Capítulo O1

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Año 2005

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Año 2005

Esto era completamente surreal.

Sí, estaba ahí de pie, observando una escuela que aparentaba tener bastantes años encima y que la flora del lugar la ocultaba bastante bien para los ojos que no eran observadores y curiosos, a su lado estaban las dos maletas que había hecho en casa con ayuda de su madre, y a pesar de todo, aún parecía un sueño absurdo del que pronto despertaría.

—Este es el Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio —la voz del hombre que se había presentado como su profesor la sacó de sus pensamientos—. Aquí vivirás a partir de hoy y las pocas vacaciones que tengas serán para que visites a tu familia.

Que poco prometedor.

Para alguien como Shōko, que le dijeran que no tendría muchas vacaciones en esa escuela era un incentivo bastante grande para dar media vuelta y despedir esa vida, a ella le gustaba relajarse en verano yendo a la playa y fumar un cigarrillo por ahí, ¿qué ya no podría hacer nada de eso?

Pero esa sería su vida a partir de ahora, desde el momento en que Yaga se había puesto de pie frente a su casa para reclutarla, su vida ya había dado un giro de ciento sesenta grados, hasta ese momento, Ieiri no sabía ni siquiera la existencia de hechiceros, sin embargo, sí que estaba acostumbrada a ver cosas raras por ahí, no es que fueran enormes, pero daban bastante asco, y como nadie decía nada a su alrededor, supuso que ella tampoco tendría que hacerlo, ¿para qué mencionar algo que a los demás les daba igual?

—¿Hay alguien más aquí? —Preguntó mientras observaba sus alrededores completamente desolados—. Se ve como una escuela desierta, ¿está seguro de que no me ha secuestrado?

—¿Por qué clase de hombre me tomas? —Ieiri se encogió de hombros e ignoró el ceño fruncido del hombre y que acompañó con un suspiro, como si ya estuviera harto de lidiar con ella—. No eres la única aquí, tendrás otros tres compañeros, ellos ya han llegado.

Yaga tomó una de las maletas, dejando que ella llevara la más pequeña y emprendió el camino, Ieiri le siguió sin volver a hacer preguntas, observando todo el lugar.

Remember All Too Well | Shoko IeiriWhere stories live. Discover now