Segunda parte

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—Deja de tomar Sere, solo conseguirás una gran resaca.

Sin hacerle caso a Amy tomo un gran trago a la cerveza que en este punto ya he perdido la cuenta de cuantas he tomado. En cuanto Darien se marchó, mande un mensaje a mis amigas y en menos de lo que se puede parpadear ya estábamos en nuestro departamento de solteras o como nos gustaba decirle nuestro refugio anti-hombres.

Nadie excepto nosotras saben de este lugar, nuestro refugio. Ya que contiene cosas que amamos y muy pocos saben cómo Amy que es maestra de karate, Rei pintora y Mina chef personal. Y yo pues bueno...

Amo la velocidad y tengo una colección de autos deportivos, amo cantar y colecciono tazas de todos los tamaños y formas.

—Vamos Amy solo por hoy dejemos a Sere en paz, además que si veo a su estúpido novio te juro que lo mato.

—Vaya Rei no te había visto esa vena tan sádica. – Mina la mira coqueta- Puede que me empieces a gustar.

Todas reímos, ya que siempre es su broma entre ellas. A pesar de mi dolor me alegra que estén ellas a mi lado.

—Chicas se me acaba de ocurrir algo. - Mina se levanta tambaleante y nos señala a todas- ¿Porque no vamos al Karaoke que está cerca de aquí?

Todas nos miramos y sonrisas picaras afloran a nuestros labios, mientras Amy saca su teléfono y habla con el chofer. La noche de chicas se sigue prolongando.

**********

—Si no te sientes capaz de continuar es mejor dejarlo.

Darien mira a su socio y amigo Seiya, mientras gira entre sus manos el anillo de compromiso que su Usako furiosa le lanzo. Jamás pensó ver esa faceta ya que siempre era muy tranquila, serena, pero esa rebeldía, enojo y pasión solo consiguió que él se excitara sobre manera ya que le encantaría dominar a su pequeña fiera.

Pero aún no era el momento

— Tenemos que terminar esto, no puedo detener mi mundo por mis cosas personales.

—¿Aunque tu mundo te allá dejado?

Darien no lo podía negar, desde hace años gira, gravita y vive por su pequeña Serena, amaba su alegría, espontaneidad, su pasión, pero unos años hacia la fecha se había vuelto demasiado complaciente, callada, como una muñeca sin vida.

—Se que te sientes obligado por la promesa que les hicieron a sus abuelos, el compromiso se hizo hace años...

Dando un golpe en la mesa Darien se levanta y niega con la cabeza, mientras observa la noche por la ventana de su oficina.

—No es opción ni nada, me casare con ella. A estas alturas y el tiempo la promesa que se hizo ya no es válido, mi deseo es casarme con ella, aunque ahora no sé qué hacer.

—Rogar funciona.

Darien se gira, pero antes de que pueda reprender a su amigo el teléfono de este suena. Las expresiones de Seiya cambian conforme escucha, Darien se preocupa cuando lo ve que se levanta y le hace un gesto para que lo siga, algo le dice que no le gustara lo que van a ver.

*****

—Kampai (salud)

Todas tomamos un trago al Soju mientras la música se escucha en todo el lugar, era un bar muy popular al que solemos acudir cuando queremos distraernos y por supuesto me gusta porque puedo cantar, aunque no tan seguido como me gustaría.

—Vamos Sere, subamos a cantar.

Antes de decir que no Mina me estaba subiendo a la tarima y elige nuestra siguiente canción. No estoy nerviosa, ya que cuando estudie en Australia en mis tiempos libres trabaje en un bar y cantaba claro que solo mis amigas lo sabían. Mi familia ni en sueños y menos Darien, creo me hubieran encerrado si lo hubieran sabido.

Las notas de una balada se empiezan a escuchar, Mina y yo cantamos muy bien juntas y esa canción es una de nuestras favoritas.

"¿Por qué no me miras solo a mí?"

"¿Te amo como nadie?, por supuesto eres mi luna"

Cantamos como nunca, yo con mi corazón expuesto pensando en él mi amor, mi único amor. Y como si lo conjurara lo veo junto a mis amigas hablando. Aunque debe de ser un sueño, él no vendría aquí.

"Sientes mi amor, siente mis caricias, son solo para ti"

De pronto y antes de lo que podría estar pensando Darien está junto a mí y me está sacando en brazos.

—Darien ¿Qué te pasa?

—Me pasa que mi prometida, esta cantando para personas que no soy yo.

Trato de bajarme de sus brazos, pero él es mas fuerte y me somete rápidamente, cuando me doy cuenta estamos en su auto. Quiero zafarme, pero es más rápido y de pronto estoy a horcadas sobre sus piernas. Sonrojada quiero bajarme, pero él no me deja.

—Suéltame bruto, tú y yo ya no somos nada. Déjame, mis amigas, estarán preocupadas.

—Ni loco te suelto Usako.

No siento cuando el carro empieza a avanzar ya que aun con el alcohol en mis venas soy muy consiente de las manos de Darien en mi cintura y cuando trato de decirle algo rudo, siento los labios de él sobre los míos y dejo de pensar, lo poco que puedo, solo siento sus caricias en mis piernas y sus labios devorando los míos.

Nuestro primer beso, mi primer beso.

—Déjame entrar pequeña.

Separo mis labios y en momento que su lengua acaricia la mía con fuerza, siento que me inundo de necesidad por él. Mi lengua chasquea y acaricia la suya. Estoy como en las nubes. Rompo el beso ya que me falta el aire y quiero poner mis ideas en línea.

—Usako eso fue maravilloso, aunque sabes hay algo más que solo besos.

De pronto siento como su miembro, a través de su ropa, presiona contra mi núcleo que esta totalmente mojado, mi respiración tambalea, mientras busco sus labios y nos volvemos a enfrascar en un beso más que casto.

Mis ojos permanecen cerrados aun después del beso y siento su respiración jadeante en mi cara.

—Esto es mucho mas caliente que mis fantasías.

—¿Fantaseas conmigo?

—Contigo nunca, solo con mi prometido.

Darien suelta una risita mientras se frota contra mí.

—Y si fuera tu prometido ¿qué fantasías serian tan calientes para los 2?

Sonrió mientras enredo mis manos en su sedoso cabello y la ficción entre los dos aumenta.

—Siempre llevas traje, aunque el que siempre me ha fascinado ha sido el que es totalmente negro, de 3 piezas, haces que me humedezca más de lo que debería. Llevabas por mí a mi casa, pero nunca salimos ya que en cuanto me ves me arrastras hasta mi habitación, me arrancas mi ropa y me arrojas hacia la cama. – Mientras le cuento mi fantasía me acerco aún más. - Luego me haces el amor de la manera más ruda y tierna que nunca hemos hecho...

El placer aumenta de una manera tan caótica que lo único que puedo hacer es besarlo para silenciar el grito de éxtasis quiere subir por mi garganta. Darien me balancea contra él y unos minutos después lo siento quedarse quieto y su grito es ahogado por nuestros labios.

Después de mi orgasmo lo único que quiero es dormir y acomodándome mejor en sus brazos dejo que el sueño me venza.  

AMOR DE TIEMPO ETERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora