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Pavirt es un Omega muy codiciado por todos en su ciudad.

Es un Omega lindísimo, de hermosos ojos oscuros y brillantes, un cabello largo y sedoso, una piel oscura besada por el sol, tersa y suave y un cuerpo para morirse.

Ah, también es spiderman, pero de esos hay muchos últimamente.

En su último año de secundaria, el Omega comenzó a notarse más entre sus compañeros, "está en toda la flor de la juventud" dicen sus maestros.

Pavitr ya estaba acostumbrado a hacerse notar por su buen físico y competencia en clases, pero al cumplir los 17 años comenzó a recibir cartas, dulces y hasta flores de otros alfas y betas de diferentes años queriendo comenzar un cortejo.
Esto no le extrañaba para nada, se ha visto al espejo y sabe lo hermoso que es, pero ni el mejor alfa ha logrado que Pavitr acepte su cortejo, ya que hasta hace poco, el Omega ya tenía a alguien en su corazón, siendo esta su ahora ex novia Gayatri, quien al declararse Omega decidió que quería un lazo de Alfa-omega y Prabhakar no podía ofrecerle esto.
Ese día hablaron y lloraron, quedando en buenos términos y deseándose lo mejor mutuamente.

El Omega se encontraba caminando por los pasillos de su escuela mientras recordaba los buenos tiempos con Gayatri, hasta que sintió su reloj multiversal vibrar desde dentro de su mochila y, alertado, se metió a un salón vacío, cerrándolo y después de asegurarse que no haya moros en la costa, se puso el brazalete y un holograma de Lyla, la "secretaria" de Miguel O'hara, se mostró para mencionarle las reuniones programadas para la siguiente semana y recordarle que cierto spiderman lo esperaba en el cuartel.

–Gracias, Lyla! Pero creo que Miguel debería tener un tablero con las reuniones programadas en vez de decir todas las de la semana, algunos de nosotros estamos ocupados con la escuela. – en realidad no voy a recordar ninguna de las reuniones así que necesito un recordatorio físico...
–Trata de decírselo, a ver si a ti sí te toma en cuenta, byee! – El holograma de Lyla desapareció y Pavitr sólo sonrió, presionando coordenadas en el reloj y abriendo un portal hacia el cuartel de los Spidermans.

El Omega entró y detrás de él el portal se cerró.

Caminó un poco, saludando a sus colegas, llegando a la cafetería y encontrando a su mejor amigo, Hobie Brown, en una de las paredes del lugar, comiendo un sándwich. Rápidamente Pavitr se impulsó para pegarse a la pared donde su amigo estaba almorzando y se sentó a su lado.

–Hola Hobbs. – Saludó con una sonrisa el Omega.
–¡Chaparrito!– Hobie dejó su sándwich en una columna cerca de la pared donde estaban y abrazó con fuerza al menor. Éste rió, correspondiendo al abrazo, feliz de siempre recibir el mismo nivel de entusiasmo cada que se veían.

–Ni siquiera estás vestido, ¿vienes de la escuela?– Notó el más alto, sintiendo una especie de calidez al pensar en que el Omega haya venido tan rápido como terminaron sus clases.
–Ehhh? Oh, sí, de hecho estaba saliendo cuando Lyla me recordó venir, así que no fui a casa. ¿Y los chicos?– El hindú miró a ambos lados, como si sus amigos fueran a venir por uno de los lados en cualquier momento.
–Eh, tuvieron una misión de último momento, ya sabes cómo es Miguelito con Miles.–
–Siempre le da las misiones de último momento...– bufó el hindú, no le parecía justo que Miguel se desquitara así con Miles, incluso después de lo que le costó ser aceptado en el cuartel Miguel no parecía querer dejar ir al afrolatino.

