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Nunca se la había pasado tan aburrido un fin de semana, casi siempre salía a fiestas o algún lugar que lo invitaron pero no, simplemente no, rechazo todo tipo de salida y solo fue a recibir sus clases de artes marciales, luego solo llegaba a su casa y se encerraba en su habitación seguramente a tomar algo de alcohol y luego dormir.

Estuvo así los únicos dos días que tenía para relajarse y nuevamente al infierno.

— Satoru. — Exclamó Haibara asiendo un ademán con su mano para que los viera en la multitud de personas. Se encontraban sentados en unas bancas que daban al aire libre del lugar.

Con una postura rígida se encamino perezosa mente hasta el grupito, Shoko revisando la pantalla de su teléfono vagamente mientras que Nanami se bebía una soda que seguramente Haibara le invito.

— No estas emocionado. —  Precisamente fue una pregunta dirigida con emoción ¿Pero emocionado de que?
Pone una mueca confusa y solo puede ver el rostro feliz y emocionado de Haibara.

— Haibara habla sobre el nuevo. — expresa Nanami colocándose justo al lado del ya mencionado ¿Acaso es interesante eso? Se cuestiona Gojo desde su mente, siempre entraba algún "nuevo" que llamaba la atención pero a los días era olvidado.

— Viene de Kioto. — ¡Oh! Ahora entiendo la emoción.

Kioto, se reconoce por ser una escuela solamente para omegas, tanto masculinos como femeninos, también por su orden y el aspecto que dan ante las cámaras.

— No es genial ¡Va a hacer nuestro compañero en el salón! — exclama Haibara desde su puesto.

— No entiendo la emoción Hai, que tal si es uno de esos afeminados... — Dice Gojo siendo así que las tres miradas se posan en el con... ¿Desagrado?

Entiende que los omegas sean haci, pero le arta saber que puede llegar a parecer más afeminados de lo común.

— ¡Y eso que tiene! - Defiende pelinegro — Aunque sea mira el lado bueno, si nos podemos hacer amigos de el no- —.

— ¡Bromeas! Yo el grandioso Gojo Satoru ¿hacerce amigo de un omega de Kioto? — Interrumpio el albino con su tono de grandeza en su voz.

— Bien, dejen eso para después croe que es mejor irnos. — Interrumpe Shoko estirando sus brazos, alistándose para comenzar nuevamente la rutina de estos 5 horribles días.

— Shoko tiene razón, ya es tarde. — Dice Haibara más tranquilo, Gojo solo puede rodar los ojos, todo ese drama por un omega, nisiquiera es la gran cosa, solo es un Omega como cualquier otro de este instituto.

No entiende como pero cuando está cerca de entrar a su salón correspondiente siente una picazón en los dientes nuevamente y puede sentir ese maldito aroma de nuevo y más fuerte. Puede notar como Nanami lo siente pero este solo lo deja pasar entrando al salón y sentándose en su puesto, mientras camina lento intenta buscar al que desprendía dicho aroma, pero simplemente miraba los mismos rostros aburridos.

Antes de voltear e intentar mirar por los pasillos el director Yoshinobu hace una entrada con el Profesor Yaga asu lado, el cual lo fulmina con la mirada al ver que no está en su puesto.

— Muy buenos días jóvenes. — saluda Yoshinobu mantenimiento su compostura  mirando a Gojo esperando paciente para que este tome asiento. Con cara de disgusto Satoru entiende el por qué no siguió con su discurso y con pereza mueve sus talones caminando hacia su puesto.

Siente rabia, no presta atención a Yoshinobu mientras hace su típico saludo a todos los alumnos, simplemente frunce más el ceño y se sienta de mala gana. Siempre respirando el aroma que lo tiene loco para no perder el exquisito olor.
Puede sentir sus colmillos picar y y se siente emoción por qué cada vez más el aroma se hace más fuerte y se siente más cercano.

Aprieta la tela de su pantalón con sus manos.

¿Por qué se siente así con un simple aroma? Es ridículo. Pero que más le daba, estuvo todo el fin de semana intentando olvidar el exquisito aroma pero no logro nada, siempre termina sus labores y recordaba aquel dulce aroma. Aunque su primera impresión fue intentar buscar al dueño, pero todo se desbordó cuando empezaron a mezclarse los aroma de todo el alumnado del pasillo.

Estaba en la completa desesperación por saber.

Geto Suguru, es un alumno de intercambio de la escuela de Koito. — El tono de voz que uso Yaga le impresionó por un momento distrayendo lo de sus pensamientos.

— Sin más quiero que lo traten como un compañero más, Geto puedes pasar. — Finalizó.

Su cabello está amarrado en un rodete pequeño, es oscuro y de aspecto suave, hay un pequeño mechon colgando al lado de su rostro esculpido por ángeles. Geto Suguru está parado frente a ellos y Satoru se siente aún más emocionado que antes. Se mira frío, y parece ser un omega recesivo, sus labios son un tono rosado palido, un poco secos por el aire, pero aun así Satoru quiere lamerlos por todos lados. Hay un arete en cada oreja, ambos son un anillo de negro. Lleva el típico uniforme asignado solo que este usa pantalones flojos y la camiseta negra de mangas largas que todos deben usar. El Alfa de cabello blanco muerde su mejilla mientras mira con atención el Omega que tiene alfrente.

Intentando ignorar todo voltea de lado cubriendo su pequeño sonrojo en las mejillas, valla que es un omega lindo.
Puede mirar la expresión emocionante que tienen Haibara y al lado suyo está Nanami que también examinando con atención al omega, Shoko sigue desinteresada sobre el tema.

— Suguru, puedes sentarte y estar cómodo, es un honor para nosotros tenerte aquí. — Dice Yaga.

Voltea para intentar ver nuevamente el rostro del pelo oscuro, pero vaya mierda.

Puede notar como este camina para sentarse en el único asiento desocupado, está justo alfrente de Naoya y bueno quien quisiera sentarse alfrente de ese tipo.

Puede ver la sonrisa maliciosa de Naoya cuando Suguru se acomoda alfrente de el.

— Esperamos que te sientas cómodo Geto. — Con eso Yaga dió paso atrás para que Yoshinobu saliera  y el justo detrás de el seguramente hablar unas últimas cosas después de la transferencia.

Satoru por necesidad propia, voltea lentamente para encontrarse al pelo oscuro mirando únicamente hacia alfrente. No sabe cómo o si fue que el Omega sintio su mirada y giro a la dirección de el, sus miradas se juntan pero no sé despegan, los ojos pequeños y afilados lo miran sin ninguna expresión en su rostro.

Para su sorpresa el Omega levanta su mano y le sonríe, como un saludo, este tiene una sonrisa sincera. El albino nunca se había sentido tan entusiasmado por un saludo.

Pero vaya el y sus acciones, sin imaginarse lo que pensaria el Omega de el volteo la mirada hacia el ventanal del otro lado, no puede dejar que el Omega lo mire con su gran sonrojo.

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Bueno ya llevaba unos días sin actualizar, mil disculpas!
También disculpen los errores ortográficos xfa, gracias a todas esas personitas que me estan apoyando. ༎ຶ⁠‿⁠༎ຶ

𝘽𝙪𝙙𝙙𝙮! • 𝘚𝘢𝘵𝘰𝘚𝘶𝘨𝘶Where stories live. Discover now