Lightning Scars & Metal Hearts

Capítulo 4: Shit Happens

4. Mierda Pasa

"Hay una profecía sobre ti y es por eso que Voldemort apuntó a tus padres", susurró Sirius apresuradamente. "Básicamente dice que al final, eres tú o él, uno de ustedes tiene que matar al otro".

Harry estaba escondido en el Bosque Prohibido, escondido debajo de su capa, cálido por el hechizo que había lanzado antes de salir del castillo. Su corazón latía tan rápido y tan fuerte que Harry estaba seguro de que las criaturas que husmeaban en la oscuridad podían oírlo. “¿Así que si regresa me va a matar? ¡¿Está literalmente malditamente profetizado?!”

“Supuestamente,” Sirius dijo la palabra lentamente, “el niño que se suponía iba a ser su perdición nació de padres que 'lo derrotaron tres veces'. También los 'marcó como iguales', lo que supongo que lo hace más plausible con la cicatriz y todo”.

"¿Y mis padres lo derrotaron tres veces?" preguntó Harry, su mente aceleraba tan rápido como su pulso. "Estoy muerto entonces". Dejó escapar una risa amarga y sin gracia, sonando levemente histérica, antes de que Sirius pudiera siquiera hablar. "¡Te llamé para pedirte consejo sobre a quién invitar a la puta pelota, Sirius!"

"Oh, ¿en quién estás pensando?" Sirius preguntó ansiosamente, su estado de ánimo cambiando rápidamente como siempre. ¿Uno de los chicos Weasley? ¿Ese otro campeón de Hogwarts? Tal vez-"

"Cho Chang", lo interrumpió Harry. “Ella es bonita y juega al quidditch”.

"Harry, ella lo hace sonar como si fuera una mujer".

Harry levantó una ceja en el espejo, "¿Y?"

“Y tú eres gay,” se rió Sirius. “No lleves a una pobre chica al baile porque tienes miedo de ser tú mismo, chico. No funcionará bien y no es justo para ella”.

Harry frunció el ceño. Nunca debió haberle contado a Sirius sobre su confuso sueño sobre Bill Weasley después de la Copa Mundial de Quidditch. “Dije que tal vez estoy interesado en tipos, Sirius. Tal vez."

“Y estoy diciendo 'definitivamente',” sonrió Sirius. “¿Quizás enviarle a Bill una lechuza? ¿Pedirle que venga?

"Vete a la mierda". Harry suspiró y se desplomó contra el árbol y trató de concentrarse en lo que era importante. "¿Cómo te enteraste de la profecía?"

Dumbledore me lo dijo. El rostro de Sirius se oscureció rápidamente. A veces tenía una sombra en la parte posterior de sus ojos, una obsesión siempre presente de su tiempo en Azkaban, pero cuando estaba furioso, parecía cubrir sus ojos grises por completo.

"¿Así?" preguntó Harry, sorprendido.

"Después de una moda", Sirius se evadió. Suspiró cuando la expresión de Harry se tornó incitante, “Le dije que te llevaría y me iría del país. Dijo que las señales parecen que Voldemort regresará pronto, de alguna manera, y tuvimos una discusión. Dije que se joda este país, nos mudaremos a algún lugar donde sigo siendo tu guardián pero no un fugitivo, y luego me descargó la profecía. Yo…” Sirius vaciló. "No creo que James lo supiera, no tanto como yo sé de todos modos, o... o probablemente no lo hubiera creído".

Harry cerró los ojos, exhausto. "¿Importa ahora?" preguntó suavemente. "Después de un maldito dragón y... y todo lo demás... ¿voy a morir cuando Voldemort regrese?"

"Absolutamente no", gruñó Sirius. Si vuelve, te largarás del campo de batalla, Harry. No dejaré que te arriesgues jugando los juegos de Dumbledore. Déjalos pelear, como adultos. Cualquiera puede dispararle un AK al bastardo, no es necesario que seas tú.