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Alex subía los escalones con las piernas temblando y el corazón en la boca. Iba hacía la cada de George.

¡Había recibido una llamada de él!

Pensó que iba a morir de la emoción, aún sigue vivo, pero no por mucho o eso creé, era domingo, el sol brillaba en lo más alto, resplandeciente.

Se supone que era su día libre, y la guardería ese día cerraba temprano, George le había pedido el mismo, por el celular, que fuera a su hogar y cuidara de su hija.

Se suponía también, que George pasaba los domingos con su pequeña, pero había recibido una llamada para algo importante en la empresa que trabajaba. Por eso tenía que salir y no podía dejar a su cachorra sola.

Estaba halagado, pues que fuera la primera persona en ser llamada por el castaño para cuidar de su pequeña mostraba que confiaba en él, George le había dicho que le iba a recompensar después.

Decir que no estaba algo ansioso por eso sería mentira.

Ahora estaba al frente de la casa, tragó saliva fuertemente, con su mano temblorosa tocó el timbre. Esperó unos segundos antes de que la puerta se abriera, era George y tenía su traje a medio arreglar.

- ¡Ale, me alegra que llegarás tan rápido! -. El alfa le dejó lado para que pudiera entrar.

Cuando lo hizo, el aroma a eucalipto lo golpeó en la cara fuertemente, todo el sitio olía a él, era su territorio y entendía que lo hiciera, también había un ligero aroma a cachorra en el aire, el lugar era espacioso y ordenado.

George era un padre responsable y lo sabía, miró como el castaño acomodaba su corbata y se ponía su chaqueta, de verdad esa junta debía ser importante, pues ese traje de marca negro no era para solo una reunión con amigos.

-Rachel está durmiendo su siesta en el segundo cuarto por el pasillo, también es mi cuarto, pero eso no importa, hay papilla en la nevera y unos biberones ya arreglados, cualquier cosa me llamas-. George terminaba de arreglar su traje mientras hablaba, recogió sus llaves y salió por el pasillo hacia la puerta, Alex miró un maletín sobre una silla, lo tomó y fue tras él.

- ¿Esto no es importante? -. George se estaba arreglando los zapatos en la entrada, volteó para verlo y le sonrió.

-Si, gracias Alex-. Esperó a que estuviera de pie para poder darle el maletín, George lo tomó, pero también pasó una mano atrás de su cuello y lo atrajo hacía el para darle un beso en la frente. -Vuelvo a las nueve, lo prometo-.

El alfa salió, dejándolo ahí en el pasillo con su rostro rojo y su corazón latiendo fuerte en su pecho, la misma sensación cálida que antes se instaló en su estómago.

Volvió despacio por el pasillo, camino hasta donde estaba la pequeña Rachel, abrió la puerta despacio, casi cae al suelo, el aroma del alfa era mucho más fuerte ahí.

-Oh joder-. Jadeo, por suerte la pequeña Rachel dormía tranquila y no lo vería tan vulnerable. Camino hasta la cama y tomó una de las almohadas para pegarlas a su rostro... Es tan bueno.

Momentos después se dio cuanta de lo que hacía, sacudió su cabeza y dejó la almohada en su lugar, fue hasta la cuna en donde dormía la pequeña, era adorable ver como chupaba un dedito mientras estaba entre sueños.

𝗕𝗲 𝗠𝘆 𝗠𝗼𝗺𝗺𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora