1. Una propuesta inesperada

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Recoger las flores en el campo siempre había sido uno de los pasatiempos favoritos de Rin. No recordaba cómo ni cuándo había empezado con este pasatiempo; podría haber sido antes o después de perder a su familia. Pero la paz del campo y los deleitantes aromas florales siempre podían animarla sin importar nada. Era la oportunidad perfecta para estar sola con sus pensamientos y sus emociones.

Principalmente, recordaba muy amenamente sus aventuras junto al Gran Demonio, Sesshomaru, y sus amigos, Jaken y Ah-Un. Era tan solo una chiquillas en aquel entonces, agradecida con la ayuda y protección que le ofreció el demonio por la pura bondad de su corazón. Pero sus recuerdos más felices y emocionantes siempre serían los de las experiencias que pasó junto a ellos, enfrentándose a toda clase de demonios y enemigos y conociendo nuevos amigos en el camino.

Parecía como si aquellos momentos pertenecieran a otra vida. En aquel entonces, Rin había depositado toda su confianza en los demonios, debido a las grandes decepciones que se había dado con el mundo humano. El trauma causado por perder a toda su familia a una temprana edad y por el abuso que recibió de los habitantes de su antigua aldea le habían dejado muy claro hasta donde podría llegar la maldad del ser humano. Por mucho tiempo, fue incapaz de incluso pronunciar ninguna palabra.

Pero ahora, tenía una perspectiva bastante distinta. Luego de haber convivido con la Anciana Kaede y su aldea durante los últimos siete años de su vida, se pudo dar cuenta finalmente de que no todos los humanos eran capaces o estaban predispuestos a demostrar tal crueldad. Kaede la había acogido y criado con mucha atención y cuidado, le había impartido mucho de su conocimiento, sin esperar nunca nada a cambio. Lo único que la anciana le había pedido siempre era que Rin le diera la oportunidad al mundo humano para demostrarle que había bondad en ellos también. Aome, Sango, Miroku e Inuyasha también habían sido siempre muy amables y serviciales para con ella, incluyéndola en sus vidas como si fuera parte de su familia. Luego de tanto tiempo, les había tomado mucho cariño y aprecio a todos ellos, y sabía que ellos solamente querían lo mejor para ella.

Otra persona de cuya compañía gozaba bastante era del joven Kohaku, que a pesar de ser todo un adulto ahora, nunca dejó de ser un excelente amigo para ella. De todos en la aldea, era Kohaku el único que realmente comprendía la dinámica que Rin tenía con el grupo de Sesshomaru en aquel entonces, y el único que realmente podía comprender por qué ella, hasta la actualidad, continuaba teniéndole una fe ciega al demonio, a pesar de no haberle visto ni una sola vez en siete años.

Su canasta estaba llena de las flores más coloridas y olorosas que pudo encontrar. Kaede diría que no es propio que una señorita de dieciocho años como ella esté por su cuenta en el campo, pero al ver las hermosas flores, seguramente se le pasaría el malestar. Dieciocho años, pensó Rin, sin poder evitar sentir un nudo en su estómago. Para una chica como ella, llegar a los dieciocho años en tiempos tan difíciles como los de las guerras, era un milagro. La mayoría de huérfanos sin familia hubieran muerto hacía mucho tiempo. En teoría, eso ya había pasado, puesto a que sin la ayuda de Sesshomaru, Rin definitivamente ya no estaría aquí. Pero lo verdaderamente sorprendente era llegar a la edad de dieciocho años como lo había hecho ella, sin estar comprometida con ningún hombre. Muchas personas argumentarían que ya se había tardado demasiado en esto, puesto a que la mayoría de chicas de su edad ya estaban teniendo a sus primeros hijos.

Extrañamente, la única persona que Rin conocía que estaba en desacuerdo con estas expectativas muy vocalmente era Aome. Seguro en su época, las mujeres se podían tomar el tiempo que quisieran para desposarse, y si no lo hacían, tampoco era tan grave. Pero lastimosamente, en esta era, el hecho de que Rin siguiera soltera a esta edad suponía una de dos cosas ante la sociedad: que ella tenía alguna clase de problema que le prevenía casarse o que estaría muy urgida de encontrar un esposo.

La Bella y El Demonio [Inuyasha] (SessRin)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant