mí.

¿Quién es el incubo? Where stories live. Discover now