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Evans

Es increíble como he enterado de tantas cosas en un lapso menor de treinta y dos horas: tuve un supuesto hermano que jamás nació y que mi padre no era una santa paloma. No le juzgo, todos cometemos errores en algún punto de nuestra vida y Azucena Morrison definitivamente fue uno en la vida de mi padre. ¡Qué increíble la forma en la cual alguien a quien amas puede destruirte en segundos! Mi padre fue el primero en cometer un error, pero hay cosas imperdonables como los traumas que me creo mi madre.

Siempre me juzgó, nunca me dejó ser y siempre tenía algo que decirme respecto a mis logros. Fui su único hijo y ya entendí el porqué. Ella no soportaba ver a mi padre, eso significaba ver la destrucción, algo que ella creó entre su mejor amiga y su novio. En esta historia todos fueron culpables, a quien podemos salvar es al padre de Karen. Quien en toda la historia no tuvo voz ni voto, al parecer jamás se enteró de que Azucena nunca lo quiso y solo estaba con él para hacer sentir mal a mi padre.

-Tengo muchas cosas que pensar antes de volver a hablar con mi padre -le comento a Martín.

-Es súper entendible, en mi vida solo tengo un padre que fue por los cigarros, pero no me imagino lo que deben de sentir ustedes en estos momentos -me responde mientras se le van los ojos detrás de una morena. Nos encontramos bebiendo unas cervezas en un bar dentro de Texas, he venido a comprar muebles.

-Lo que más me sorprende es que ella al parecer sabía la historia que había detrás de nuestras familias. No la vi inmutarse en ningún momento y no te puedo negar que eso dolió.

-Puede que duela, pero tal vez no estabas cuando ella se enteró, ustedes han vivido cosas distintas y si no se ponen las pilas puede que no lleguen a tener recuerdos reales juntos. -Es el tipo de amigo que no te dice lo que deseas escuchar sino lo que debes escuchar-. Anda dime si le has escrito al menos.

-Para nada, tengo miedo de sus reacciones. Quedamos en buen término, pero siento qué hay cosas que siguen ahí sujetándonos.

-Quienes se sujetan son ustedes con su orgullo. Imagínate despertar y enterarte que te acostaste con tu crush adolescente, eso no es poca cosa. Yo me hubiera emborrachado para asimilarlo -suelto una carcajada al escucharlo decir eso-. Tal vez ella está esperando que des el paso.

-Posiblemente -susurro.

Karen

Tengo todo listo. He llamado a Katie una reportera de un canal estrella para entregarle una entrevista escrita, es decir en caso de que mi madre decidiera echarme de cabeza contra la prensa, ya tengo una defensa automática mientras estoy en rehabilitación. Ella me ha amenazado y no lo hace en vano.
"Queridos medios de comunicación, sé que les parece repentina la forma en la que vuelvo a parecer en su campo de visión, pero necesito dejar en claro un sin fin de cosas. Mi alegada relación con Evans John, quiero decir que la información que tienen está en tu punto medio, no es correcta, pero tampoco falsa.
Si estuve en California con él como todos vieron, pero es falso aquello de que llevamos meses o años de relación aún en contra de nuestros padres.
Actualmente, me reservaré los comentarios sobre nuestra realidad, quiero que entiendan que mi madre Azucena Morrison viuda de Montenegro ha manipulado todo a su antojo. Ha mandado noticias falsas y vinculado a personas que no tienen nada que ver con la situación. Les pido por favor que no crean en las mentiras de mi madre, ya que si le pudo mentir a su hija por años y quitarle las alas también puede engañarlos a ustedes de igual manera."

Ha sido el párrafo más importante del comunicado. Sello el sobre, me dirijo a la sala de estar. Una llamada entra en mi celular.

-Hola -pronuncio mientras mi corazón late fuertemente esperando que sea Evans-. ¿Hola?

-Hola, Llaverito. -¡Dios mío!, este hombre no ha cambiado y lo que yo siento por él tampoco.

-Sigues con el apodo, ¿no?

-¿Por qué no hacerlo? Eres mi Llaverito al fin y al cabo. -Tengo tantas preguntas, cosas que decirle y gritarle.

