Capítulo 11

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Pov. Jungkook.

Mi teléfono empezó a sonar, contesté al segundo tono.

─ ¿Tienes algo de información? ─ me levanté de la silla donde había estado sentado, así como ya varios días anteriores, tal vez semanas.

─Tengo algo, se cuidan demasiado las espaldas y limpian cualquier tipo de rastro, es difícil ─

─No puedes pedir ayuda a nadie de ellos, ellos no saben que estamos en contacto Taehyung ─

─Lo sé, por eso hago lo que puedo para meterme a sus computadoras y vigilarlos ─ Apreté un poco el puente de mi nariz, me sentía cansado. 

─Conseguí algo, no soy tan bueno como Namjoon ─

─ ¿Cuál es la información que tienes hasta ahora? ─

Escuché como algunas hojas eran movidos y un tecleo de computadora me hizo entender que estaba buscando toda la información recopilada.

─ ¿Tienes tu computadora a la mano? ─ preguntó.

─Sí. ─ me dirigí con rapidez a mi mesa de trabajo y abrí la laptop, ésta se encendió. ─Está prendida ─

─Te mandaré un correo, tiene algunas fotos y algunos datos que pude encontrar, te iré explicando según las fotos ─ el sonido de mensaje nuevo llegó a la computadora, abrí el mensaje y abrí la primera imagen. ─En la primera se puede observar un club nocturno, ese club es parte de la trampa, utilizan ese lugar para encontrar a mujeres jóvenes y venderlas, desaparecen después de salir con un hombre, estuve yendo varios días, todas las noches para averiguar un poco más, siempre cambian ─

─ ¿Sabes cuantas personas hay en ese lugar? ─

─Cerca de quince personas, contando a los guardias fuera del club ─ suspiré.

Miré las fotos, los guardias fuera del club, claramente nadie se había dado cuenta de que Taehyung les había estado espiando. Chicas bailando y siendo seguidas por algunos hombres, iban desde bajos a altos, pero todos tenían algo en común. Hice un acercamiento a una de las fotos, entre cerré mis ojos un poco.

─Taehyung... ─

─ ¿Lo notaste? ─ pregunto él, tal vez ya había anticipado que yo me daría cuenta.

─Sí, todos los hombres tienen algo en común ─

─Sí, todos los hombres que estuvieron seduciendo a las chicas usaban ese tipo de gafas, cualquiera pensaría que no tiene nada de malo, pero investigué más a fondo, ese tipo de armazón fue hecho solo para una persona ─

─No me digas ─ miré mejor la información sobre las gafas.

Esas gafas estaban hechas de un material muy resistente, era un modo de distinguir a las personas que trabajaban para aquel hombre. Sofisticados, pasando desapercibidos entre los demás, haciéndolos las personas menos sospechosas.

─Creo que es seguro. ─ volví a la conversación del teléfono, dejé de mirar la pantalla de la computadora. ─He encontrado el nido de las bestias, aún no encuentro a la bestia mayor, seguiré investigando ─ Asentí, aunque no podía verme.

─Bien, estaré a la espera de más información ─

Un leve silencio y después el tono que indicaba que la llamada había finalizado, solté el aire agotado, me senté en la silla para dejar caer mi cabeza hacia atrás. Dos meses, dos jodidos meses ya habían pasado y solo teníamos esto, Taehyung aún no podía encontrar el lugar donde llevan a las chicas y aún no conocíamos el rostro del mafioso. Mi paciencia se estaba agotando.

Un toque en la puerta me hizo abrir los ojos y mirar, medio cuerpo de mi nueva secretaria se asomó por la puerta.

─ ¿Qué pasa? ─ pregunte sin ganas.

─Señor, lo están buscando ─ lo que me faltaba.

─No recibiré a nadie ─

─Señor, la persona que está afuera esperando dice ser su esposo ─ "«¿Esposo?»" ─ Dijo que no se iría ─

─Ah, mi esposo, sí, hazlo pasar de inmediato ─

La secretaria asintió, tenía sus cejas fruncidas. Sonreí de lado esperando que mi "esposo" entrara por esa puerta, y claro, para nada feliz.

─ ¡Jeon Jungkook! ─ sí, no estaba nada feliz. Me levanté de la silla y rodeé la mesa de trabajo para recargarme en la parte de enfrente.

Jimin venía entrando con su preciosa cara llena de enojo, su cabello un poco desordenado y su vientre un poco abultado, donde cargaba a mi hijo.

─Aquí estoy ─

─ ¡Se que estás aquí! ─ cuando estuvo lo suficientemente cerca me encaró. ─ ¡Se que estás aquí, así como ayer y los demás días! ─

Ah, creo que ya sé por qué de su enojo. Suspiré, lo abracé rodeándolo con mis brazos, él forcejeó un poco hasta quedar quieto, el embarazo la hacía perder la cabeza a veces. Besé su frente y después besé su nariz, pegué mi frente a la suya.

─ ¿Estás mejor? ─

Jimin asintió, sus ojos estaban cerrados.

─Realmente me siento fatal ─ susurró.

Acaricié su espalda, él pegó su rostro en mi pecho, suspiré. El embarazo lo tiene algo mal, sabía que las hormonas estaban más elevadas y él no podía controlar sus estados de ánimo, a veces solía llorar de la nada.

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─Está bien, es el bebé quien causa esto, no te preocupes ─ él volvió a asentir. ─Lamento no pararme mucho en casa, el trabajo... ─

─Lo sé, sé que tienes mucho trabajo, pero... ─él levantó su rostro solo para encontrarme con sus ojitos brillosos ─ Perdón por ser tan pesado ─ negué.

─No lo eres, necesitas que te cuiden y den mimos, ¿no es así? ─ sonreí un poco. ─Eso me recuerda, ¿mi esposo? ─ lo miré divertido, él se llenó de rubor.

─Yo no tengo la culpa, ella empezó a negarme la entrada y no quería hablarte, entonces le dije que era el señor Jeon, si te molesta no volveré a decirlo ─ se cruzó de brazos de manera enfurruñada.

─No me molesta, suena bien eso de señor Jeon, tal vez lo hagamos realidad muy pronto ─ bese sus labios.

─ ¿Ah sí? ─ aceptó el beso.

─Sí, tal vez decida fugarnos a las Vegas o ir a un registro civil ahora mismo, ¿qué piensas? ─

─Suena tentadora la oferta ─

─Puedo darte otra oferta igual o más tentadora ─ lo giré y lo levanté para sentarlo en el escritorio.

─ ¿Cuál oferta? ─

─Puedo recompensar la falta de sexo de esta semana, ¿qué me dices? ─ sonrió, sus labios se ampliaron de una forma que parecía un pequeño niño feliz.

─ ¡Me encanta esa idea! ─

─Entonces, futuro señor Jeon y hombre que lleva en su vientre a mi hijo, le haré sentir en las nubes ─

Besé sus labios dejando de lado las palabras, llevé mis manos a sus pezones, los cuales estaban más sensibles últimamente, y eso era genial. Él sentía con mucho gusto las caricias, por mi parte me excitaba escucharlo gemir y pedir más de mis caricias.

Oh, mi bello chico, era lo que jamás me cansaría de probar en este mundo.

Bad boy 2 -- KOOKMIN 💙💛Where stories live. Discover now