Capítulo 7

197 10 2
                                    

Nota del autor: Debido a mi lentitud al actualizar, este capítulo nuevamente viene potente y moralmente cuestionable, independientemente de que sea +21 de todas maneras es extremadamente importante para el desarrollo de la historia

Quito uno de los mechones que cae sobre su rostro, aún no quiero que nos levantemos de la cama

—¿Volverás a trabajar en la agencia?—pregunta con su cuerpo desnudo pegado al mío

—No lo se Bella, tampoco se si seré bienvenido de nuevo, todos saben que mi reputación jamás fue la mejor y en este trabajo me piden que haga todo lo que en la agencia me pedían que controlara

—¿Que es exactamente lo qué haces?—murmura tímidamente

—¿Estas segura de querer la respuesta?

Ella asiente, sus ojos mirándome con curiosidad y algo de preocupación

—Trabajo como sicario, matando y torturando, pero solo a gente mala

Arruga la nariz, sin poder ocultar la desaprobación

—Eres mejor que eso, Landon, eres mejor que un sicario

—No es tan distinto a lo que hacía en la agencia—no puedo evitar ponerme un poco a la defensiva.—A Di Marco le hice cosas inclusive peor de lo que hago ahora, y más de una vez me excedí con alguno de los perpetradores, Henry siempre me regañaba al respecto

—Pero podrías ser mejor, podrías tan solo matar cuando sea absolutamente necesario, en defensa propia y sin tortura, por lo menos no tan excesiva como la de Di Marco

Ahora soy yo quien se aleja, estoy harto de toda la gente diciendo esas mierdas, me levanto de la cama y comienzo a vestirme

—¿Es joda que te vas a enojar?

—No Isabella—le lanzó una mirada asesina.—No es joda, cambiare en muchos aspectos, pero si algún gilipollas te pone la mano encima me voy a asegurar de hacerlo sufrir

—No es necesario

—Lo es para mi, y me jode que menciones lo de Di Marco, ese hijo de puta te torturo por horas, obviamente iba a hacérselo pagar

—Ajá—me rueda los putos ojos.—¿Y la vez que le desfigurase la cara a Josh tan solo por besarme?

—Créeme que si supiera a quien más besaste iría desfigurándole las caras uno por uno—gruño volviendo a tener esa perturbadora imagen mental de otro hombre tocándola.—Y te he dicho miles de veces que no me ruedes los putos ojos

—No es mi culpa que te pongas todo loco cada vez que hablamos de mi con otros hombres, cuando ni siquiera estábamos juntos—ella también se levanta dejándome ver todo su cuerpo desnudo, no dejo que se vista, la sujeto contra la pared

—Si es tu culpa, te recuerdo que me tuviste por meses haciéndome creer que habías follado con otros hombres

Ahí está de nuevo, esa sonrisa socarrona, victoriosa porque sabe que tiene poder sobre mi, sobre el hombre que absolutamente nadie más tiene efecto

A esta mujer le falta una dosis de su propia medicina

—¿Sabes cuantos coños he probado?—le digo y su sonrisa desaparece inmediatamente.—¿En cuantos me he enterrado? ¿Cuantas mujeres he amarrado mientras las usaba como se me plazca? Y no por eso voy restregándotelo en la cara, por que si lo hiciera no me cabe duda de que te enojarías tanto como yo, como lo estás haciendo ahora, te estás enojando

—Me importa una mierda tu vida sexual antes de mi—bufa pero ambos sabemos que es una completa mentira

—Veo en tus ojos los celos al imaginar a las otras mujeres que he follado—sujeto ambas de sus muñecas con fuerza cuando patalea para soltarse.—No te culpo, no hay coño que no se moje para mi

Entre espías Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon