Capítulo 1

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El día era soleado, el verano empezaba a llegar y con eso, aún más trabajo para nosotros. La cafetería estaba siempre a tope, e incluso tuvimos que hacer un veinticuatro horas por dos días, Hoseok, Jackson, la chica nueva y yo habíamos terminado muertos de cansancio.

No me quejaba, me gustaba ver las sonrisas de nuestros clientes o las familias que vienen a convivir aquí.

Hoy había sido mi último día de clases, pues las vacaciones habían llegado. Los fines de semana me iba al club nocturno para ayudar un poco a Jungkook, aunque siempre terminaba en la pista de baile o solo bebiendo un poco. Los chicos se encargaban de todo en ese lugar, la tienda de tatuaje la dejo a Yoongi, las cosas parecían ir muy bien, demasiado diría yo.

─¿Y qué tal esta? ─ la voz de Jungkook a un lado de mí me volvió a la realidad.

─¿No es muy grande? ─ opiné al ver la imagen en su teléfono.

Jungkook pareció meditarlo y después chasque la lengua.

─Bueno, ¿qué piensas de esta? ─ me volvió a mostrar otra imagen en su teléfono. ─Por favor no me digas que es demasiado grande, porque no lo es ─

─Ésta es muy bonita pero... Sí, mira, queda al otro lado de la ciudad, demasiado lejos para la universidad y el trabajo ─ le entregué el teléfono al ver la información.

Frunció el entrecejo y después suspiró con fuerza.

─¡Me rindo! ─ bloqueó su teléfono y lo aventó a un lado. ─Así nunca conseguiremos una casa ─ lo vi hacer ese gesto con su lengua dentro de su mejilla.

Sonreí, Jungkook estaba haciendo berrinches, unos muy monos.

─No es necesario conseguir una casa ahora mismo, aún tenemos tiempo ─

─Yo quiero vivir en nuestra propia casa, pero todas las que te he mostrado o son muy grandes o queda muy lejos, me rindo ─

─¿Jeon Jungkook rindiéndose? Vaya, esto tengo que grabarlo ─ me burle un poco.

─Que gracioso ─ entre cerró sus ojos y se cruzó de brazos.

─¿Te digo algo que podría ser gracioso? O al menos te hará sonreír ─

─¿Qué? ─ preguntó con sus brazos cruzados.

Entonces me incliné hacia su oreja para susurrar algo que podía levantar le el ánimo.

─Hoy compré lencería nueva y... la estoy usando ─ sonreí para después regresar a mi lugar mientras volvía a leer un libro de medicina.

Y de un momento a otro mi libro salió volando y yo me vi apresado por Jungkook quien estaba arriba de mí. Sonreía de manera pícara.

─¿En verdad te compraste lencería nueva? ─ preguntó mientras podía sentir su miembro rodar con mi vientre por sobre la tela de mi pijama.

─Puedes averiguarlo ─ sonreí inocente.

Y no tuve que decirlo dos veces, pues él ya se encontraba besándome con pasión mientras sus manos levantaban mi camisa.

Para nosotros era normal dormir después de hacer el amor, incluso he de aceptar que él me volvió adicto a ello, pero solo deseaba su cuerpo, sus besos y caricias, su lengua recorriendo mi piel y dejando un camino caliente a su paso. Era adicto al sexo que Jungkook me daba, solo él. Ningún otro hombre me atraía, al menos no tanto como lo hace Jungkook.

Aún recuerdo esa vez qué, aunque era incorrecto, lo hicimos en la última fila del cine, traté de aguantar los gemidos que Jungkook me provocaba, pero era casi imposible, y di gracias a Dios por el fuerte ruido de la película.

Gemí cuando el gran miembro de Jungkook entró tan directo y firme en mi cavidad. Su cuerpo ardía de pasión, encaje mis uñas en sus hombros al sentir lo delicioso de esa dura embestida. Estaba loco por él.

[...]

Busqué más casas por mi teléfono, sabía que Jungkook tenía esa ilusión de vivir juntos en nuestra propia casa, ¿Quién era yo para negarle eso? Pero había un cierto problema, él siempre elegía casas muy ostentosas y lejos de nuestros trabajos. Por eso ahora yo me estaba dedicando a buscar una, con algunos detalles que a él le gustaban y a mí también.

─¿Qué haces? ─ me sobresalte al escuchar la voz de Jackson.

─¡Dios, casi me da algo! ─ toqué un poco mi pecho. ─Estoy buscando una casa para Jungkook y para mí pero no he tenido mucha suerte ahora mismo ─

─Yo podría ayudar, mi tía está vendiendo su casa porque se mudaran al extranjero ─ habló la chica a la cual habíamos contratado hace no mucho, una chica muy responsable de hecho.

─¿Tienes fotos? Mi novio es algo... exigente ─ rodé los ojos al recordarlo, Jackson rio un poco por eso.

─Ah sí, dame un minuto ─ Yalie asintió buscando algo en su teléfono, después de unos segundos ella me entregó su teléfono. ─Está a una manzana de aquí, en auto podría llegar en diez o quince minutos ─ la casa era realmente hermosa, ni muy vieja ni muy nueva.

Sentí esperanzas, pero aún faltaba el visto bueno de Jungkook.

─¿Crees que tu tía nos quiera recibir hoy mismo? Quiero que Jungkook la vea ─ la miré entregándole su teléfono.

─Claro, le mandaré un texto diciéndole, ella estaría más que encantada de que compraran la casa, es por eso que aún no se va ─ asentí.

─Bien, ustedes terminen de hacer esto, yo me iré para seguir atendiendo a los clientes ─

─En un momento voy ─ le dijo Yalie a Jackson.

Este último solo levanto la mano y desapareció, ambas nos quedamos solas en la bodega, donde había estado todo este rato de mi descanso.

Solo rezaba para que Jungkook dijera que sí, la casa era muy bonita además de que quedaba muy cerca de nuestros trabajos y no se diga de la casa dónde vivían los chicos.

Bad boy 2 -- KOOKMIN 💙💛Where stories live. Discover now