El bendito club de Duelo

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⚠️Los personajes y escenarios de Harry Potter no me pertenece  ⚠️
⚠️Han sido tomados varios originales de los libros de Harry Potter ⚠️

A la mañana siguiente, Giny parecía estar más viva que nuca. Su cabello parecía tener un poco más de brillo y las bultos negros debajo de sus ojos habían desaparecido casi por completo. De alguna manera verla animada después de tanto tiempo alivio un poco mi conciencia.

La nueva actividad que drena mi tiempo y energía era la preparación de las poción multijugos. Demasiado compleja de hacer, ingredientes caros y extraños para colmo instrucciones demasiado específicas que deben realizarse en tiempos perfectos.
Estaba realizándola en mi taller a salvo de ojos ajenos, eso era por supuesto  seguro que cualquier baño habitado por una versión de la llorona.
Pero ni el complicado procedimiento ni el tiempo de preparación era lo que me irritaba, era más bien la sofocante calor expulsada por la poción.

—Esto es horrible, nunca más pienso hacer esta poción de nuevo en mi puta vida— Intentaba recoger mi cabello el cual se había pegado a mi frente.

Ahora parecía una completa maraña y se pegaba a mi rostro sudoroso. El cual estaba en las mismas condiciones que el resto de mi cuerpo al cual las prendas de ropa se le pegaban de manera incómoda.

—No deberías hacer juramentos que no puedes cumplir— Gellert me miraba con burla desde el sofá rojo miéntras leía un libro sobre dios sabe que.

—Entonces debería cortarme el maldito cabello para que no me estorbe— Estaba intentando recogerlo en una especie de cebolla pero los mechones rebeldes estaban fuera de mi control.

—No es cierto, cada mes haces un tratamiento para mantener tu cabello brilloso, largo y en perfectas ondas mieles. Alguien que se toma ese trabajo nunca lo cortaría por voluntad— El me miro con superioridad, como si fuera normal psicoanlizar a las personas.

Era cierto, hacía varios tratamientos para mantener mi cabello de revista como para simplemente cortarlo. Suspire antes de quitarme la ropa y dirijirme a la ducha. Podía sentir la mirada de Gellert fija en mi cada vez que quitaba una prenda de mi cuerpo.

—Tengo que ir a clases , por favor vigila la poción—

El medio que asintió, pero jamás quito sus ojos de mi cuerpo hasta que media horas después había terminado de arregalarme.

—Que tengas un magnífico día, amor—El dejo un suave y cariñoso beso en mis labios, que me hizo estremecer, luche contra el impulso de sentarme sobre sus piernas.

—Lo dudo— Solté en medio de un suspiro frustrado.

                           (.....)

Ese mismo día nos habíamos encontrado con el club de duelo y aunque no quería ir, la presión de Harry y Ron terminaron por hacerme ceder. De esa manera a las ocho de la noche, una vez llegamos al gran comedor, todas las mesas habían sido desplazadas.

—Tengo una muy mala impresión con respecto a quien nos enseñará  — El solo pensar en Lockart en un duelo me dio un escalofrío.

—Con tal de que no sea… —Harry empezó una frase que terminó en un gemido de resignación.

—Mierda no debimos venir— Ron resopló a mi lado y yo estaba tentada a irme.

La única razón por la que no lo hice era porque junto a Lockhart quien parecía demasiado feliz, se encontraba Snape.

No había visto al hombre desde que me llevo a la enfermería, y sabía que esta vez no había ido a verme. De repente recordé el beso que le había dado a Harry, era imposible que el no viera eso. Mi relación con el estaba en una especie de cuerda floja como para también ponerme a jugar a la ruleta rusa.

Mi Nueva Vida ll Where stories live. Discover now