Capitulo 20

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Capítulo 20: El pasado nunca se irá.

    Que situación tan engorrosa, ¿Qué hacía ésta persona ahí? Era tan incómodo porque ¡No decía nada! Si no supiera que está vivo, pensaría que es una estatua del tamaño de un humano real.

    Cuando escuchó de Sakura que alguien venía a visitarle, se imaginó a todos menos a él; la persona que no quería ver.

    ¡Cielos! Él tampoco iba a comenzar una conversación, no era como si lo hubiese llamado para que viniera. De hecho, preferiría que se fuera.

    ¿Hace cuánto que no hablan?

    ¿Dos años? ¿Tres?

    Uh, él no contó los días ¿Bien?

    La persona frente a la camilla, estaba en trance, tal vez tomando valor para decir algo. Su puño se apretaba y luego se aflojaba, como si el impulso que tomaba se deavaneciera de un momento a otro.

     Naruto agarró la cuchara, recogió un poco de la aguada sopa y sorbió haciendo sonidos que se escuchaban fuerte en la sala silenciosa. No era nada deliciosa, ni siquiera el pan podía disimular el insípido sabor. De todas maneras debía comerlo todo, si no, Shikamaru se enojaría mucho. Antes de irse le advirtió con su cara severa que debía comerse todo, de lo contrario dejaría tirados a los invitados de Suna y vendría corriendo para obligarle a comer.

    No importa lo absurdo que parezca el hecho de que Shikamaru pueda darse cuenta si comió o no cuando estaba lejos, él obedecería como buen paciente enfermo que era.

    La sopa se terminó, el pan, también la gelatina de cereza y el jugo de guayaba, pero la persona frente a la camilla no habló. Tampoco lo hizo cuando Naruto oprimió el botón de al lado, menos cuando la enfermera entró y se llevó los platos vacíos.

    En algún momento, Naruto optó por tratarle como si no estuviera, tomó el libro que Shikamaru le trajo para que no se aburriera y comenzó a leer.

    —¿Me odias?

    La voz del hombre interrumpió la interesante lectura en la que se estaba sumergiendo. Suspiró apartando sus ojos de las letras impresas en el papel, buscó con la mirada el envoltorio del chocolate que le regaló Shikamaru antes de irse, tal como él se lo dijo, lo puso en la página y cerró el libro.

    ¿Qué fue lo que dijo?

    Ah, sí:

    —Cuando ya no quieras seguir leyendo, usa el envoltorio de este chocolate para marcar la página, así la encontrarás más fácil cuando quieras volver a leer.

    Tal vez era una excusa para regalarle aquél dulce, tal vez no. Pero era bastante práctico para marcar las páginas, habría sonreído de no ser por la otra persona en la habitación.

    —¿Por qué debería odiarte?

    —No me odias —afirmó el hombre.

    Naruto solo le miró, como si cuestionara la razón por la cuál estaba ahí, el motivo por el cual hacía esa pregunta. Al igual que en el pasado, no pudo ver nada, él no le dejaba ver.

    Esa persona se acercó a la cama, a tan solo unos cuantos centímetros de distancia, su cabeza estaba baja, evitando mirar a Naruto.

    —Todavía no me perdonas ¿No es así?

    Perdonar.

    Una simple palabra que contiene un peso enorme para quien lo quiera cargar. Naruto lo llevó en su espalda por mucho tiempo, hasta que un día decidió que era muy estúpido hacerlo, y lo dejó caer al suelo.

Sol Y Sombra (ShikaNaru)Where stories live. Discover now