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Parte 1 - Capítulo 1

La más joven de la pareja se encontraba sentada esperando la llegada del chico, todo estaba en total silencio, mientras que ella solo se dedicaba a dibujar, y a esperar claro.

Su teléfono vibro, lo cual resultó ser una notificación, inmediatamente lo abrió extrañada, el número era desconocido así que el mensaje era un tanto sospechoso.
No había mucho texto o algún indicio de quién podría ser, solo un "Supongo que ésto te puede interesar" adjunto a un archivo, dudaba un poco si ver la imagen o no, solo por el simple y algo ridículo hecho de creer que podría tener algún "virus"

O bueno ¿Quién sabe? Nunca está de más ser precavidos, fuera como fuera, lo terminó abriendo.
Se quedó perpleja, no creía que pudiera pasarle algo así, pero paso.
Despues de eso, empezó a dar vueltas por la tienda, ansiosa por lo que acababa de recibir, se cuestionaba cosas, muchas cosas.
"¿Por qué el?" "¿Acaso realmente no le importa?" "¿Fue encerio alguna vez?" Había muchas cosas que pensar y tan poco tiempo para hacerlo, era cuestión de tiempo para que llegara, así que tendría que enfrentar la situación.

Intentaba mantener la calma, pero no podía.
En cuanto escucho la campana de la tienda sonar volteo de inmediato, era el.

   

      

    

     
Ambos se quedaron viendo fijamente, sin decir palabra alguna, Edgar solo la miraba extrañado por su silencio.
Colette solo estaba furiosa, algo nerviosa también, pero no más que la irá que tenía en ese momento.

C: ¿Por qué lo hiciste? -solto rompiendo el silencio en el que se encontraban.-

E: ¿Que?

C: ¿P-por qué hiciste eso, Edgar? -repitió mientras contenía las lágrimas.-

E: ¿De que estás hablando?

C: ¡Deja de creerme tonta! -grito exaltada.- ¿Crees que no me enteré de tú chistesito?

E: Calma, primero dime de qué hablas -decia acercándose a ella.-  Así podemos hablar.

C: Eres un doble cara -saco su teléfono.- ¿Quieres ver de lo que hablo? -buscaba en el aparato.- Mira tú mismo.

  
La expresión del chico se paralizó, dejándolo blanco.

    
E: Yo......

C: No digas nada.

E: Dejame explicarte.....

C: ¡¿Explicarme qué?! ¡¿Que te besuqueaste con la ridícula de Janet?!

E: ¡Eso no fue lo que pasó!

C: ¡Claro que paso! ¡¿O me vas a decir que el maldito vídeo es mentira?! -le grito desesperada.- ¡¿No fui suficiente!?

E: ¿¡Que!? Claro que no.....

C: ¿¡Entonces!? ¿¡Por qué lo hiciste!?

E: Es solo que......

C: ¿¡Y todas las veces que me entregué a ti!? ¡Dos años Edgar!  -las lágrimas caían de los ojos llorosos de la chica.- ¡Dos estúpidos años y no creí que me pudieras hacer ésto!

E: De verdad, solo déjame.....

C: ¡No! Creí que teníamos algo de verdad........¡Y mira con lo que me  sales! -arrojo el teléfono contra el piso.-

E: ¡No entiendo por qué no me dejas hablar!

C: Di lo que quieras, no te creeré nada. -se dió la vuelta dándole la espalda.-

E: Mira.....-sono el teléfono del chico.- ¿Que?

C: Respondele, seguro es tu queridísima Janet. -dijo amargada intentando cesar el llanto.-

E: Tranquilizate, veré qué es.

C: Aja.

     
Era solo un mensaje, un archivo igualmente si somos más específicos, lo abrió encontrando algo que, de igual forma, lo hizo estallar de irá.