8. Perfecta

2.6K 217 104
                                    

—¿Ah, sí?

Mi vista se dirige a Agustin, quién sigue a mi lado, acariciando mi pierna de lo más normal mientras me charla de algo trivial.

—S-sí... —asiento, todavía un poco nerviosa.

Me mira también y se ríe, poniendome peor. ¿Por qué es tan lindo?, dios.

—¿Sos cinéfila entonces? —me pregunta con los ojos fijos en los míos.

Pareciera que le gusta ponerme en este estado, por la forma tan intensa en la que me mira.

—Umh, no, porque no miro muchas películas buenas o de culto... —pellizco mi labio con mis dientes—. Me gusta mirar películas de... no sé ¿adolescentes? —digo con vergüenza.

Sonríe y asiente.

—¿De romance? —su mano sube un poco más, y solo espero que no note que la piel se me erizó completamente ante eso.

Creo que sí lo hace, pero no me dice nada, por suerte.

Todavía no sé cómo hizo para lograr llevar esta charla hacia qué películas miro, pero yo aun sigo prendida al hecho de que me dijo que mis piernas eran hermosas. Aunque creo que para el castaño no significó nada decir eso y por eso actúa de lo más normal.

—Sí, me entretienen... —suspiro para liberar tensión.

Agustin parece tan tranquilo mientras hace un recorrido continuo por mi piel...

Se queda en silencio, por unos segundos y no puedo despegar mi vista de la suya, se me hace adictivo ver sus ojos verdes con la poca luz que hay.

—¿Te enamoraste alguna vez, Cata? —me pregunta de repente, tomándome desprevenida.

¿Qué?

—¿Eh? —escupo, un poco alterada. Entonces eleva una de sus comisuras mientras ladea su cabeza, esperando mi respuesta, emocionado—. N-no, creo que no... —titubeo y sé que es una mentira grandísima.

Me gustaron muchos hombres en mi vida, pero todos fueron famosos o personajes ficticios que no existían en mi plano, siempre creí que iba a ser así, que nunca iba a cambiar eso en mí. Hasta que llegó un día cualquiera, en quinto, en el que empecé a notar demasiado a Agustin, me daba cuenta de cuando se reía, de su voz, de su presencia y lo peor fue caer en cuenta más tarde, de que me gustaba notar todo esto, de que a veces me encontraba buscandolo con la mirada, de que odiaba cuando faltaba algún día a clases, por el simple hecho de que no podía mirarlo..., y que en sí, me gustaba, Agus me gustaba demasiado y de verdad.

Traté de que esos sentimientos se fueran durante todo el verano, no miré ninguna de sus historias en instagram para ver si así se me pasaba, pero fue un poco imposible, pensaba aleatoriamente en él en diferentes momentos de mi día y todavía sentía esa cosa extraña en mi panza al recordar su risa.

Creo que va ser imposible desenamorarme de Agustin en algún momento, lo intenté por tres meses y fue imposible, así que, por ahora, prefiero dejar de intentarlo.

—¿No? —me pregunta extrañado, mientras sus dedos hacen un caminito en el interior de mi muslo. ¿Por qué no para de hacer eso? Niego—. Pensé que eras re enamoradiza...

No se equivoca. Pienso, pero no puedo decirle eso. Trago saliva esquivando un poco su vista.

—¿Por qué?

Sonríe mientras se encoge de hombros.

—No sé, me da esa sensación.

—Te equivocas...

—¿Sí? —sus dedos hacen una leve presión en mi piel, para llamar mi atención y el corazón me salta del pecho.

—Sí, Agus —digo, mirando sus ojos de nuevo, ¿por qué siento que no me cree?

Sonríe un poco más y termina por asentir después de unos segundos.

—¿Y... qué más te gusta hacer?, además de mirar películas.

Menos mal que cambió de tema.

Pienso por unos segundos sobre eso, en realidad me considero bastante aburrida. Solo leo libros, escribo (más que nada las cartas que le mando a él) y...

—Toco la guitarra, en mis tiempos libres... —digo cuando se me viene a la mente.

—Sí, eso ya sabía —dice como si nada y frunzo el ceño.

—¿Ya sabías?

—Sí, te escuché hablando con tus amigas un día y me quedó... no sé. —se rasca la nuca, pareciendo confundido. Pestañea un poco, antes de volver a hablar y yo trato de ignorar esa confesión—. ¿Compones, entonces?

—Sí, a veces...

—¿Me mostras?

Ladeo mi cabeza.

—¿Qué cosa?

Sonríe y se pasa la lengua por sus labios. Quiero evitarlo, pero mi vista se distrae y termina pendiente de ese gesto por unos segundos.

—Cómo tocas. Quiero escucharte.

Entrecierro mis ojos a la vez que él se endereza en la cama poniéndose frente a mí. Me molesta que sus dedos dejen de tener contacto con mi pierna pero no digo, ni demuestro nada con respecto a eso.

—¿V-vos decís? —inquiero dudosa.

—Sí, dale, seguro lo haces hermoso. —me sonríe y no puedo evitar despegar mi espalda del respaldo e inmediatamente ponerme de pie para ir a buscar mi guitarra.

—Me parece que me tenés demasiada confianza —digo mientras abro mi placard, justo en donde está el instrumento. Siento su mirada en mi espalda.

Me está temblando todo el cuerpo, seguramente por el miedo irracional que tengo a equivocarme frente a Agustin, pero no puedo decirle que no quiero hacer esto, se ve demasiado emocionado y su carita me lo impide completamente.

—Es qué sos perfecta en todo, no puede ser que en esto no lo seas también —comenta, y me giro sobre mis talones para volver a la cama un poco consternada.

¿Por qué dice esas cosas y después sigue como si nada?

Trago saliva acercándome con el instrumento en manos y me siento en mi acolchado, con su vista encima.

—No creo ser lo que decís, pero bueno... —bajo la vista acomodando la guitarra en mi falda, el corazón me late desbocado en el pecho.

Él sí es perfecto, pero dudo que yo lo sea.

—Qué poca confianza te tenés —susurra y frunzo mis labios causando su risa.

—Decíme algo que no sepa.

—Mhm, a ver... —empieza, tomándose en serio mis palabras.

Sonrío y levanto mi vista notando como parece pensar en algo de verdad. Me río un poco y hago un gesto con mi mano.

—Es un decir, Agu...

—Qué sos hermosa —corta mi diálogo y me quedo inmovil en mi lugar, su vista busca la mía y se cerciora de que se encuentren antes de seguir—. ¿Sabes eso también, no?

💌

Activó Giay x fin, pero les soy sincera? Ni yo sé si confiar en este jkkajaj y eso q yo lo estoy escribiendo kjjjj

Cartas | Agustin GiayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora