twenty eight

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El gran baile de invierno se aproximaba, era enormemente esperado por todos los magos y brujas.

Este año se contaría con la presencia de dos escuelas magicas más. La academia mágica Beauxbatons situada en Francia y el instituto Durmstrang de Noruega.

Trillones de chicas habían dado lo mejor de para invitar al heredero Malfoy, pero sus intentos fueron en vano.

Uno de sus pasatiempos favoritos era jugar con sus pobres víctimas al parecer, ilusionarlas para luego decirles un rotundo "No".

A fin de cuentas una semana antes del baile, el accedió a una invitación, no muy esperada.

Y no, no era Blair.

Acabo correspondiendole a Liliam Crothfish, una alumna Slytherin, sangre pura de su mismo año, e hija de amigos cercanos de la familia, le parecía la opción más acertada.

El día del baile había llegado, la espera terminó.

Hogwarts se transformo en un paraíso mágico de invierno celebrando el Baile de Navidad del año 1994. El jardín quedó decorado como una gruta, con fuentes, bancos labrados, caminos serpenteantes, estatuas de piedra y hadas vivas multicolores posadas en los rosales.

Una vez que los cuatro participantes del Torneo de los tres magos abrieron el gran baile, la pista comenzó a descontrolarce un poco.

El joven Slytherin bailaba junto a su pareja y la levantaba tomada de la cintura y girandola por los aires así sincronizandose con las demás parejas.

Busco por la pista con su mirada a la rubia, la encontró.

Estaba bailando con Oliver Wood, su cita del baile al parecer.

¿Qué tenía él de interesante? Solo hablaba de Quidditch.

Le resto importancia, y se centro en disfrutar su noche.

Rato después, Malfoy yacía sentado en una de las redondas mesas, su pareja se había marchado con su grupo de amigas y tan solo quedaban algunas persistentes parejas bailando.

Y ahí estaba, sentada a dos mesas de distancia del rubio. Blair Presscot.

El no iba a acercarse. Ella lo hizo.

— Malfoy —dijo ella.

Presscot —dijo el de mala gana.

— ¿Tu cita te abandono ya? ¿Al gran Draco Malfoy? —se burlo ella.

— Si hablamos de citas malas, no opines mucho, Mr Quidditch —contraataco él con una sonrisa en sus labios.

— ¿Acaso te molesta Oliver?

— ¿Wood? —río el rubio sarcástico.

— ¡Si me hubieras invitado antes hubiera venido contigo, Malfoy! —se apresuró a decir ella.

El la observo con desagrado.

— No te invite porque no quería venir contigo, Presscot —bufo el rubio con desagrado en sus palabras.

Ella lo miro depecionada.

— Lo rechace tres veces, esperando tu invitación, Draco.

— Malfoy para ti —contestó el para irse dejándola plantada en medio del gran comedor mientras sonaba una canción lenta en la pista.

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ⎯⎯  𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂Where stories live. Discover now