7. Conociendo a Lily Evans

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Alina Potter

Corrí hacia el Gran Comedor. Me había quedado dormida y apenas había tenido tiempo para arreglarme. Me senté al lado de Angelina. Había llegado a tiempo antes de que la comida desapareciese. 

 - ¿Qué te ha pasado - me preguntó James cuando me senté a su lado

- ¿Por qué lo dices? - respondí confundida

- ¿Te has peleado con alguien hoy, gatita? - dijo Sirius con una sonrisa

Angelina me pasó una cuchara que dejaba ver mi rostro lleno de arañazos provocados por las ramas de los arboles la noche anterior. Había llegado tan casada que me había olvidado por completo de los arañazos que me provocó aquel árbol contra el que choqué. 

- ¡POR MERLIN!! - exclamé sorprendida

- ¿Dónde te hiciste eso? - preguntó James con insistencia 

- No lo sé. Me habré rascado de noche - dije haciéndome la sorprendida

- Tal vez te quede marca - se burló Sirius 

- No tiene gracia - cuando miré a Sirius con cara de pocos amigos no me había dado cuenta de que Remus estaba en la mesa. Tenía un aspecto horrible.

- Remus, ¿estás bien? - le pregunté

Remus se ruborizó y me miró 

- Si, tranquila estoy bien - dijo con una falsa sonrisa

- Remus está listo para otra - lo animó Peter y Sirius y James le tiraron un trozo de pan a la cara. 

Sin comprender, me giré hacia Angelina y me acerqué a su oído para hablarle. 

- Aún no me has contado lo que ocurrió en Navidad. 

-Ah sí, se me había olvidado. Te lo cuento de camino a clase. ¡Vamos! 

- Pero si apenas he desayunado. - Cuando iba a coger un croissant, me di cuenta de que la comida y los platos ya habían desaparecido y todo el mundo se estaba levantando para ir a clase.

- Toma, te he guardado esto  -dijo Angelina ofreciéndome un par de tostadas con miel

- Te adoro - le respondí agradecida. 

Ya de camino a clase y vigilando que ningún alumno estuviera demasiado cerca para escuchar la historia, Angelina me relató lo que ocurrió en Navidades. 

- Te lo creas o no, las Navidades en Hogwarts están sobrevaloradas. Todo muy monótono, apenas hay gente con la que charlar, es por eso que cualquier cosa que ocurriera en Hogwarts, te acababas enterando. El hecho es que, que sea todo tan aburrido, a algunos les da tiempo para hacer de todo. Uno de los días que bajé a la sala común, me tropecé con Sirius. Me dijo, que como era tu amiga, me iba a dar la contraseña del baño de los prefectos y que podía ir cuando quisiera. El caso es que lo hice, tonta de mí. La primera vez fue una pasada, la segunda, y estoy segura de que fue el propio Sirius, salí de esa piscina que parecía un pitufo. Alguien puso colorante azul en la piscina. Tardé días en quitármelo. Me daba vergüenza ir a comer al Gran Comedor y llevaba guantes a todos lados. Pero el tercer día fue peor. Entro y escucho ruidos en la bañera. Me acerco y me encuentro a Kaitlin y Sirius montándoselo en la bañera.

- ¿Montándoselo? - repito incrédula

- Bueno, no se si lo estaban haciendo. Como entenderás, no me quedé a mirar. El caso es que Sirius me pilló yéndome y el muy capullo ¡ME INVITÓ A QUEDARME! No pude evitarlo y usé el hechizo Aqua eructo y le di en toda la cara. De nada me sirvió porque el me lo devolvió con creces y salí toda mojada del baño de prefectos y para el colmo, me tropiezo con Marlene en la puerta, que se creyó que habíamos montado un trío los tres. 

Una Vida Diferente | Sirius BlackWhere stories live. Discover now