-No sé si sea tu Llaverito la verdad, no te he visto hacer nada al respecto -contesto coqueta.

-Si enfrentar a tu madre no es hacer nada, debo ir buscando un puente del cual tirarme. -Río, porque sé que está intentándolo tal vez a su modo, pero lo hace-. Quiero que tengamos una cita, Karen y esta vez va en serio. -¿Qué? Esto sin duda no está en mis planes.

-¿En serio deseas una cita conmigo? -pregunto con intriga.

-No solo tendremos una, tendremos miles, porque mi misión de ahora en adelante será que te enamores de mi cada día. -Mi corazón ha dejado de latir por un segundo, es una fantasía escuchar esa frase de sus labios. Es como si no pudiera creer que algo así me pasara.

-¿Lo prometes? -pregunto como una niña pequeña cuando su padre le dice que le comprará un dulce.

-Lo prometo y yo siempre cumplo mis promesas. -Algo así soñé durante toda mi adolescencia, pero había algo en mi interior que me hacía dudar. ¿Y si tal vez no soy lo que él espera? Soy actualmente su versión adolescente que se marcha para poder reinventarse, pero de alguna forma tengo también en mente a la niña que se enamoró perdidamente de él. ¿Qué pasa si realmente no estoy enamorada actualmente, si todo esto es un espejismo?

No tengo dudas de sentir algo por él, pero ¿será amor lo que siento? Algo en mi está completamente confundido no sé si es mi corazón o tal vez mi cerebro, entonces llegan frases de mi mamá a mi mente: "No me eches la culpa de que tu príncipe azul se haya ido, si se fue es porque quiso. Yo no hice absolutamente nada. Tal vez no te quería como tú pensabas, si lo hubiera hecho estaría aquí aún" , recuerdo como esas palabras prensaron a mi pobre corazón y es ahora cuando vuelvo a pensarlo. Él se fue por decisión propia, tal vez me vio como muy poco.

Mi problemas con la nicotina no fueron su culpa, yo me metí ahí porque quise. Probé por primera vez un mes luego de que él se fuera y seguí haciéndolo durante un tiempo en pocas cantidades, no podía parar. No le echo la culpa fue mi error, por eso sé que fue su decisión marcharse. Entonces ahora es mi momento de tomar una decisión, si él me quiere, debe por lo menos luchar.

-¿Sigues ahí? -vuelvo a recordar que llevo el teléfono en altavoz.

-Si aquí sigo, te decía que me iré a una centro de rehabilitación y estaré un tiempo. Ya sabes, uno debe tomar decisiones importantes para que pasen cosas importantes -tal vez lo digo en forma de indirecta o quiero asegurarme de que hace las cosas bien-. Ya sabes necesito estar bien para hacer las cosas bien.

-Te entiendo, pero necesito que antes de irte nos veamos. No sé cuánto tiempo estarás fuera. -¡Lucha Evans, dame más señales de que me quieres!, porque ya no soy una cría-. Aunque si quieres puedo ir a verte al centro, deseo ser tu apoyo Karen, necesito recuperar el tiempo que perdimos.

¿O el tiempo que perdiste por irte lejos sin explicármelo?

-Me iré mañana, tienes esta noche. Por la tarde deberé estar en el centro. -Es el momento para demostrarme a mí misma que si estoy enamorada y que lo que siento no es simple atracción por ese amor adolescente.

-Bueno en ese caso arréglate desde ahora, a las siete paso por ti. -Manda un beso y cuelgo la llamada. Si no estoy enamorada de verdad, esta cita hará que lo haga. Justo suena el timbre y me aproximo rápido. Es Katie.

-Hola guapa, ¿qué tal todo? -pregunta saludándome con dos besos.

-Hasta el momento bien. Aquí tienes la información que te indique y este otro sobre necesito que lo des en primicia mañana temprano.

-¿Qué tanto crees que tu madre puede hacer? Parece que te estuvieras preparando para la guerra. -Ella solo busca una frase que pueda usar a su antojo.

-No querida, todos sabemos el árbol que trepamos y yo conozco perfecto el mío, buen día -cierro la puerta y mi mente piensa en Johan. Me he olvidado de su libro y de él.

Conectados por el humo (Finalizado y en librerías)Where stories live. Discover now