El dolor de Dido

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Pusiste en balanza tu hado y nuestro amor.
Al arribar en mi tierra, náufrago de adversidades, sentí por tus desdichas profunda desazón.
Recuerdo aquel día de batida de caza, como el granizo nos hizo a ambos refugiarnos en una gruta y entregar nuestros cuerpos a la  carnal danza de la pasión.
¡Ay, Eneas! Veo tu deífica belleza,
ponzoña que no saco de mi cabeza.
Yo que guardaba duelo por Siqueo.
viniste para ir la Ausonia tierra,
pasearé por los Prados Asfódelos,
eternamente presa de tu recuerdo.

Microrrelatos y poemasWhere stories live. Discover now