Epílogo

933 69 7
                                    






El último día llegó. Al despertar Jisoo le dio, como era de costumbre a estas alturas, a Lisa su batido de frutas con el supresor triturado. La omega estaba ¿normal? había despertado bien y no lo perseguía por todo el departamento, claro que su olor seguía por todo el lugar. Pero la omega estaba tranquila como en el primer día.

Jisoo llegó a pensar que Jennie le mintió o exageró respecto al último día de celo pero todo tuvo más sentido cuando llegó la tarde. Lisa volaba de fiebre y cólicos, su rostro se encontraba llenó de lágrimas debido al dolor de su celo.

La alfa no sabía que hacer ya probó de todo y nada funcionaba como mimos y paños fríos para la fiebre y parecía que los supresores ya no le hacían efecto. Estaba jodidamente desesperada y sentía que iba a llorar junto a la omega de la angustia.

-Alfa...- Lloriquea la menor tomándola del brazo -Duele.-

Los ojos de la omega estaban dilatados, su entrada no paraba de crear lubricante manchando su ropa interior, lágrimas rodaban por sus mejillas debido al insoportable dolor. Quería a su alfa, quería que la ayude con el dolor, quería que le diera cariño y sentirse protegida en sus brazos.

Jisoo lo sabía, sabía lo que Lisa quería pues su loba exigía lo mismo. Quería a su omega, quería ayudarla y protegerla, pero no podía, no quería hacerlo con la castaña en ese estado. Joder, no, no podía.

- Lis... No puedo, no quiero hacerlo si tú no estás en tus sentidos- Murmura tomándola delicadamente de los hombros.

-¿Alfa no quiere omega?- Murmuró con tristeza. Su omega se sentía rechazada.

Jisoo debía admitir que esa era la frase más larga que Lisa dijo en todo su celo.

-No, no, cosita. Alfa si quiere a omega, alfa quiere mucho a omega- Aclara acariciando sus mejillas -Pero... no quiero cometer un error y que... me termines odiando. No soportaría perderte, Lisa.-

La omega pestañeó un par de veces quedándose callada unos segundos, se acercó más a la alfa acariciando su mejilla y labio inferior dulcemente.

- Nunca, mía.-

Murmura antes de juntar sus labios, Jisoo soltó un suspiro y simplemente se dejó guiar por la menor, abriendo sus piernas y colocándose arriba de ella. La castaña llevó sus manitos hacia la espalda de la alta y las metió por debajo de su camisa, acariciando su suave piel canela y metiendo su lengua en su boca intensificando más el beso. Arqueó levemente la espalda cuando sus glúteos fueron apretados y masajeados al antojo de la mayor.

Se separaron con un pequeño chasquido, los labios se ambos se encontraban hinchados y algo húmedos. Jisoo acaricia con cariño la piel de la menor antes de hablar.

-¿Segura que quieres que lo haga, cosita?-

Al recibir un asentimiento de la contraria se separó para sostenerse de sus rodillas y quitar su camisa quitándole el aliento a la menor, estiró su brazo hasta la mesa de noche y sacó un preservativo, ahora entendía el mensaje de Jennie de esta mañana. Mientras se encargaba de besuquear su cuello deslizaba el short y su ropa interior dejándola desnuda debajo suyo, la omega estaba demasiado húmeda por lo tanto no fue muy difícil introducir el primer dedo.

La omega gimió y abrió más sus piernas, este al ser su último día de celo, y por lo tanto el más fuerte, estaba hipersensible y cualquier toque la hacía gemir como loca y ser jodidamente sumisa. Con apenas unos besos por todo su pecho y dos dedos en su interior sentía que iba a venirse, acercó su mano a la de Jisoo y quitó sus dedos mientras negaba, no quería eso, quería otra cosa. Al parecer la alfa le entendió y se deshizo de la ropa que le quedaba puesta, una vez con el preservativo puesto comenzó a entrar lentamente para no lastimarla, Lisa gimió.

Cuidando a Lisa Manobal  /  LisooOnde as histórias ganham vida. Descobre agora