Konosuba: Una historia de este hermoso mundo

Capítulo 7. Pt 2: La verdad del Rey Demonio

Parte 2

"Kazuma," dijo Darkness a través de la puerta, "es hora; el ataque está comenzando".

Me froté los ojos mientras me despertaba.

"Megumin, despierta", dije, bostezando mientras lo hacía.

Ella se sentó y bostezó también. "¿Qué está sucediendo?" ella preguntó.

Darkness llamó a la puerta. "¿Están ustedes dos haciendo cosas en tal..."

"¡Estamos despiertos!" Grité irritado. Me levanté y abrí la puerta.

"El ataque comenzará pronto; Megumin, te necesitarán a ti y a Aqua en la barrera, llega rápido".

"Eh, oh cierto". Megumin se levantó rápidamente y salió corriendo.

"Kazuma, deberías ir a buscar tu arma al herrero; Me quedaré con los demás, encuéntranos junto a la barrera cuando hayas terminado". Darkness salió poco después.

"Pensar que esto es todo; está pasando", me dije a mí mismo.

Podía sentir que mi sensación de nerviosismo empezaba a desvanecerse; Di un trago fuerte y me armé de valor.

Pase lo que pase... nadie puede decir que no lo intenté.

Con ese pensamiento, salí corriendo hacia el herrero. A mi llegada, ya estaba parado afuera con mi espada.

"Oji-san, en realidad lo completaste; trabajas rápido".

Frunció el ceño ante mi sorpresa. "Sigo diciéndote que soy el herrero número uno y de alguna manera te sigo sorprendiendo".

"Eh, bueno, no soy del tipo que toma las cosas al pie de la letra, supongo".

"De todos modos, aquí tienes muchacho; fue un placer trabajar en esto. Hice lo que pude con el poco tiempo que tenía. Escucha, si sobrevives a la próxima pelea, vuelve a pasar; Todavía tengo algo de trabajo que hacer en eso".

Cuando me entregó a Chunchunmaru, pude sentir la ligereza del arma y, tras una inspección más cercana, los detalles hechos a mano en las envolturas y la protección. El esquema de color general cambió de su aspecto habitual a uno de negro y rojo (aparentemente un color básico para Demonios Carmesí) con la hoja teñida de negro. A pesar de que no era un Demonio Carmesí delirante, podía apreciar la frialdad de tal arma y le sonreí al herrero en consecuencia.

"No hay cosas divertidas con esto, ¿verdad?" Pregunté con cautela.

"Nunca pongo cosas 'divertidas' con mis creaciones, pero supongo que estás preguntando sobre alguna especialidad del Clan Kouma; en ese caso, realmente no tuve tiempo de trabajar en eso, así que no".

Suspiré aliviado. "Gracias de nuevo, Oji-san; sigues siendo tan confiable y es posible que tenga que visitarte más a menudo".

"Ja, serías solo otro cliente en una larga fila. Aún así, no puedo decir que no traigas algunos proyectos interesantes. De todos modos, sigue tu camino. Esta noche el Rey Demonio y su ejército finalmente caen".

"Oi, Oji-san, te agradecería que no establecieras banderas tan obvias para el fracaso".

El herrero se rió de buena gana y repitió la línea. En mi creciente frustración, me fui y me dirigí hacia el centro de la ciudad.

"Ahí está ella", dije, mirando a Yunyun. "¡Yunyun!"

Se dio la vuelta y saludó alegremente. "¡Kazuma-kun!, ¿dónde está Megumin?"

"Eh, ella salió disparada hacia la barrera; Darkness y Aqua también fueron con ella".

"¿Entonces por qué estás aquí?"