4. Los regalos

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Bradly

Hoy, oficialmente es el día en el que seré nombrado príncipe e hijo del rey de los demonios. Realmente todo es perfecto, la decoración del lugar donde se hará la coronación, la comida y hasta mi vestuario.

Parezco un príncipe sacado de películas, incluso grabé varias historias y me gustaron como salí. Todo es perfecto, demasiado... Suspiré y cerré los ojos tratando de detener los pensamientos negativos que aparecían.

- Príncipe, ¿Está listo? - preguntó uno de los sirvientes detrás de la puerta.

Corrí al baño, claro que no estoy listo. Tengo miedo de dañar las cosas como siempre lo hago.

Saqué mi celular y le marqué a la única persona que se me ocurrió en el momento.

- Hola...- se escuchaba soñoliento.

A veces el tema del tiempo altera los horarios, puede que aquí sea de día, pero en la dimensión donde está Daimon sea de noche o madrugada.

- ¿Te desperté? - pregunté.

- Algo así, ¿Qué pasa? - preguntó aún con tono soñoliento.

- Perdón, mejor sigue durmiendo, es una estupidez- me apresuré a decir.

- Viniendo de ti, todo es una estupidez - murmuró antes de continuar - Pero, ya llamaste habla- ordenó.

- Hoy es el día, mi cumpleaños y ya sabes, hoy se hará lo de la coronación y un evento para mí...- me detuve cuando sentí esa presión en mi pecho.

No quiero sentirme así, no quiero que los demás piensen que estoy siendo demasiado dramático, que solo quiero llamar la atención.

- Claro que lo sé, me lo presumiste por mensaje...- soltó un suspiro y se escuchó como si cerrara una puerta- ¿Qué pasa? ¿Ahora estás nervioso? - preguntó.

- Es una estupidez, si te la digo te burlarás de mí y solo me sentiré peor.

- Me acabas de despertar, sinceramente si te hace mejor no tengo ánimos para burlarme de nadie ahora- admitió-Te escucharé y tal vez en la mañana reúna fuerza y me burle de ti- expresó con sinceridad.

- Sabes, desde muy pequeño tengo este sentimiento que es como; nunca seré suficiente ni bueno para algo- me mordí el labio al recordar las palabras de mis padres, de mis supuestos padres- Sé qué estúpido, que no debería estar haciendo un drama, pero tengo miedo, tengo miedo de que los demás no les guste como soy- me detuve al sentir que simplemente soy un exagerado.

Hay personas que tienen problemas peores y yo simplemente me quejo y quejo de cosas estúpidas.

- ¿Eso es todo? - preguntó Daimon.

- Sé que estoy exagerando, no hay nada de que preocuparse o estar mal, pero yo hago de esto un problema enorme- murmuré.

- No estoy diciendo nada de eso, solo quiero que sigas hablando- me corrigió.

- ¿De verdad quieres escucharme?

- No, prefiero dormir- admitió, él como siempre tan directo- Eso quiero y lo haré, luego de escucharte. Así que solo habla sin tantos rodeos- expreso, sin mucha emoción.

¿En serio Daimon quiere escucharme? ¿Acaso a ese psicópata se le ablandó el corazón?

- Soy un desastre y a papá eso no le importa, me quiere y se preocupa por mí. Es muy bueno para mí, me acompaña a las terapias, revisa si comí, si me siento bien, saca tiempo para hablar de mí y me presume como si fuera lo mejor de su vida... Es demasiado bueno para mí. Siento que no lo merezco, que no merezco alguien tan bueno como él, que alguien tan estúpido como yo, no merece ser hijo de alguien como él- mis ojos se cristalizaron- Soy Bradly, lo único que hago es ser un chismoso que cuenta la vida de los demás, el chico que nadie elige, el que es un completo pendejo con las personas. Soy como tú dices un triple 0. No soy nada más que eso- me detuve al sentir que mis mejillas se mojaban.

EL INVOCADOR DE LA OSCURIDAD  (TERCER LIBRO DE LA SAGA AES)Where stories live. Discover now