ღ Parte 1.1 ღ

118 18 0
                                    

El desayuno familiar es agradable, tranquilo, su madre le habla de su nuevo trabajo mientras que su padre cocina para ellos, la luz entra cálida por la ventana y Kai sabe que es una escena de comercial, aquella donde la familia feliz está en la cocina, lo único que le hace falta es el cereal para promocionar. Observa a sus padres tan cariñosos entre sí que el amor desborda, lo llena y lo hace sonreír achicando sus pequeños ojos. Con los otros todo hubiera sido distinto, aquellas personas solían pelear todos los días. Cubrió parte de su rostro con una mano y respiro hondo.

Sostuvo sus ganas de llorar, pero fue inevitable, a diferencia de mí; él si llora en momentos felices. Su madre se preocupó de inmediato levantándose del asiento y abrazándolo con rapidez repitiéndole que todo estaba bien. No supo cómo explicarlo, y sus padres no necesitaron que dijera algo para ir a darle consuelo.

Lo gritos eran normales en casa, nunca me escondí, porque los golpes jamás se hicieron presentes, mi padre siempre fue respetuoso con mi madre a pesar de no quererla, y mi madre era agradecida a pesar de odiarlo. No los detestaba, solo escuchaba sus gritos y reclamos cuando ya no se soportaban más, a veces se iba mi madre molesta y cuando papa se quedaba me pedía disculpas por ser tan ruidosos, cuando mama era quien se quedaba ella, me abrazaba y lloraba. No sabía si era mi culpa que ellos siguieran juntos, como si yo fuera sus cadenas, pero estoy seguro de que me querían, mucho, incluso cuando mi padre se fue, me abrazó tan fuerte y durante tanto tiempo que mamá se molestó. Yo amaba a mis padres, a pesar de que no eran perfectos, yo tampoco lo fui.

Mi madre solía decir; "Cuando muera no quiero flores, llévame algo mejor si quieres visitarme". Yo siempre le dije que sí, que le llevaría algo mejor que flores, pero no pude cumplirlo.

¿Mi madre me visitaría?

•◦ ❈ ◦•

Choi golpeaba su cabeza contra la mesa de la biblioteca, el trabajo que debían hacer era claro; una canción. Kai ya tenía una escrita, le gustaba la idea de plasmar sus sentimientos entre versos y una melodía, así que fue fácil y lo terminó con rapidez disfrutando cada momento, sin embargo, Choi no podía salir de la misma palabra en la que se había quedado desde hace una hora. Se quedó con él por piedad, no porque quisiera hacerlo.

—¿Cómo pudiste hacerla tan fácil? ¿Qué dice la tuya? — Preguntó su compañero intentando leer el cuaderno donde Kai la había escrito, la apartó rápidamente para que no pudiera tomarla— Ya pudiste hacer una, ¡¡haz otra mejor y dame esa por favor!!

Kai suspiró. Había escrito aquella canción basándose en los recuerdos que jamás vivió, como la experiencia de su primer beso, algo que aún no ocurría. Escribir una nueva canción seria consentir a Choi y facilitarle las cosas, regalarle una calificación que no se merecía, es por eso que se negó la primera media hora. A pesar de que no iba a escribir nada más pensó en que podía plasmar en otra canción.

Quizás su primera vez.

—Guarda silencio — Susurre mientras nos escabullíamos de los padres de Yeonjun, quedarme en su casa era lo usual cuando salíamos y nadie sabía de eso, cuando nos era imposible amarnosCalla...

— ¡Eres tú el que está hablando!

Me reí porque Yeonjun tenía razón, yo era el único que estaba haciendo ruido. Cuando logramos salir de la casa y alejarnos un poco no pude contener la risa, me reí tan fuerte que Yeonjun tuvo que cubrir mi boca para no despertar a los vecinos.

Corrimos para no perder tiempo, siendo sigilosos durante la noche sin miradas sobre nosotros, sin murmullos que se preguntaban porque siempre estábamos juntos o porque parecíamos tan unidos, sin susurros que nos juzgaran, sin palabras que nos delataran poco a poco. Ser gay nunca fue fácil en nuestro tiempo, nadie estaba para defendernos y no querían que nos defendiéramos entre nosotros. Cuando encontramos el lugar sonreí y corrí sin pensarlo, tanto lo habíamos planeado que mi emoción podría arruinarlo todo.

Renacer ᲦꜱᴏᴏᴋᴀɪWhere stories live. Discover now