Mi Nueva Vida ll

Sentido de Pertenencia

⚠️Los personajes y escenarios de Harry Potter no me pertenecen ⚠️
⚠️Han sido tomado textos de los libros originales de Harry Potter⚠️

¿Qué diablos acabo de soltar? Se preguntaba la parte lógica de mi cerebro la cual estaba siendo completamente ignorada porque el resto de mi mente y cuerpo solo le importaba el hombre que tenía encima de mí. Podía sentir una presión sobre mis costillas y me abstuve de gemir temiendo que eso pudiera romper el momento. Podía sentir la tensión en el ambiente, el tenía un sonrisa ligera en su labios casi burlona.
-Está alucinando, señorita Granger sin duda la fiebre es más alta de lo que pensamos -Justificó con voz seria, mi cuerpo se estremeció y entrecerré mis ojos, molesta.
-Eres un gran mentiroso, pero no te creo, no me puedes mentir, Severus - Le recrimine acerque mis manos a sus mejillas intentando acunar su rostro. En un movimiento nada delicado, su mano izquierda tenía apresada mis muñecas por encima de mi cabeza, la presión en mis costillas se volvió más intensa, un gemido doloroso salió de mis labios. El aliento caliente que salía de mi boca, me estremecía el cuerpo. Tenía frío sin embargo sentía que la piel me ardía, me sentía indefensa, instintivamente busque protección él a pesar de que me estuviera reteniendo de una manera no tan delicada.
-Profesor, señorita Granger, usted parece haberlo olvidado- Sonreí pícara ante su tono de voz.
-Te gusta ser dominante, no suelo ser sumisa, pero por ti cielo sería Batman- Solté sobre sus labios riéndome de mi propia broma, mi cuerpo inclinado hacia arriba para alcanzar sus labios. El me devolvió al sofá, aun apresada, la sola idea de ser sometida por el era fascinante en sí y estaba convencía de que la fiebre no tenía nada que ver con ese sentimiento.
-Cuándo vulva a la conciencia, se arrepentirá de todo lo que dijo- Declaro él, en tono amargo sentí pena y quise consolarlo fue casi un instinto, como cuando escuchas a un bebe llorar y lo único que piensas es en consolarlo, era eso ese instinto de protección... de pertenencia. Severus Snape era mío, si iba a sufrir por alguien sería por mi, al menos yo estaba viva, yo podía compensarle de alguna manera las lágrimas que derramara por mí, porque yo lo amaba y el era mío.
-Si pueda que me arrepienta- Dije mi voz suave, intente enfocarlo , mi mente dando vueltas, mi visión borrosa, odiaba sentirme enferma, tan vulnerable por alguna razón todos los sentimientos salen en una cascada que es imposible de detener , la coraza se rompe y solo quedo yo, expuesta al mundo para ser devorada- Sus ojos reflejan dolor ante mis palabras y me siento feliz, ni siquiera puedo sentirme mal, sufre por mi porque te juro que valdrá cada maldito segundo.
-Pero no porque no lo sienta, tengo la sensación de que te alejaras de mi y no quiero que eso pase, no quiero tener que separarme de ti- Lloro ante la posibilidad de que eso ocurra, me siento sola y vulnerable y por un instante pienso en salir corriendo y refugiarme en los brazos de Gellert pero me siento tan bien aquí tan segura a pesar de estar llorando.
El seca mis lágrimas con los pulgares,aun me mira fijamente puedo ve la duda en sus ojos, casi puedo ver sus pensamientos correr a través de él. Tal vez si empujaba un poco podía ver lo que piensa, pero estoy débil y no quiero desmayarme, no, porque deseo sentirlo un poco más, quiero aprovecharme de esta situación todo lo que pueda.
-Iré por un poco de medicina es obvio que no estás bien- Me dice, de nuevo demasiado cerca de los labios
Me aferro a él, tengo buena condición física incluso enferma, una fuerza a tomar en cuenta, así que lo sostengo porque no quiero que se vaya, no quiero que me abandone, se que él no hará ningún movimiento que pueda lastimarme. Me mira a los ojos, la preocupación gravados en ellos, acaricia cabellos puedo sentir el sudor correr por mi frente el aire escaseando en mis pulmones, me siento como si estuviera punto de desvanecer.
-Tanto me odias que te quieres alejar de mi- Parezco una ex borracha, pienso en el fondo de mi mente la parte que aun esta consiente aunque no puede toma el control y se avergüenza de cada cosa que mi boca imprudente suelta sin más.
-No te odio solo voy a buscar la medicina- Intenta ser amable, sonar cariñoso, no es lo suyo; se levanta y revisa en el estante lo sé porque siento el contante tintineo de los vidrios. No puedo mantener los ojos abiertos y fijarlos en un punto sin marearme, pero puedo escuchar aunque haya un pitido molesto zumbando en mi oído, no me importa.
-Toma - Y lo siguiente que siento es un líquido asqueroso llena mis papilas, lo voto, caprichosa, no voy a tomar nada que sepa tan espantoso ni aunque me este muriendo.
-No quiero, sabe horrible- Me quejo y hago berrinche cual niña pequeña, levanto mis brazos al aire intentando apartar el liquido aun con los ojos cerrados.
-Se que no es jugo de calabaza, pero te hará sentir mejor- El intenta otra vez pero yo sello mis labios con fuerza, no pienso tomarlo.
-Si no lo haces por las buenas será por las malas y te aseguro que no quieres eso- Por un momento mi mente se detiene, y mi instinto me dice que lo tome porque ese hombre puede llegar a ser muy peligroso cuando se lo propone. Pero me vuelvo a negarme en contra de mi propio sentido común.
-No pienso tomarlo, estaré mejor si descanso- Intento levantarme y como la vez primera soy de vuelta al sofá de forma abrupta, esta vez puedo sentir el pecho de Severus contra el mío, una mano agarrando fuertemente mi mandíbula, la otra me mantiene los brazos por encima de la cabeza. Pero son sus labios lo que llaman mi atención, sus labios sobre los míos. No es un beso como tal solo se asegura que tome la medicina de su boca.