DEBILIDAD [Enzo Fernandez]

CAPÍTULO 21

Sábado 1 de Abril de 2023
Londres, Inglaterra.

CAMILA
        Después de un vuelo de casi 2 horas y media desde Madrid, finalmente había llegado a Inglaterra. El clima no me sorprendió, estaba nublado y frío como siempre pero debía admitir que, estando en el calor intenso de Argentina, había extrañado un poco sentir frío.
       Martina y yo nos habíamos ido el miércoles de Argentina para el show que tenía mi amiga el viernes en España. Habían sido días muy lindas pero también muy movidos en muchos sentidos. Por suerte íbamos en un avión privado que alquilaba el equipo de Tini, así que pudimos ir hablando durante el vuelo. Ella me había hecho saber que, a pesar de que le encantaba como me veía con Enzo, esperaba que no cometiera sus errores en cómo llevar las cosas con alguien en una situación similar a la que estaba Rodrigo cuando ellos comenzaron a verse.
      Y es que de hecho la acompañaba en su viaje ya que ella estaba necesitando bastante apoyo porque andaba con mucha ansiedad de salir al público después de todo el odio que recibía cada vez que hacía algo nuevo, como por ejemplo, después de haber estado con Rodrigo en el Monumental. Yo no sabía cómo hacía para lidiar con todo eso pero la admiraba muchísimo. Y al mismo tiempo me servía de ejemplo de lo que podía llegar a pasarme si yo no ponía un freno a lo que estábamos haciendo con Enzo.
       Aunque no sabía cómo.
       Durante el vuelo de Madrid a Londres me fui convenciendo a mi misma de no ser impulsiva, de que con Enzo las cosas sólo eran físicas, que quizás si evitaba verlo se nos pasaba y así podía seguir con mi vida normal como había sido antes de que él llegara a la ciudad. Pero cuando aterrizamos y yo saqué el celular del modo avión, el primer mensaje que me entró fue uno de él diciéndome "avísame cuando llegues", y cuando yo sonreí solo por leer eso, supe que todo lo anterior era algo de lo que ya no me iba a poder convencer.
      En el aeropuerto me esperaba mi novio y yo solo rogaba que por fuera no se notará lo distinta que me sentía por dentro. Enzo me había dejado claro que su prioridad era su hija, y sabía que eso implicaba hacer cualquier cosa para no estar lejos de ella. Por más que él gustara de mí, no iba a pasar más que eso, y yo no podía poner en riesgo todo lo que tenía por no saber disimular. Tenía que poner mi mejor cara y hacer como si nada.
      ¡Ahí estás! —escuché decir a mi novio en cuanto salí del área de desembarque, él me esperaba con los brazos abiertos.—
    Al verlo me sentí extrañamente bien. João representaba lo conocido, era lo seguro. Ahí entre esos brazos no tenía que hacerme tantas preguntas sobre el futuro ni pensar tanto, era justo lo que necesitaba ahora. Caminé rápido esos metros que nos separaban y lo abracé fuerte, cerrando los ojos al sentir el aroma de su perfume. Me hacía sentir un poco más tranquila darme cuenta que si lo había extrañado.
      Te extrañe —murmuré al separarme un poco de su abrazo para mirarlo, él sonrio y me dio un beso en los labios.—
      Eu também —contestó mostrando sus dientes blancos, volvió a besarme y agarró mis bolsos.— Vamos hermosa.
     Una vez en el auto comenzamos a charlar sobre las cosas que habíamos estado haciendo las últimas semanas, aunque yo tenía que obviar algunas partes de las historias que le contaba. Él por su lado me contó lo que había hecho en Portugal y me habló bastante de Cristiano Ronaldo, a quien veía siempre que jugaban en su selección y quien era el mejor jugador del mundo según él. Siempre me daba gracia que difiriéramos en esa pregunta ya que para mi claramente lo era Messi, pero era solo una de las diferencias que podía traer salir con alguien de otro país.
     Y mi hermano llegará mañana antes do jogo y se quedará unos días —me contó mientras conducía, ya podía reconocer los edificios y casas por los que pasábamos, así que sabía que no faltaba mucho para llegar.—
     ¿Si? Que bueno amor... —contesté mirando su perfil, se veía muy lindo. Por lo que agarré mi celular para sacarle una foto.— Quédate así que te ves hermoso... —le dije haciéndolo reír. A él le encantaba que le saquen fotos así que hizo lo que le pedí.— ¿A que viene tu hermano? —le pregunté mientras escribía algo en la foto para subirla.—