Hobie asintió en silencio y le pasó una bolsa de papel y un vaso de té.
–Oh, gracias! No había visto la bolsita.– abrió la bolsa sacando el bagel con queso crema que había dentro, sonriendo al saber que Hobie siempre recordaba todo lo que se le antojaba, y se lo traía al día siguiente.
–La pegué a la pared antes de que vinieras. – Dijo sonriendo ladinamente el inglés, a la par que agarraba su sándwich para seguir comiendo.

Ambos comieron en silencio y al terminar tiraron sus envolturas al tacho de la cafetería del cuartel.
–Quieres dar una vuelta? O pasamos el rato en mi casa?– Dijo Hobie presionando las coordenadas para abrir un portal hacia otra dimensión.
–La verdad estoy algo cansado para dar una vuelta...– No tuvo que decir nada más ya que el portal ya se estaba abriendo hacia el lugar del Alfa.

Porque sí, Hobie era un alfa.

Un alfa muy atractivo pero delgado, esto haciéndolo "defectuoso" o menos atractivo para algunas personas, ya que el estándar alfa era un poco más que ser agradable a la vista.
Pero para Pavitr, oh, Hobie era perfecto.
Sus hermosos ojos oscuros como el café y sus labios que se veían tan suaves siempre. Su piel negra, tan agradable al tacto y cálida, lo contrario a sus grandes y hermosas manos, que no eran suaves, sino rasposas de tocar tanto la guitarra. Y no eran cálidas sino frías al tacto, sorprendiendo siempre al hindú cada que éstas le tocan.
Y sus piercings.
Pavitr soltó un suspiro que no fue ignorado por el más alto, que le miró de reojo mientras se cerraba el portal.

El Omega reaccionó y se dió cuenta de que ya se encontraban en la dimensión del inglés, éste se encontraba agachado en un pequeño estante buscando algún DVD que pudieran ver.

El menor en silencio se fue a la cocina para hacer palomitas, ya familiarizado con la residencia del alfa.

Hobie encontró una película y limpió un poco el disco con su manga, para después poner la película.
En lo que iniciaba, Pavitr ya venía con un bowl de palomitas para ambos, sentándose en el viejo sofá que tenía el punk, luego éste tomando asiento al costado del Omega.

Comieron un poco y vieron otro poco de la película, hasta que Pavitr sintió a su amigo pararse del sillón e irse a su habitación, supuso que a cambiarse.
En lo que el mayor demoraba, el de piel canela respiró hondo a modo de ponerse cómodo y desestresarse, y su Omega ronroneó de gusto al sentir la esencia del alfa impregnada en el lugar.
Pavitr sólo pudo rodar los ojos a esto. Reconocía que el olor a galletas recién horneadas que emanaba su amigo alfa eran por demás agradables, pero no podía evitar molestarle el hecho de que su Omega sintiera tanto gusto a las feromonas de Brown.

Y es que a Pavitr le agradaba mucho Hobie, era su mejor amigo incluso. Pero su Omega siempre tenía que poner las cosas incómodas ronroneando o haciéndolo hacer cosas que no quería.
No entiende por qué pasa esto! Extrañamente sólo sucede con Hobie.

Mientras tanto, el punketo salía de su cuarto con una camiseta crema algo gastada y unos pants grises, llegando a la sala y riendo al ver las extrañas muecas que hacía Pavitr mientras aparentaba ver la película.

Volvió a su lugar en el sillón, al lado del Omega, pero esta vez recostándose en su regazo.
Esto no le molestó al hindú, que reaccionó y siguió viendo la película mientras acariciaba el esponjoso cabello de Hobie.
El alfa del mayor se revolcó de gusto a las caricias propinadas por el Omega, haciendo suspirar de gusto a Hobie, y provocando una suave risa en Pavitr.

Para cuando la película había terminado, el alfa se encontraba dormido aún en el regazo de Pavitr y éste sólo movió con delicadeza la cabeza de su amigo para echarse junto a él y dormir también.







Haiii<⁠(⁠ ̄⁠︶⁠ ̄⁠)⁠>

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2023 ⏰

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